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Tomás Antonio Núñez Flores

Biografía

Núñez Flores, Tomás Antonio. Tuña (Asturias), 1673 – Roma (Italia), VII.1744. Eclesiástico, jurista, auditor de la Rota.

Hijo de Pedro Núñez y Toribia Ponce, vecinos del lugar de San Martín de Ondes, concejo de Grado, estudió primero, durante cinco años, Leyes en la Universidad de Oviedo, en la que se graduó como bachiller el 14 de marzo de 1693. Obtuvo la licenciatura en esa facultad por la Universidad de Ávila e incorporó ambos grados en la de Salamanca. En el Alma Mater salmantina cursó íntegramente la carrera de Cánones, logrando la licenciatura el 11 de agosto de 1714 y el doctorado tres días más tarde. En la ciudad del Tormes cursó diez años de su curriculum discente, además de realizar la defensa de un acto de conclusiones “pro Universitate” sobre el “periculum et commodum rei venditae”; también presidió otros seis, asumiendo la defensa de varios actos, con réplicas satisfactorias.

Su docencia universitaria se concentra en los siguientes datos más relevantes: leyó las Instituciones justinianeas desde el curso 1697-1698 hasta 1705- 1706, con diferentes partes de la obra del Corpus Iuris Civiles; sustituyó en 1701 la cátedra más antigua de Decretales; nueva sustitución en 1702 de la Cátedra de Vísperas de Sexto y en 1705 la de Prima de Cánones.

Fue diputado por la Universidad de Salamanca y juez del Estudio salmantino en sustitución de su titular, Pedro Núñez Flórez, catedrático de Vísperas de Sexto, de 1698 a 1700, además de actuar como juez metropolitano en la sede salmantina en nombre del titular arzobispo de Santiago de Compostela. Opositó a lo largo de diez años a diferentes cátedras: tres de Leyes y siete de Cánones, en cuya Facultad leyó trece veces. En 1707 obtuvo la Cátedra de Clementinas, y poco tiempo después la de Vísperas de Cánones, ambas siendo colegial de San Pelayo de los Verdes de Salamanca, fundado por el inquisidor Valdés. Obtuvo beca del Colegio Mayor de San Bartolomé, en el que ingresó el 26 de agosto de 1709, y en esa condición ganó por oposición la Cátedra de Decreto, que desempeñó en el curso académico 1714-1715, pasando en 1716 a la Cátedra de Prima de Cánones, además de ganar el mismo año la prebenda de la canonjía de penitenciario en la Catedral de Salamanca.

En 1722 le propuso el rey Felipe V como auditor de la Rota Romana, por los reinos de Castilla, y presentó su nombramiento en Roma el 21 de junio del año siguiente, incoándose el expediente oportuno el 2 de julio de dicho año. Entre los méritos alegados se cuentan los de presbítero, doctor en Derecho Canónico por Salamanca, bachiller en Leyes por la Universidad de Oviedo y licenciado en esta Facultad por la Universidad de Ávila.

Antes de comenzar su actividad como juez del Supremo Tribunal de la Iglesia Católica, fue investido como doctor “in utroque iure” por el Archiginmasio de la Ciudad Eterna, después de someterse a las pruebas oportunas. Se le propuso en 1736 que pasara a desempeñar la presidencia de la Real Chancillería de Granada, a lo que renunció, y se le admitió su voluntad, por lo mucho que significaba a favor de España en la capital italiana. Un año más tarde presentó igual renuncia para el Arzobispado de Palermo.

En la Rota romana llegó a ocupar el oficio de decano del Sagrado Tribunal, desde el día 9 de septiembre de 1743 hasta su óbito, ocurrido en la urbe en julio de 1744. Sirva de testimonio de la gran estima personal y reconocimiento profesional que en materia jurídica le tributaron sus coetáneos, las palabras de Rojas y Contreras: “Tuvo en aquella Ciudad llena de sabios tantos creditos de doto, que en la Sagrada Roma y en otras Congregaciones y Juntas a que era llamado se seguía su dictamen sin contradicción, pues en el Derecho canónico fue consumado y solían decir los Romanos: Que monseñor Nuñez era sapientísimo y doctissimo homo [...] Se aseguraba que si se perdiesse el Derecho Canonico, era capaz de trasladarlo de su memoria”.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Secreto del Vaticano, Sacra Rota Romana, Procesus in admissione Auditórium, t. II; Sacra Rota Romana, Diaria n.os 24, 26 y 27; C. García Posada, Arzobiuspos, Obispos, Abades consagrados. 2. Ynquisidores, Auditores ded Rota. 3. Ministros togados. 4. Gobernadores, Corregidores, Yntendentes. 5. Prelados generales y provinciales de las ordenes militares y regulares. 6. Grandes, Ricos-homes, Áulicos o palaciegos, ms. del Archivo de la Universidad de Oviedo, sign. 165, año 1782, pág. 89; Archivo de la Universidad de Salamanca (AUS), legajos de concursos-oposiciones a las cátedras de la Universidad de Salamanca, ms. AUS/1.002, fols. 55v. y ss.; AUS/ 1003, fol. 110v. y ss.; Sobre los colegiales salmantinos de San Pelayo, vid. ms. AUS/2.685, fol. 86r.

J. Rojas y Contreras, Historia del colegio viejo de San Bartholomé, mayor de la célebre Universidad de Salamanca. Segunda parte. Tomo primero [...], Madrid, por Andrés Ortega, 1768, págs. 632-634; VV. AA., Biblioteca histórico-genealógica asturiana, vol. II, Santiago de Chile, Imprenta Cervantes, 1928, pág. 148; J. Rius, “Auditores españoles en la Rota Romana”, en Revista Española de Documentación Científica, 1 (1948), pág. 777; A. Carabias Torres, “Catálogo de los colegiales del Colegio Mayor de San Bartolomé (1700-1840)”, en Studia Historica. Historia Moderna, IX (1991), n.º 42, págs. 51-52; J. García Sánchez, Juristas asturianos, auditores de la Rota Romana: discurso de ingreso como académico de número en el Real Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 1998, págs. 32-35.

 

Justo García Sánchez