Malagón Alea, Domingo. Madrid, 28.XI.1916 – Parla (Madrid), 30.III.2012. Pintor, ilustrador, falsificador.
Madrileño, del barrio de Chamberí; nació en el seno de una familia humilde. Huérfano de padre cuando aún no había cumplido los tres años, dio con sus huesos infantes en el Hospicio de El Pardo.
A los siete años pasó de El Pardo al Hospicio de La Paloma (también en Madrid), donde Malagón pudo beneficiarse ya de la existencia de talleres que propiciaban a los alumnos el aprendizaje de oficios, así como de clases de caligrafía, dibujo, modelado, etc.
Durante su estancia en La Paloma, y apoyado por alguno de sus profesores, consiguió aprobar el acceso a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Corría el curso de 1933-1934.
A raíz de producirse la sublevación del 18 de julio de 1936, Malagón, junto a otros compañeros de La Paloma, se incorporó al Quinto Regimiento, en la Octava Compañía de Acero. Es en estas circunstancias cuando se produce la afiliación de Malagón al Partido Comunista de España (PCE). Durante la guerra realizó ilustraciones para la publicación Avanzadilla, y por ello, el nombre de Malagón ha merecido un puesto destacado entre los ilustradores gráficos de la época. En el momento de su salida a Francia al final de la contienda ocupaba el puesto de instructor de la 16.ª División.
Al otro lado de los Pirineos, primero fue Barcarès y después Saint Cyprien, los campos de concentración por los que pasó Domingo. Escapado de Saint Cyprien y escondido en Perpiñán, comenzó lo que habría de acabar siendo una soberbia contribución a la lucha clandestina. “Fue utilizado —se dice en un informe del PCE de julio de 1945— en algún trabajo especial de reproducción de documentos y piezas de identidad, para lo cual parece ser un virtuoso”.
Concluida la Segunda Guerra Mundial, el PCE se reorganizó en Francia, y se fue consolidando el “equipo técnico”, eufemismo que maquillaba su concreta naturaleza: la preparación de documentos falsos que posibilitaban, con la dictadura como telón de fondo, el entrar y salir de los luchadores antifranquistas.
Quien fuera responsable político de Malagón durante algún tiempo, Jorge Semprún, en su Autobiografía de Federico Sánchez (1977), aludió de lleno a la obra de Domingo y a “su genialidad de falsificador”: “Voy a callarme el nombre —por esas fechas aún se tentaba la ropa Semprún—, a silenciar la identidad del camarada que fabricaba nuestra documentación, ese camarada al que tantos debemos la libertad, y algunos la vida, porque eran los papeles que fabricaba o amañaba tan prodigiosamente parecidos a los auténticos que nadie podría sospechar de ellos; y alguna vez le he visto trabajar, manejar casi amorosamente las tintas, las gomas, los plásticos, los colores, las imprentillas, los hornos, en un taller donde los documentos falsos adquirían categoría de objetos artísticos, de salvoconductos fraternales para cruzar los posibles temporales de la vida clandestina”.
Bibl.: J. Semprún, Autobiografía de Federico Sánchez, Barcelona, Planeta, 1977; VV. AA., Para una historia del PCE, Madrid, Fundación de Investigaciones Marxistas, 1980; S. Agudo, En la Resistencia francesa, Zaragoza, Anubar, 1985; D. Ibarruri, Me faltaba España, Barcelona, Planeta, 1985; F. Jáuregui y P. Vega, Crónica del Antifranquismo, Barcelona, Argos Vergara, 1985, pág. 110; G. Morán, Miseria y grandeza del PCE, Barcelona, Planeta, 1986, págs. 84, 123, 148, 155-156, 336 y 507; S. Álvarez, Memorias, La Coruña, Edicios do Castro, 1988; S. Carrillo, Memorias, Barcelona, Planeta, 1993, págs. 402 y 615; G. López Raimundo, Primera clandestinidad (primera parte), Barcelona, Antártida-Empuries, 1993, págs. 42 y 79; I. Falcón, Asalto a los cielos, Madrid, Temas de Hoy, 1996, págs. 250-251; M. Asenjo y V. Ramos, Autobiografía de un falsificador, Barcelona, El Viejo Topo, 1999; A. Elorza y M. Bizcarrondo, Queridos camaradas, Barcelona, Planeta, 1999, pág. 15; P. Montoliu, Madrid en la Guerra Civil, Madrid, Sílex, 1999, pág. 37; J. L. Martín Ramos, Rojos contra Franco, Barcelona, Edhasa, 2002; P. Carvajal, Julián Grimau, el último muerto de la Guerra Civil, Madrid, Aguilar Santillana Ediciones, 2003; J. Reverte, La Batalla de Madrid, Barcelona, Crítica, 2004, págs. 170-171, 197, 429-430, 434, 496-497 y 576.
Victoria Ramos Bello y Mariano Asenjo