Fazio Fialo, Enrique. Facio. Málaga, 10.VI.1833 – 30.VII.1891. Fotógrafo.
Las primeras noticias de Enrique Fazio datan del padrón de 1857 y lo sitúan viviendo en la plaza de la Constitución, 6-14, de Málaga, de oficio pintor y en compañía de su madre, viuda. En 1858 aún figura el mismo oficio, pero dada su juventud y la ausencia de otros datos en fuentes documentales de la época no parece que se dedicara de forma profesional a la pintura.
De la misma manera, es decir, como aficionado, debió de acercarse también a la fotografía, pues de otro modo difícilmente hubiera aceptado partir junto a Pedro Antonio de Alarcón, que marchaba como cronista de la guerra de África.
Efectivamente en noviembre de 1859 Alarcón está esperando en Málaga el momento del embarque junto a las tropas de Ros de Olano. La campaña había despertado una enorme expectación popular y diversos medios periodísticos y editoriales se disputaban en Madrid las mejores ofertas de crónicas y relatos de la contienda. En medio de esta peculiar “guerra de medios”, insólita para la época, se produce un hecho extraordinario como es la contratación de un fotógrafo para cubrir la parte gráfica del reportaje. Hasta el momento ese papel quedaba reservado a dibujantes especializados, como Vallejo o Yriarte, que también estuvieron presentes en el acontecimiento, pero era la primera vez en España que de una forma tan clara quedaba un fotógrafo convertido en reportero de guerra.
La gestión la realizó Alarcón en Málaga poco antes de su embarque el 11 de diciembre, aunque lo probable es que lo hiciera a instancias de sus patrocinadores para contrarrestar a sus competidores. Gaspar y Roig, los editores más fuertes del momento, prometían a sus lectores: “... la reproducción exacta de la verdad, pues la fotografía es la verdad misma y nada superior a ella puede prometerse ni efectuarse”.
Los detalles de la contratación de Fazio no están claros.
El propio Alarcón nunca llegó a mencionar su nombre y sólo dijo que contrató un fotógrafo en Málaga y que le sirvió de poco, pues hubo de desistir a poco de acampar en Sierra Bullones. Es posible que la contratación obedeciera más a un golpe de efecto que a las posibilidades reales de la fotografía del momento (sistema de placas de colodión húmedo poco manejables) o que ésta hubiera sido sobrevalorada en su capacidad para cubrir un reportaje de guerra, al menos en la medida que deseaba Alarcón. El caso fue que cuando éste conoce a Charles Yriarte, sustituyó al fotógrafo por el dibujante para ilustrar su Diario de un testigo de la guerra de África, de forma que sólo unas pocas placas de Fazio sirvieron para tal fin, suponiéndose incluso una ruptura poco amigable. Sin embargo, las fotografías que hoy se conservan, más de cincuenta entre estereoscópicas y monoscópicas, son de una esmerada técnica y una interesante variedad temática, incluyendo vistas de la ciudad de Tetuán, retratos de moros y hebreos, campamentos y grupos de militares, interiores de casas de la ciudad, etc. Naturalmente no había posibilidad de captar fotográficamente escenas de acción, pero en conjunto el reportaje es de una gran importancia, por su calidad y por la gran aportación que supone para la historia de la fotografía y del periodismo español la utilización por vez primera de un fotógrafo como reportero gráfico de guerra, además de poner de manifiesto cómo en la época la fotografía era poseedora de una verdad suprema e irrebatible. Fuera de España y salvando los realizados durante la guerra de Crimea, en 1855, los primeros reportajes fotográficos de guerra son prácticamente coetáneos al de Fazio.
Es posible que Fazio llegara a disponer de algún tipo de establecimiento fijo en Tetuán durante la escasa ocupación española, pues se conservan cartulinas estereoscópicas con la indicación: “E. Fazio. Tetuán”.
De vuelta a Málaga llegó a figurar como retratista, en la calle Siete Revueltas, 4, 3.º, pero no se le conocen más trabajos fotográficos que los mencionados, por lo que se supone que cambió de profesión.
Bibl.: L. Fontanella, La historia de la fotografía en España desde sus orígenes hasta 1900, Madrid, El Viso, 1981; J. A. Fernández Rivero, Historia de la fotografía en Málaga durante el siglo xix, Málaga, Miramar, 1994; Tres dimensiones en la historia de la fotografía, la imagen estereoscópica, Málaga, Miramar, 2004.
José Antonio Fernández Rivero