Yáñez, Rodrigo. Castilla-León, p. m. s. XIV – s. m. s. XIV. Poeta.
Sobre la vida de Rodrigo Yáñez no se sabe nada en concreto, por lo tanto, habrá que basarse únicamente en el terreno de las conjeturas —por cierto, divergentes— elaboradas a partir de su obra poética sin que se haya podido reconstruir ningún aspecto biográfico del autor.
Poeta de la corte del rey don Alfonso XI (1325-1350). Se le atribuye el Poema de Alfonso XI, compuesto en cuartetas octosilábicas de rima consonante abab que narra la vida de este rey castellano, desde la turbulenta época de minoridad (1312-1325) hasta el apogeo del reinado con la conquista de Algeciras en 1344.
Rodrigo Yáñez ha pasado a la historia como poeta de la Corte porque en el poema dedicado en alabanza al Rey se autocita en la copla 1842 (ed. Victorio) luego de narrar la profecía del mago Merlín sobre la victoria cristiana en la batalla del Salado: “La profezía conté/ e torné en dezir llano;/ yo, Ruy Yáñez, la noté/ en lenguaje castellano”. A partir de esta estrofa, se lo ha supuesto autor, traductor de un original portugués al castellano, creador solo de la profecía o, simplemente, copista. Para formarse una idea de quién fue este supuesto poeta, hay que bucear en las diferentes teorías que sobre él se han escrito.
Uno de los primeros estudiosos del Poema fue José Amador de los Ríos (1863). Para él, el autor fue testigo de los hechos, pues conocía pormenores, retratos de personajes, datos sobre concejos, etc. Fue, por ende, un caballero de la Corte de Alfonso XI. Ruy Yáñez compuso con “prodigalidad de cronista” versos fáciles y coloridos. Además, lo considera entre los cantores populares y los trovadores eruditos, con cierta educación literaria y soldado, testigo de lo que narra, en mayor medida, batallas. También su obra poética presenta cierto parecido con el poeta portugués Afonso Giraldes en su poema Poema da Batalha do Salado puesto que la semejanza de contextos reviste idénticas formas artísticas. Reconoce, sin embargo, algunos errores en la metrificación y en la rima, pero se lo atribuye a algún descuido de copista.
Pero de este pedestal lo bajó años más tarde otro erudito español, Marcelino Menéndez Pelayo (1892). En su opinión, el autor del Poema de Alfonso XI compuso rimas falsas, versos cojos con defectos métricos. De acuerdo a la imperfección de sus rimas, presumiblemente escribió en gallego y lo tradujo luego al castellano. Rodrigo Yáñez fue seguramente un soldado, que creó un poema épico, aunque tardío y excesivamente histórico. En síntesis, el poeta se ha convertido en un “traductor desmañado”.
A partir de entonces, en las numerosas historias críticas de la literatura se lo presenta tanto como un traductor o un simple copista, tanto como el compositor, basado tal vez en la obra del portugués Giraldes. Pero, en todo caso, lejos ya del prestigio otorgado primitivamente por Amador de los Ríos.
Para una idea más cabal sobre el creador, hay que dirigir la atención a tres estudiosos del Poema como Yo Ten Cate, Diego Catalán y, más recientemente, Mercedes Vaquero.
En su edición y estudio sobre el poema, la hispanista holandesa añade a la tesis que en estudios anteriores propusiera Carolina Michaëlis de Vasconcellos que el autor es un portugués desnaturalizado que se propuso escribir en castellano para alabar a su rey español. Más interesantes son los datos que aporta sobre algunos homónimos del autor que aparecen en las crónicas de la época: en la Crónica del rey don Fernando IV (ed. BAE, t. LXVI, pág. 114) hay un Rodrigo Yáñez de Zamora y otro (mismo tomo, caps. XV-XVI, págs. 159-160), maestre de la orden del Temple en la época de desgracia de ésta. Un Rodrigo Yáñez de Logroño es también mencionado en la Crónica de Alfonso XI (mismo tomo, cap. XVIII, pág. 187). Sin embargo, ninguno de los tres personajes responde al autor del poema sobre Alfonso.
Es, sin duda, Diego Catalán el crítico más importante sobre la obra de Yáñez y la referencia obligada para cualquier estudio sobre el mismo. En su libro Poema de Alfonso XI: Fuentes, dialecto, estilo contextualiza la creación del poeta de Alfonso dentro de la corriente literaria de mediados del siglo XIV, pero erróneamente lo considera un versificador de la Gran Crónica de Alfonso XI. Teoría que él mismo corrige en estudios posteriores, revalorizando una vez más la figura creadora de Rodrigo Yáñez. Propone como fecha de composición del poema la de 1348, año en que se conciertan los esponsales del infante don Pedro (futuro Pedro I) y la infanta inglesa Juana de Plantagenet, y antes de septiembre en que muere la princesa y cuya información no figura en la obra.
Más problemático se presenta el aspecto lingüístico del poeta y, en consecuencia, su origen. Para Diego Catalán utiliza un dialecto occidental, concretamente leonés, aunque mezclado con el castellano y el portugués, situación lingüística frecuente en la literatura leonesa de los siglos XIII y XIV. Por otra parte, el estudioso español recalca la cultura que deja traslucir en su texto Rodrigo Yáñez. El Poema de Alfonso XI recibe influjos de la poesía culta, sobre todo, la corriente de clerecía (el Libro de Alexandre y el Poema de Fernán González), se inspira también en la tradición árabe y es notoria la presencia del sentimiento religioso. Los aportes juglarescos son también importantes, así como la influencia de la literatura francesa. Los conocimientos expuestos del autor tienen por solo objetivo relatar lo más fidedigna posible la empresa nacional de Reconquista llevada a cabo por su rey Alfonso XI. De ahí el interés historiográfico que el poema posee.
Mercedes Vaquero, por su parte, recalca el espíritu de cruzada del poema. El autor está familiarizado con los cantares de gesta y los libros de aventuras y, pese a su fuerte sentimiento religioso, tampoco olvida el ámbito caballeresco y cortesano del entorno del Rey. Yáñez compuso el poema a través de las noticias que él poseía por haber vivido cerca del monarca y haber participado en los acontecimientos de la corte. Vaquero niega que la obra pertenezca a una épica erudita, pese a sus rasgos cultos, y lo relaciona principalmente con la épica francesa. Por otra parte, reafirma la independencia intertextual del Poema de Alfonso XI con respecto al Poema da Batalha do Salado de Giraldes. Es también notoria la misión propagandística que elabora Yáñez a favor del gobierno castellano.
Estas teorías son retomadas en estudios posteriores. Carlos Alvar destaca el espíritu nacionalista de Rodrigo Yáñez, autor culto perteneciente a la nueva épica, así como el alto grado de historicidad de su obra. Fernando Gómez Redondo ofrece una variante al tema del testimonio autoral asegurando que el autor es un servidor áulico del Rey con acceso a los materiales compilados por el cronista real Fernán Sánchez de Valladolid y que ampara y justifica las acciones del Rey poco acordes a su rango. También se supone que el desconocido poeta tenía conocimientos jurídicos que se aprecian diseminados en sus versos (F. Nussbaum), o se ve como un autor cortesano y clerical (F. López Estrada), o aun se vuelve a cuestionar su autoría (Juan Victorio) o a denigrarlo enteramente como poeta creador (M. R. Lida de Malkiel), aunque resaltando en cada caso el innegable valor documental de su obra. En síntesis, la importancia de Rodrigo Yáñez radica en el aspecto socio-moral y político-militar que transmite en su obra: toda una teoría de gobierno del siglo XIV adornada con influencias literarias al servicio del monarca al que servía.
Obras de ~: Poema de Alfonso XI (est. prelim. y vocabulario de Y. Ten Cate, Amsterdam, N. V. Swets & Zeitlinger Boekhandel en Uitg. Mij., 1942; ed. de Y. Ten Cate, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1956; Poema de Alfonso Onceno, ed. de J. Victorio, Madrid, Cátedra, 1991).
Bibl.: J. Amador de los Ríos, Historia Crítica de la Literatura Española, Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1861-1865, 7 vols. (ed. facs., Madrid, Gredos, 1969, t. IV, págs. 416-437); M. Menéndez Pelayo, Antología de poetas líricos castellanos, t. III, Madrid, Viuda de Hernando, 1892, págs. CXVIICXXIV; D. Catalán, Poema de Alfonso XI, fuentes, dialecto, estilo, Madrid, Gredos, 1953; La tradición manuscrita en la “Crónica de Alfonso XI”, Madrid, Gredos, 1954; “Hacia una edición crítica del Poema de Alfonso XI”, en Hispanic Studies in Honour of I. González Llubera, 1959, págs. 105-118; “La historiografía en verso y en prosa de Alfonso XI a la luz de nuevos textos (el manuscrito de París de la Gran Crónica)”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. CLIV (1964), págs. 79-126; M. R. Lida de Malkiel, La idea de la fama en la Edad Media castellana, Buenos Aires, FCE, 1983, págs. 220-229; M. Vaquero, El “Poema de Alfonso XI”: ¿Crónica rimada o épica? (a dissertation presented to the Faculty of Princeton University), tesis doctoral, 1984 (inéd.); F. López Estrada, “Los poemas narrativos del siglo XIV”, en W. Mettmann (dir.), Grundriss der Romanischen Literaturen des Mittelalters, vol. IX. La littérature dans la Péninsule Ibérique aux XIVème et XVème siècles, t. 1, fasc. 4, Heidelberg, C. Winter, 1985, págs. 55-58; M. Vaquero, “The Poema da Batalha do Salado: Some new Stanzas and the Poema’s Relation to Castilian and Latin Text”, en Portuguese Studies, 3 (1987), págs. 1-14; “Relación entre el Poema de Alfonso XI y el Poema da Batalha do Salado”, en V. Beltrán (ed.), Actas del I Congreso de la Asocición Hispánica de Literatura Medieval (Santiago de Compostela, del 2 al 6 de diciembre de 1985), Barcelona, PPU, 1988, págs. 581-593; C. Alvar y A. Gómez Moreno, La poesía épica y de clerecía medievales, Madrid, Taurus, 1990, págs. 67-70; F. Gómez Redondo, “Poema de Alfonso XI”, en C. Alvar y J. M. Lucía Megías (dirs.), Diccionario Filológico de Literatura Medieval Española, Madrid, Castalia, 2002, págs. 919-920; F. Nussbaum, “El pensamiento político en el Poema de Alfonso XI”, en Boletín Hispánico Helvético. Historia, teoría(s), prácticas culturales, 7 (2006), págs. 5-44; Claves del entorno ideológico del Poema de Alfonso XI, Lausanne, Sociedad Suiza de Estudios Hispánicos, 2012 (col. Hispánica-Helvética, 23).
Fernanda Nussbaum