Rivera, Pero Afán de. Perafán de Rivera. Castilla, c. 1505 – México, c. 1575. Conquistador, gobernador y capitán general de Costa Rica.
Descendiente del linaje del duque de Alcalá, llegó a América en 1519. En Centroamérica, su presencia se registra en 1527 en la provincia de Honduras, donde desempeñó cargos públicos de importancia como teniente gobernador de la ciudad de Trujillo, entonces capital y asiento principal del comercio y las comunicaciones de esa provincia con España. En Trujillo, contrajo matrimonio con Petronila de Paz y procreó tres hijos varones: Diego, Pero Afán y Rodrigo, quienes compartieron con él labores de conquista.
En 1556, viajó a España y fue nombrado por el rey Felipe II intendente de Minas de Guanajuato en la Nueva España. No obstante, la documentación histórica indica que Perafán de Rivera mantuvo activos sus nexos con Honduras, pues en 1559, cuando fue saqueada la ciudad de Trujillo por corsarios franceses quedó arruinado y para indemnizarlo y recompensar sus servicios la Corona designa el 19 de julio de 1566 a Rivera gobernador y capitán general de Costa Rica.
Dos años después, el nuevo gobernador llegó a Costa Rica desde Trujillo con toda su familia, cuarenta soldados y más de cuatrocientas cabezas de ganado vacuno de la Choluteca. Perafán de Rivera entró a Costa Rica por Nicoya y Chomes. A su llegada, la provincia se hallaba en rebeldía. Los indios del Valle del Guarco, los de Turrialba y otros pueblos se habían confederado para acabar con la vida del alcalde mayor Pedro Venegas y recobrar la libertad. El nuevo gobernador afamado por ser hombre férreo y codicioso logró dominar muy pronto la rebelión e iniciar el control del territorio y sus gentes. En 1568 fundó la ciudad de Aranjuez en las márgenes del río del mismo nombre y habilitó la boca de este río como el Puerto de La Ribera, en el Pacífico Norte. El 12 de enero de 1569, compelido por algunos vecinos y contraviniendo la legislación existente, decretó el repartimiento de encomiendas de indios. Con la complacencia de unos, la crítica de otros y la protesta de los que recibieron poco o ningún beneficio, Perafán de Rivera pasó a la Historia como el artífice de la encomienda en Costa Rica.
El 20 de septiembre de 1569, el gobernador junto con vecinos importantes de Cartago, solicitó el nombramiento del licenciado Antonio Ramón como obispo de Nicaragua. La gestión fue poco exitosa, por cuanto se designó como nuevo prelado a fray Gómez Fernández de Córdova, consagrado a su diócesis en 1571. Además, Rivera fue quien otorgó los primeros títulos de merced de tierras en la provincia de Costa Rica, como lo manifiesta el título librado por el gobernador en Barba el 30 de octubre de 1569, en beneficio de Álvaro de Acuña.
En enero de 1570, y no obstante tener cerca de ochenta años de edad, emprendió la expedición hacia el río de la Estrella en busca de los lavaderos de oro descubiertos siete años antes por Vásquez de Coronado y con el propósito de fundar ahí una ciudad.
En su viaje lo acompañaron su esposa e hijos, Diego, Perafán y Rodrigo, un numeroso contingente de soldados y cargueros indios dotados de alimentos, ropas, ganados mayores y menores. La expedición pasó por varios poblados como Corrosí, Atirro, Tayutic, Chirripó, Auyaque, Moyagua, Tariaca, Cirure y Cicuas, entre otros. Al llegar al río de la Estrella, encontraron que los indios habían huido después de quemar sus palenques y cosechas y por este motivo tuvo que continuar hasta la bahía de Almirante en busca de víveres. Al cabo de varios meses logró atravesar la cordillera hacia el Pacífico, lo que hizo a costa de trabajos inauditos. El 6 de marzo 1571, fundó la ciudad de Nombre de Jesús con sus dos puertos: Coronado en el Golfo de Osa y el otro en la vega del río Térraba. Como consecuencia de la larga travesía y las múltiples dificultades del viaje falleció su esposa en la recién fundada ciudad de Nombre de Jesús, de muy corta existencia.
En 1572, regresó el gobernador a Cartago, donde aseguran sus biógrafos, los vecinos lo creían muerto con todos sus expedicionarios. En la ciudad reinaba gran incertidumbre porque se desconocía el paradero del gobernador y profundo malestar contra el capitán Antonio Pereyra, designado por Perafán de Rivera su teniente gobernador al ausentarse de la ciudad. La gravedad de la situación fue conocida por la Audiencia de Guatemala, que comisionó a Hortún de Velasco para investigar los hechos y tomar las providencias del caso. En tanto se resolvía esa situación, el gobernador trasladó, en 1572, la ciudad de Cartago al valle de Mata Redonda, hacia la región occidental, motivado por la importancia que había cobrado el istmo de Panamá como eje central del sistema de galeones y encrucijada comercial. Perafán de Ribera, frustrado por la pobreza de la Provincia, abandonó la gobernación en 1573 y se marchó a México, donde fue nombrado en 1574 alcalde mayor de Zapotitlán.
Bibl.: R. Fernández Guardia, Diccionario biográfico de Costa Rica, San José, 1941; R. Obregón Loría, Las autoridades coloniales superiores de Costa Rica, Costa Rica, Universidad, 1971; R. Fernández Guardia, Cartilla histórica de Costa Rica, San José, Lehmann Ediciones, 1974; R. Fernández Peralta, Pero Afán de Rivera, Gobernador y Capitán General de Costa Rica, San José, Instituto Geográfico Nacional, 1974.
Margarita Silva Hernández