Domingo Marqués, Francisco. Valencia, 1.III.1842 – Madrid, 22.VII.1920. Pintor.
Hijo de un comerciante valenciano, poco se sabe de sus primeros años hasta que aparece matriculado en un curso de Dibujo de la Academia de San Carlos, en 1862. El curso siguiente lo realizó en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, bajo la dirección de Federico Madrazo, con excelentes calificaciones. Se presentó a las exposiciones nacionales de 1864 —con La expulsión de los moriscos de Valencia— y de 1867 —con Un lance del siglo XVII— y obtuvo premios en ambas.
Volvió a Valencia, donde con su amigo el pintor Juan Peyró realizó trabajos de decoración artística, como las pinturas al fresco del convento de San Julián, en la calle de Sagunto. Más tarde montó un taller- escuela y entre sus alumnos figuraban los hermanos José y Mariano Benlliure.
En 1867 tuvo lugar la Primera Exposición Regional Valenciana, durante la cual la Sociedad de Amigos del País organizó una exposición de Bellas Artes. Domingo Marqués se presentó con varias obras, obtuvo una mención honorífica por La expulsión de los moriscos y consiguió la Medalla de Oro por El Palleter, que supuso la consagración definitiva, ya que este galardón conllevaba la concesión de un pensionado, sufragado por la Diputación Provincial, para estudiar en Roma bajo la dirección de Eduardo Rosales.
En 1869 finalizó su estancia en Italia y regresó a Valencia, donde fue nombrado profesor de Dibujo del Natural, Antiguo y Paisaje en la Escuela de San Carlos. A esta época corresponde la realización de los retratos de Manuel Ruiz Zorrilla, a la sazón ministro de Fomento, y del General Prim. Viajó a Madrid para presentarse, en 1871, a la Bienal de Bellas Artes, con cuatro lienzos entre los que destacaba El último día de Sagunto, muy aplaudido por la crítica, aunque es por su obra Santa Clara por la que consigue una Medalla de Oro, tras lo que decide instalarse definitivamente en Madrid.
Trabajó para los duques de Bailén y para su palacio pintó el gran lienzo Una fiesta bajo Luis XV o La lección de música, en forma de arco de medio punto, sirviéndose de su madre y hermanas como modelos. En 1874 contrajo matrimonio con la madrileña Elvira Fallola, con la que tuvo cuatro hijos; el tercero fue el pintor Roberto Domingo.
Los marchantes franceses Henri Haro y Adolfo Goupil comercializaban en Europa su cuantiosa producción, por lo que decidió instalarse en París en 1875, ciudad donde permaneció hasta 1914. Su casa fue punto de encuentro de cuantos españoles visitaban la ciudad, especialmente de sus paisanos Mariano Benlliure y Joaquín Sorolla con quienes mantuvo siempre una estrecha amistad.
En esta nueva etapa parisina destaca, fundamentalmente, el cuadro amable, de género, de pequeño formato, con personajes de los siglos xvii y xviii —con mosqueteros, tan en boga en aquellos momentos gracias a Alejandro Dumas—, cuadros de casacas e incluso temas de gusto oriental. Entre su extensa producción se encuentran obras con asuntos militares de época napoleónica, en pequeño formato, en las que no suelen faltar caballos y perros. Los interiores constituyen otro tema recurrente: alcobas, salas, gabinetes, fogones, anticuarios, juegos de cartas y dados, actividades domésticas, escenas donde la luz entra por una ventana convirtiéndose en un personaje más de la composición.
También fue retratista, con especial sensibilidad en los cuadros de niños, como lo demuestra en el encargo que recibió de la reina regente María Cristina de Ausburgo, en 1887, para realizar el retrato de su augusto hijo, futuro rey Alfonso XIII, de apenas dos años de edad y por el que percibió la cantidad de cien mil pesetas, cifra astronómica en aquella época, según recibo conservado en el Archivo General del Palacio de Oriente, lo cual avala su calidad y prestigio como pintor. El lienzo se encuentra actualmente en las que fueron las habitaciones privadas de la citada reina.
Sus tablas, chispeantes de luz y movimiento, también fueron requeridas por el marchante Everard para sus casas de Londres y París, así como por el millonario Vandervild en Nueva York, o por Archer Huntington.
A partir de 1900 entró en el mercado sudamericano a través de José Artal; recibió el encargo de pintar los retratos de los presidentes argentinos Sarmiento y Mitre, además de los solicitados por la prestigiosa familia de Torcuato de Alvear, con quien mantuvo una estrecha relación.
En 1914, ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, decidió regresar a Madrid con su familia.
Se presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915, llevó al certamen varias obras entre las que figuraba su famosísima Santa Clara, además de El último día de Sagunto, Los saltimbanquis y Cena de carnaval.
A instancia de amigos y alumnos —encabezados por Sorolla, Marceliano Santamaría y Casado del Alisal—, ingresó como académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la que regaló su magnífico Autorretrato. En 1918, Valencia le tributó un caluroso homenaje presidido por Mariano Benlliure, director general de Bellas Artes en aquellos momentos, que, después de un emocionado discurso, descubrió un busto con su efigie, realizado por él mismo.
Según Enrique Lafuente Ferrari, fue el representante, en su época, de la “veta brava” goyesca por su pincelada briosa y abocetada, aunque precisa, que busca constantemente el sentido de la luz.
Falleció en Madrid, a los setenta y ocho años de edad, el día 22 de julio de 1920. A lo largo de su vida obtuvo condecoraciones y títulos honoríficos por la exquisitez y perfección de su pintura. Fue considerado el epígono de Francisco de Goya, con el que a veces confundieron su pintura.
Obtuvo las siguientes distinciones: académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de Amberes, caballero Gran Cruz de Isabel la Católica, comendador de la Gran Cruz de Carlos III, caballero Gran Cruz de Alfonso XII, Corona Real de Baviera. Caballero de la Legión de Honor, diploma de Honor de la excelentísima Diputación Provincial de Madrid.
Obras de ~: Expulsión de los moriscos de Valencia, 1864; Un lance del siglo xvii, 1867; La expulsión de los moriscos, 1867; El Palleter, 1867; Retrato de Manuel Ruiz Zorrilla, 1870; Retrato del General Prim, 1871; El último día de Sagunto, 1871; Santa Clara, 1871; Lección de música, 1873; La escalera de la casa de Pilatos, 1874; Los saltimbanquis, 1895; Cena de carnaval, 1996; Autorretrato, 1915.
Bibl.: E. Lafuente Ferrari, “Antecedentes, coincidencias e influencias del arte de Goya”, en Catálogo ilustrado de 1932, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1947; S. Rodríguez García, El pintor Francisco Domingo Marqués, Valencia, Círculo de Bellas Artes, 1950; B. de Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, ed. por R. García-Rama, 1980; C. Reyero y M. Freixas, Pintura y escultura en España 1800- 1910, Madrid, Cátedra, 1995; VV. AA., Cien años de pintura en España y Portugal (1830-1930), Madrid, Antiquaria, 1998; M.ª D. Agustí Guerrero, Roberto Domingo, arte y trapío, Madrid, Agualarga, 1998.
María Dolores Agustí Guerrero
