Melgar, Alonso de. Melgar de Fernamental (Burgos), ¿1480? – Burgos, IX.1525. Impresor.
Oriundo posiblemente del pueblo de Melgar de Fernamental, situado en Tierra de Campos, lugar que tuvo cierta importancia en la época como centro especializado en la fabricación de herramientas y utillaje de hierro, realizó su aprendizaje en el taller de Fadrique de Basilea del que llegó a ser oficial mayor.
Es poco lo que se conoce de su vida. Las primeras noticias que se tienen son de septiembre de 1517, cuando figura como testigo en la aceptación de su maestro para la impresión de las obras del Tostado, a solicitud de los reyes. Igualmente con fecha de 4 de septiembre de ese mismo año, figura como yerno de Fadrique Biel. Es posible situar la boda con la hija del dueño de la imprenta, Isabel de Basilea, en el verano de 1517, momento a partir del que se produce un cambio de titularidad progresivo de la imprenta, asumiendo las responsabilidades Alonso de Melgar, aunque no como consecuencia del fallecimiento de Fadrique, que no se produjo hasta finales de 1518 o principios de 1519.
Este proceso quedará plasmado en la desaparición del nombre del maestro en los colofones ya en la primera mitad de 1518, afianzándose en el verano de ese año, y coincidiendo, probablemente con el nacimiento del primer hijo del matrimonio, pues ya el 28 de agosto, en el Tractatus sacerdotales de ecclesiasticis sacramentis de Nicolás de Plove aparece ya explícitamente a expensas de Alonso de Melgar.
A partir de ese momento, Alonso de Melgar irrumpe con fuerza en la escena editorial castellana y su producción puede calificarse de abundante. Fueron setenta y siete las ediciones que publicó en los escasos ocho años en los que dirigió el taller antes de su fallecimiento.
Se caracterizó sobre todo por su preferencia por la literatura en castellano, con especial interés por la literatura de creación, que representa aproximadamente el 45 por ciento de sus impresiones. Retoma autores y títulos que habían sido tradicionales en la historia de la imprenta, sin olvidarse de la impresión de pliegos sueltos en verso y obras teatrales.
Otra faceta destacable es su participación en el intento de conseguir la exclusiva en la edición de textos legales, intento que se verá reforzado con la edición de las Ordenanzas Reales y posiblemente este mismo año de 1518, con el las Leyes de Hermandad y las Leyes de Toro.
La celebración de las Cortes de Valladolid el año de 1523, le dará la oportunidad de hacerse con el negocio de la publicación de los cuadernos de peticiones y de las leyes con las disposiciones establecidas en ellas.
Conseguía así uno de los negocios más rentables, el de la edición de textos y disposiciones legales, del que se beneficiaron también primero su viuda y después su sucesor. Gracias a esta situación incorporó una de las características más representativas de sus impresos: el escudo xilográfico de las armas reales de la reina Juana, que será reutilizado por Juan de Junta en la reedición de estos textos.
Intentó también hacerse con el negocio de la impresión de las bulas del Monasterio de Nuestra Señora del Prado, en Valladolid, obteniendo el privilegio para ello. Así queda expresado en un documento en el que a solicitud de los herederos de Arnao Guillén de Brocar —que poseía el privilegio entre los años 1512 a 1519— se confirma para éstos su disfrute después de que Melgar renunciara a sus derechos a favor de Miguel de Eguía, Juan y Pedro Brocar.
A mediados del año 1522 se aprecia un cierto desbarajuste en las cajas de Melgar, dando indicios de haber sido mezcladas y adulteradas. Parece ser que en estas fechas está más volcado en las actividades editoriales que en las de la imprenta.
El taller se mantuvo siempre frente a la Catedral, en el lugar en el que lo instaló Fadrique de Basilea, estableciendo allí su vivienda. Tuvo dos hijos, Hernando y Tomás. No hay datos tampoco sobre la causa de su muerte que parece que se produjo de forma repentina en septiembre de 1525. Al mes siguiente Isabel de Basilea se declaró viuda al otorgar una escritura con fecha 20 de octubre como administradora de sus bienes y los de su hijo.
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Isabel Moyano Andrés