Sáez González, Martín. Laredo (Cantabria), 1923 – Madrid, 25.X.1989. Pintor.
Los primeros años de su infancia transcurrieron en Laredo, hasta que hacia 1930, la familia Sáez González se trasladaba a vivir a Madrid. Hermano del también pintor Fernando Sáez, se educaron en un ambiente liberal y sensibilizado con el mundo artístico. Comenzó su formación académica a principios de la década de los años cuarenta, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1951 realizaba dos exposiciones individuales, en el Ateneo de Gijón (Asturias) donde presentaba dibujos; y en la Galería Estilo de Madrid, donde mostró por primera vez óleos. Ese mismo año, expuso en una colectiva en la Sala Tárraga de Madrid. En 1951 participaba en la I Bienal Hispanoamericana de Arte, en la que obtuvo el primer premio La Moda en la Pintura de la Academia Breve de Crítica de Arte y el premio en el Salón de los Doce de Madrid. En 1953 participó en la II Bienal Hispanoamericana de Arte, celebrada en La Habana (Cuba). Al año siguiente, expuso de forma individual en Biarritz (Francia) y recibió el primer premio IV Concurso Nacional de Pintura de la Revista Arte y Hogar de la Dirección General de Bellas Artes por su obra Retrato de una niña. En 1956 tuvo lugar en el Ateneo de Barcelona una exposición individual. Hacia 1958 tomaba contacto con muchos de los pintores de la denominada Escuela de Madrid (Faraldo, García Ochoa, Martínez Novillo, etc.) y participó en numerosas exposiciones colectivas en España, así como en diversos países (Arte español contemporáneo, en Biarritz; Pintura Española, en la Embajada de España en Lisboa; Pintores Españoles, en Buenos Aires; Pintores y Grabadores Españoles, en Munich; Pintores Europeos, en Estocolmo; Joven Pintura, en Bogotá, Escuela Española, en la Galería Charppentler en París; IV Salón de Pintura, Escultura y Dibujo, en Saint Quent; Homenaje a Picasso, en París; Arte Español, en Auvervillier; Pintores Españoles, en Toulouse; Dibujos de Pintores Españoles, en la Galería Cercle d´Arts, París, etc.). Ese año estuvo marcado por una gran actividad artística y expositiva, pero sobre todo suponía el fin de una primera etapa en su trayectoria pictórica, etapa de formación (1941-1958) que está caracterizada por la realización de pinturas siguiendo los cánones tradicionales, pero con una marcada evolución técnica y de concepto, siempre modernizadoramente figurativa y hasta protoinformalista, entrando en contacto con la Escuela de Madrid. Sus obras manifiestan un gran dominio y perfeccionamiento del dibujo –es un excelente dibujante–, gran retratista –retratos alejados del academicismo, en una línea poscubista–, figuración próxima a Modigliani en influencia reconocida por Sáez y que es apreciable en títulos como La mujer del pintor (1953) o de Picasso en otras composiciones de figuras estilizados como Velada Musical o Concierto de Arlequines; del mismo modo que se aprecian influencias-referencias (en sus retratos) de Manguin y de Van Dongen. Destacan también las composiciones de naturalezas muertas, temas tratados a lo largo de toda su trayectoria que desarrolla por ser más comerciales, pero siempre con un enfoque muy personal.
El año 1959 marca el inicio de su etapa de cambio, de madurez, de dirección, de liberación de influencias para manifestar su modo propio, resultado de una consolidación de conceptos pictóricos. En principio continuaba realizando retratos y naturalezas muertas, pinturas fundamentadas en un buen dibujo, pero no basa su pintura en el dibujo, sino que pone este al servicio de aquella, realizada mediante una pincelada larga y gestual. En este año se trasladó a Ámsterdam (Holanda), donde expuso individualmente en la Galería Harem. Comenzó a realizar una figuración más abstractizante, con fuerte predominio del gesto, en amplias pinceladas ricas en materia, de clara conexión con el informalismo (Retrato, 1960). Participó en una exposición colectiva en New York, en 1960, impulsado por la Galería Kreisler, Madrid.
Tras casi tres años de residencia en Ámsterdam, en contacto con los postulados artísticos internacionales de vanguardia, regresaba a Madrid en 1962. Este mismo año obtuvo una beca de la Fundación Juan March para trabajar en París trasladándose a continuación a la capital francesa, donde permaneció hasta 1972. Sin perder contacto con Madrid, en estos años realizó numerosas exposiciones individuales: Galería Sieck, París (1965); en Niddoux Dallas y en Barbisaon, New York, (Estados Unidos) (1966); Galería Kreisler de Madrid (1968); Galería Kresisler Dos de Madrid (1972); así como diversas exposiciones colectivas en París, Madrid, Valladolid, etc. (entre 1968 y 1973). Las pinturas de este período dejan patente el cambio: a las influencias de Bacon, del expresionismo, fauvismo o postimpresionismo, hay que añadir la conexión e integración en la Plastique Epouvant (Pintores del Horror), en la que lo espantoso y lo lírico aparecen como aliados, y el surrealismo y el expresionismo fusionados, suponiendo una vuelta al Romanticismo. El tratamiento de la figura humana prevalece sobre el de la naturaleza muerta (que mantiene, en menor significación): figura humana aislada, anónima, procedente de ambientes marginales, –prostitutas, travestidos, homosexuales–, personajes de perfiles remarcados y sobre fondos planos, de dos o tres colores en amplios campos horizontales, delimitados por una línea contrastada, personajes realizados con un sentido crítico, existencialista (El falangista. Si no te gusta lo que ves, arráncate los ojos, 1968; Deliranta Capitán, 1968; La viuda del Director General, 1968; Personaje en azul, 1969; Doctor, 1970; Strip-teaseur, 1971; Actor, 1971, o Crespúsculo, hacia 1971).
En 1972 regresó a Madrid, instalándose por un período de seis años. En 1974 expuso en la Galería Cervantes de Santander. Poco después, participaba en distintas colectivas en la Galería Trazos y Galería Besaya ambas de Santander, Galería Kreisler Dos de Madrid, Rojo y Negro de Madrid, en la IV Feria Internacional de Arte Basilea (Suiza), en el Museo Real de Arte Contemporáneo de Bruselas (Bélgica) o en el Museo de Arte Contemporáneo de Múnich (Alemania), etc. En estos años comenzó a realizar pinturas de paisajes, paisaje interpretado siempre, a base de amplias masas de color y líneas que contornean las formas, paisajes del norte y sobre todo de Cantabria (Contraluz, 1973; Belortos, 1973). Hacia 1974 acentúa el expresionismo en sus figuras, sobre iconografía de personajes de rasgos característicos, distorsionados físicamente y cargados de melancolía, provenientes del mundo del espectáculo, de la marginación, representados en actitudes provocativas (Macho cabrío, 1974; Cabeza de perfil, 1974; Desnudista, 1975; Desnudo boca arriba, 1975; Travesti, 1976; Samurai, 1976; Personaje II, 1976).
Entre los años 1978 y 1979 residió en Londres y en Nueva York. Las pinturas de estos años presentan un mayor nerviosismo en la pincelada, tanto de los fondos como de las figuras, paisajes y naturalezas muertas abandonando la plenitud de los fondos y alcanzando un mayor nexo con el expresionismo alemán (Jet Society y La Capitana, ambas hacia 1979; Puerto de Laredo, 1979; Bahía de Santoña, 1979; New York, 1979; Molinillo y fruta, 1979). Desde 1980 pasó a residir definitivamente en Madrid, aunque siguió realizando distintos viajes. Con frecuencia viajaba a Cantabria, y fruto de estos viajes fue el mayor protagonismo del paisaje en sus pinturas, siguiendo la línea expresionista ya trazada. Alterna el tema del paisaje con el de las amazonas, los niños prostituidos (Mami, 1980; Amazona III, 1981; Amazonas III, 1982; Punk, 1982; Margarita, 1983; La Sueca, 1988). En 1980 formó parte de las exposiciones colectivas 11 Pintores Cántabros de la Galería Boticelli de Santander y Pintores Montañeses del Centro Cultural de la Villa de Madrid. En 1982 expuso en la Galería Kreisler Dos de Madrid, en una itinerante y colectiva de las Cajas de Ahorros Confederadas y en la Bienal de Cáceres. En 1988, tuvo lugar en la Sala de la Cámara de Comercio de Santander la exposición titulada Martín Sáez. Retrospectiva de los años 50 a los 80; este mismo año, realizaba el cartel para el FIS en su XXXVII edición.
El 25 de octubre de 1989, Martín Sáez fallecía en Madrid. Al año siguiente, la Casa de Cultura Doctor Velasco de Laredo (Cantabria) organizó una exposición retrospectiva-homenaje, que reunía una importante selección de sus obras, bajo la responsabilidad de su amigo y galerista Jorge Kreisler. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento decidió denominar al Centro de Educación Especial, colegio Martín Sáez. Asimismo, se le rindió homenaje en Cabezón de la Sal (Cantabria), en la Decimoséptima Exposición Homenaje a Artistas Montañeses. En 1992 tiene lugar en el Museo de Bellas Artes de Santander una exposición retrospectiva-homenaje, Martín Sáez (1923-1989). Las obras de Martín Sáez se hallan muy dispersas en colecciones privadas de diversos países y en colecciones públicas: Museo de Bellas Artes de Santander, Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de Arte Moderno de Dallas (USA), Museo de Arte de Los Angeles (USA), Museo de Arte Moderno de Missouri (USA) o Museo del Palacio de Elsedo en Pámanes (Cantabria), entre otros muchos.
Obras de ~: Retrato, 1960; Clown, 1968; Actor, 1971; Belortos, 1973; Macho cabrío, 1974; Desnudista, 1975; Desnudo boca arriba, 1975; Travesti, 1976; Mami, 1980; Liendres, c. 1988.
Bibl.: L. A. Salcines, El arte como comunicación, Santander, 1977; S. Carretero Rebés y C. García Garcia, Martín Sáez. (1923-1989), Santander, Museo de Bellas Artes de Santander, 1992.
Salvador Carretero Rebés
