De modesta extracción, sus brillantes estudios le llevaron a obtener una beca en el flamante Colegio Español de Roma para doctorarse en Filosofía en la Universidad Gregoriana, logrado ulteriormente el mismo grado en Cánones y Teología en el seminario central de Tarragona, en el que ejerció la docencia con gran reputación de teólogo y canonista. Recibió el presbiterado en Roma, de manos del cardenal Parochi, vicario general de León XIII. Canónigo doctoral de la mitra murciana, fundó en la ciudad del Segura el acreditado periódico La Verdad, así como su Círculo de Estudios Sociales, en la onda del movimiento apostólico animado por Ángel Herrera, en el que habría de destacar como uno de sus principales dirigentes eclesiásticos. Canónigo y vicario capitular de la sede valentina, fue estrecho colaborador del arzobispo Guisasola, quien, al ser nombrado para regir la sede primada, lo designó como su auxiliar, con el título de obispo de Dorylaeum —22 de febrero de 1915—. Poco después de la muerte del cardenal asturiano, fue designado para regir la mitra ovetense —30 de noviembre de 1921—, en la que desplegó un intenso apostolado social, apostando por un sindicalismo de clase, como su deán y amigo Martínez Arboleya. [...]