Arteaga Yánez de Zufía, Joaquín de. Arbeiza (Navarra), 1670-1672 – ?, m. s. XVIII. Consejero del Consejo Real de Navarra.
Nació entre los años 1670 y 1672. Descendiente primogénito del linaje de los Arteaga y dueño de la casa del mismo nombre en Arbeiza (valle de Allín), era hijo de Fermín de Arteaga y Dicastillo y de María Francisca de Zufía, y sobrino de Joaquín de Arteaga y Dicastillo, oidor del Consejo Real durante más de veinte años en el siglo XVII.
Fue colegial huésped del Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, donde se licenció en Cánones.
Llegó a ser catedrático de Prima en esa misma facultad.
El 20 de octubre de 1707 fue nombrado alcalde de Corte en una plaza que abandonaba Francisco Díez de Ulzurrun, por haber sido promocionado a oidor del Consejo de Navarra.
Participó activamente, con varias comisiones del Consejo, en los preparativos en Navarra para la Guerra de Sucesión. Apenas un mes después de tomar posesión de su cargo, fue enviado para que velase por el buen tránsito del duque de Orleans por Navarra, desde Pamplona hasta la frontera con Francia.
Volvió a acompañarle en dos ocasiones más: en abril de 1708, desde el Baztán hasta Pamplona, y en noviembre de ese mismo año en el camino de vuelta de Pamplona al Baztán. Sus funciones eran principalmente velar por el mantenimiento de los carruajes y el buen acondicionamiento de los caminos.
El 16 de noviembre de 1708 se encargó de embargar y preparar el equipamiento de víveres y municiones de las caballerías, que se condujeron desde Francia para socorrer a la ciudad de Jaca del cerco que sufría por parte de los austracistas. Condujo, además, ese avituallamiento desde San Juan de Pie de Puerto —capital de la Baja Navarra— hasta la ciudad alta aragonesa, por la ruta Burguete-Aoiz-Sangüesa.
Se encargó, también, de tener a punto pan, vino, cebada y todo lo demás necesario para las tropas de caballería del marqués de Roel y el barón de Huarte y para doscientos paisanos, que alistó e incorporó al ejército.
Inmediatamente después, a principios de diciembre de 1708, pasó a alistar a fuero a la gente de la merindad de Estella, Principado de Viana y Condado de Lerín.
Más tarde, marchó a la montaña navarra, donde se dedicó a embargar caballerías para conducir víveres y municiones al ejército.
En 1711, cuando el rey Felipe V estuvo viviendo en Corella, Arteaga permaneció en esta ciudad de la Ribera entre cinco y seis meses, procurando que hubiera camas y abastos en abundancia para la Corte.
En todas estas comisiones se mantuvo con su propio dinero.
El 5 de junio de 1714, por una real cédula firmada en El Pardo, Felipe V le concede una plaza de oidor del Consejo Real de Navarra, en lugar del mismo Díez de Ulzurrun, a quien había sustituido en la Corte. Permaneció en esa plaza treinta y cinco años, siendo oidor decano del tribunal durante buena parte de ese tiempo.
En un auto de 15 de agosto de 1716 se quejaba de que desde el 30 de septiembre de 1715 se le adeudaban 30.401 reales y 21 maravedís, y que en 1743 aún no se le habían abonado.
En noviembre de 1727 envió una petición al rey para que se reconstruyera su casa de Arteaga como palacio cabo de armería en virtud de sus servicios a la Corona. Esta merced le fue concedida por Felipe V el 12 de diciembre de ese año.
En 1744 fue el encargado de realizar la fe de erratas que se adjuntó al cuaderno de leyes de las Cortes de ese año.
A finales de 1748, la Diputación pidió a la Cámara que nombrara otro consejero en su lugar, pues, debido a su avanzada edad, apenas asistía a las reuniones del Tribunal navarro. La Cámara pidió informes al Consejo Real el 13 de enero de 1749. Tras recibir estas informaciones, el Rey expidió el decreto de jubilación el 5 de agosto de ese año, aunque ya el 10 de julio había nombrado para sustituirle a José Ignacio Colmenares.
El linaje de los Arteaga proviene del palacio y casa solar de los Arteaga en Vizcaya, cerca de Guernica.
La rama navarra de esta familia se asentó desde antiguo en Arbeiza, valle de Allín, merindad de Estella, donde se hallaba en la Edad Moderna la casa solar de esta rama.
La nobleza de esa casa ya queda patente en 1666. A raíz de una petición del Monarca de un donativo de dos mil reales de plata de Navarra, Juan de Arteaga, abuelo de nuestro consejero, consiguió la exención de cuarteles, alojamiento de tropas y demás cargas reales, por su notoria calidad de hidalgo no sólo por la casa de Arteaga, sino también por otra que tenía en Zubielqui, en el mismo valle de Allín.
Como se ha visto, el propio Joaquín pidió, en 1527, que la casa solar fuera incluida entre las de cabo de armería, propósito que consiguió. El memorial, después de anotar todos los méritos de la familia, ofrece trescientos reales de a ocho como donativo (en los que iba incluida la media anata) por la obtención de esa merced.
Se acompañó el memorial de Arteaga de un informe de un consejero de la talla de Joaquín de Elizondo (11 de diciembre del 1727) en el que se manifiesta en favor de la concesión por cumplir la casa solariega y el linaje todos los requisitos requeridos. Según Elizondo, eran tan claras las pruebas que la Diputación no se opondría ni el Consejo podría negar la sobrecarta.
En nombre del Rey, Antonio José Cepeda, regente en funciones de virrey, erigió la casa de Arteaga en palacio cabo de armería el viernes 12 de diciembre, confirmando la exención de cuarteles y el goce de todos los honores y prerrogativas que conllevaba el título.
El documento lo ratificaron Elío, Isunza, Leoz, Angulo y Elizondo, es decir, todos los consejeros, a excepción del interesado. Consta ya el palacio como cabo de armería en la nómina del siglo XVIII.
La familia de su madre, Yániz de Zufía, provenía de la casa solar de ese apellido en Zufía. En 1727 era dueño de la casa Martín de Eraso, emparentado con María Francisca Yániz de Zufía.
Los López de Dicastillo eran señores de la casa solariega de ese nombre en Dicastillo, cuyas armas eran las siguientes: de gules con tres castillos de oro, dos en jefe y uno en punta.
Los Remírez de Ganuza —familiares de su abuela— constituían otro de los linajes ilustres de Zufía. Su casa blasonada, denominada con el apellido de la familia, tenía categoría de palacio cabo de armería.
En 1538, Juan Remírez de Ganuza había conseguido mantener la exención de cuarteles en un pleito contra el receptor de la merindad de Estella. Sentencia favorable que repetiría el Consejo en 1601 a su viuda Ana Saez de Vicuña. En 1723, el palacio de Ganuza pertenecía a Juan Fermín de Urra. Su escudo era de azur con ocho castillos de plata, puestos en sotuer.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 6396. Informes del regente de 1709, 1713 y 1716; Consejos, lib. 536, fols. 202 y 293; Archivo General de Navarra, Fondo Archivo del Reino, Negocios eclesiásticos, leg. 4, carp. 15; Mercedes reales, libs. 33 y 38, fols. 235 y 536, respect.; Códices Forales, leg. 1, carp. 60; Archivo Secreto, tít. 10, fajo 2, n.º 8; Mercedes reales, libro 38, fol. 536.
J. J. Martinena, Palacios cabo de Armería, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1977, pág. 5.
José María Sesé Alegre