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Pedro de Salazar

Biografía

Salazar, Pedro de. Madrid, c. 1510 – 1576. Historiador y novelista.

Los escasos datos de su biografía proceden de su propia obra y de la de su hijo, el escritor madrileño Eugenio de Salazar (c. 1530-1602), quien desempeñó cargos de gobierno en Canarias, Santo Domingo, Guatemala y México. No hay base para emparentar a ambos con un Diego de Salazar, autor del diálogo Tratado de re militari (Alcalá, 1536), con que se reproduciría el consabido esquema de armas y letras, pues la condición de militar que se ha venido adjudicando a este Pedro de Salazar no consta en ninguna fuente debidamente contrastada. Tal presunción universalmente admitida procede a buen seguro de la carta satírica del bachiller de Arcadia y su respuesta del capitán Salazar que escribiera, también supuestamente, el poeta Diego Hurtado de Mendoza, embajador de Carlos V en Roma en los años de la publicación en Nápoles por Pedro de Salazar de una primera parte de la guerra contra la Liga de Smalkalda sin la conclusión de la batalla de Mühlberg (24 de abril de 1547) y prisión de sus dirigentes. También hay que refutar su nacimiento en Granada, que propuso Nicolás Antonio, dado que no figura ni entre los militares ni como escritor en una crónica de finales del siglo xvi, que, por su carácter localista y reivindicativo, no habría pasado por alto esta gloria patria con obras impresas de considerable circulación. Tampoco tiene base alguna el segundo apellido Murdones que le asigna un específico repertorio bibliográfico. Vecino de Madrid, como se declaró en sus obras, es forzoso considerar a este desatendido historiador de Carlos V y Felipe II, en cuyo manuscrito inédito de El Escorial se conservan indicios de la residencia familiar en la real villa; casó con Aldonza Vázquez de Carrión, según consta en la filiación del testamento de su hijo, y no con María de Alarcón, como confundió el diccionario de Álvarez y Baena, error en que han incurrido algunos catálogos y estudios sobre su hijo Eugenio. Poseyó inmuebles en Madrid, en la collación de San Ginés, según atestigua un poder para tomar un censo de 500 ducados otorgado desde Sevilla (19 de agosto de 1567), ciudad en la que probablemente pudo recabar datos para su última obra histórica. Un nieto homónimo, Pedro Salazar Carrillo, participó en los preliminares a un poema latino sobre Lepanto que un antiguo preceptor elucubró en Guatemala; desde allí el licenciado Eugenio de Salazar, fiscal de aquella Real Audiencia, otorgó el poder notarial para posesionarse de los bienes de su difunto padre (25 de octubre de 1576). De la estampa de dos de sus libros en Nápoles, así como también de algunos asuntos de sus obras históricas y de su inédita obra de ficción, se infiere, pero no se ha documentado, una prolongada estancia en Italia, tal vez en la Corte del virrey Pedro de Toledo (1532-1553), que otorgó privilegio de impresión y acaso costeó ambas publicaciones, según se destaca en ellas la participación de los contingentes napolitanos y, en especial, la dirección del hijo del virrey, García de Toledo, en las campañas africanas. Fue recibido por el príncipe Felipe en Génova en la primera semana de diciembre de 1548, como expuso en el prólogo donde le dedicaba su Hystoria de la guerra hecha contra la ciudad de Africa (Nápoles, 1552): “Y por esto en Génova le presenté una parte de los esclarecidos triunfos que el gran César nuestro señor huvo de los poderosos y bravos germanos”. No se sabe con seguridad si esa obra fue la recién impresa en Nápoles (5 de septiembre de 1548), Historia y primera parte de la guerra de Alemania, o su continuación que, salvo el minucioso relato de la batalla de Mühlberg, aún se conserva inédita en El Escorial. Terminará por aclarar este punto un examen de los sucesos que en este manuscrito se narran acerca de los tumultos de Siena, que vinieron a dar al traste con la carrera política del mismo embajador Mendoza, pues la conjura del conde Fieschi contra Andrea Doria y demás acontecimientos centroeuropeos que refiere su título entran sobradamente en la fecha límite de finales de 1548 que se propone para la redacción de dicha obra inédita. Se ha admitido rutinariamente que la Coronica de la guerra de Alemania, impresa en Sevilla en 1552 a nombre de Pedro de Salazar, es un resumen de este copioso inédito escurialense, a pesar de que ya en el siglo xix tanto la historiografía positivista germana como la erudición institucionista española habían indicado que esta edición sevillana resulta ser una copia literal del exitoso Comentario de Luis de Ávila y Çúñiga de la guerra de Alemaña (Venecia, 1548), más arriba de su libro segundo. En efecto, si bien en la edición sevillana se reproducen los primeros capítulos de la edición de Nápoles de 1548 junto con el mismo prólogo dirigido al príncipe Felipe, en la segunda dedicatoria anónima —pues el tipógrafo titular, Dominico de Robertis, había fallecido antes de 1550—, a Francisco de Guzmán, señor de La Algaba, se declara abiertamente el carácter compilatorio de esa edición a nombre de Salazar. Las otras dos monografías impresas de Pedro de Salazar versan sobre variados sucesos bélicos en el norte de África desde 1550 hasta 1565, completando la serie de acontecimientos que abordaron con diversa fortuna otros cronistas contemporáneos como Martín García Cereceda, Vicente Roca, Francisco López de Gómara, Diego de Fuentes, Alfonso de Ulloa, Juan Ginés de Sepúlveda, Luis de Mármol y Carvajal o Diego de Torres. Del impreso en Nápoles en 1552 se han registrado dos portadas distintas con una ligera variación en su título, siendo posterior la que empieza con el sintagma Hystoria de la guerra y presa de Africa, a juzgar por el escudo real que sobre este epígrafe exhibe, grabado también en varias relaciones de sucesos impresas en Valencia. Sin otras diferencias, su contenido narra con la prolijidad habitual la campaña contra el pirata Dragut que se materializó con la conquista de su bastión en el Sahel tunecino, la plaza portuaria de Mahdia o Mehedia, llamada en la época África (1550), victoria que tuvo una amplia repercusión en las prensas españolas e italianas; incluyó, asimismo, la pérdida de Trípoli por los caballeros de Malta (1551). En el impreso de Medina del Campo de 1570, aunque con licencia de impresión de 21 de mayo de 1567, se remonta a conflictos anteriores de los jerifes en los Reinos de Marruecos, Fez y Tarundant, para centrarse en la campaña que culminó con la reconquista del Peñón de Vélez de la Gomera por García de Toledo (1564), junto con los episodios del naufragio de la armada real en La Herradura (1562), la defensa de Orán (1563) y el ataque turco a Malta (1565). Esta obra se denominó Hispania Victrix, título que ostentó con más motivos una obra de López de Gómara sobre la conquista de México años antes reimpresa. Se debe descartar de la producción de Pedro de Salazar la “Historia de la vida y hechos de Dragud”, que le atribuyó Gaspar Escolano, pues lo que extrae este historiador valenciano de esa supuesta obra acerca del ataque pirata a Cullera (libro X, capítulo XXXVI) es un resumen de lo que narra Pedro de Salazar en su Hystoria de la guerra y presa de Africa (fols. XXIII-XXIIII). Salazar fue citado expresamente en la tríada de historiadores en lengua española que J. G. de Sepúlveda, el cronista latino de Carlos V, declaró en las facticias ternas de autores señalados como sus principales fuentes históricas; al margen de esta discutible deuda, se han encontrado muy pocas huellas de sus obras, que, salvo la recopilación sevillana de 1552, nunca se volvieron a imprimir, y este olvido se explica por el fárrago de su narración, que se demora en detalles nimios oscureciendo lo esencial de los hechos, agravado además por la tendencia al alarde de erudición humanista que casi nunca viene al caso. Con todo, en su análisis tanto de la insurrección alemana como de las campañas contra las agresiones turco-berberiscas se trasluce una mentalidad más cercana al pensamiento político moderno que al espíritu medieval de cruzada religiosa. Tampoco dejó de proclamar en la dedicatoria a Felipe II de Hispania Victrix los postulados de su método historiográfico: “El trabajo de ordenar y escrivir las hazañas y cosas memorables, como la difficultad que ay en hallar la pura verdad de las cosas de como en effecto passaron”. No se sabe en qué institución académica pudo adquirir tales vicios y virtudes de su formación intelectual. Fue también autor de una obra de ficción en prosa a la que aludía palmariamente en la misma dedicatoria al hacer recuento de sus historias. A este “agradable libro de novelas o quentos” de su admirado padre, se refirió Eugenio de Salazar en el preámbulo de su poema alegórico Navegacion del Alma, como obra de “su felicíssima juventud”. Pero este fruto singular de la narrativa corta española del siglo xvi permaneció desconocido hasta la adquisición por el bibliófilo Bartolomé March de un manuscrito de 273 folios con diez de estos cuentos o novelas. Según indica el autor en la dedicatoria, que dirige como siempre a Felipe II, sería esta colección la tercera parte de su proyecto literario tal vez inconcluso. Debió de ser redactada esta misiva liminar antes de la de Hispania Victrix (1567) y con posterioridad a la muerte de Carlos V (1558), por más que los relatos, con perceptible influencia de los novellieri italianos, puedan datar de años anteriores. En efecto, al enumerar cronológicamente sus obras, la menciona en tercer lugar, citando incluso el inédito escurialense pero sin aludir a los hechos narrados en Hispania Victrix. Estos relatos tienen como marco narrativo el viaje desde Toledo a Granada de un convaleciente rey godo, y el único cuento publicado, que narra las travesuras estudiantiles con el cadáver de un ajusticiado, no desdice del propósito de la recreación espiritual por medio de la literatura de ficción y de la ejemplaridad del “honesto entretenimiento”.

 

Obras de ~: Historia y primera parte de la Guerra que don Carlos, Quinto Emperador de los Romanos, Rey de España y Alemania, movio contra los Principes y Ciudades rebeldes del Reyno de Alemania y sucessos que tuvo, Nápoles, Pablo Suganappo, 1548; Cronica de nuestro invictissimo Emperador don Carlos Quinto deste nombre emperador de los romanos, rey de España y Alemania [...] A la qual va agora nuevamente añadido el fin que las dichas guerras tuvieron, Sevilla, Dominico de Robertis, 1552; Historia de la guerra que el Emperador don Carlos quinto [...]contra los principes Cavalleros y pueblos rebeldes de alemanya En la qual [...]se contienen otros muchos [...] como fue el tractado del conde fresco en genova, la alteracion de napoles, rebolucion de Sena; con todo lo sucedido en bohemia y Elecion de Mauricio [...] por pedro de salazar vezino de Madrid, ms. en Biblioteca de El Escorial, sign. &-III-7 [ed. parcial, fols. 390r.-405r., en J. M. de Garamendi, “La batalla de Mühlberg (1547)”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos 25 (1911), págs. 432-450]; Hystoria de la guerra hecha contra la ciudad [otra portada: Hystoria de la guerra y presa] de Africa, con la destruycion de la villa de Monazter y ysla del Gozo y perdida de Tripol de Berberia..., Nápoles, mastre Matia [Mattia Cancer de Brescia], 1552; [Libro de cuentos], ms. en la Biblioteca de la Fundación Bartolomé March (Palma de Mallorca), sign. B89- VI-05 (ed. parcial, fol. 1: “Dedicaçión de la presente Obra”, en J. M. Blecua Perdices, “Notas para la historia de la ‘novela’ en España”, en VV. AA., Serta philologica F. Lazaro Carreter natalem diem sexagesimum celebranti dicata, vol. 2. Estudios de literatura y crítica textual, Madrid, Cátedra, 1983, págs. 93-95; fols. 236r.- 256r.: “De ciertas burlas que hicieron unos estudiantes una noche a ciertas personas diversas”, en G. Pontón, Prodigios y pasiones. Doce cuentos españoles del siglo XVI, Barcelona, Muchnik, 1999, págs. 101-126); Hispania Victrix. Historia en la qual se cuentan muchas guerras succedidas entre Christianos y infieles assi en mar como en tierra desde el año de mil y quinientos y quarenta y seys hasta el de sessenta y cinco. Con las guerras acontecidas en la Berberia entre el Xarife y los reyes de Marruecos, Fez y Velez, Medina del Campo, Vincente de Millis, 1570.

 

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José Solís de los Santos

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