El cronista e historiador Serapio Múgica (también escrito Mújica) quedó huérfano de padre (Pedro Nolasco Mújica, abogado y escribano) y madre (Carlota Zufiria) a los diez meses de edad, debido al cólera morbo que azotó Guipúzcoa en 1855. Tras cursar el bachillerato en Vergara, hizo varios cursos de Derecho en Zaragoza interrumpidos por la Segunda Guerra Carlista.

Casado con una prima lejana, Ignacia Múgica, de la que tuvo cinco hijos (entre ellos Gregorio Mújica, prosista notable, autor de la Monografía Histórica de Éibar, y José Múgica, abogado y autor del libro Carlistas, moderados y progresistas. Claudio Antón de Luzuriaga), le fue encomendado por la Diputación Provincial de Guipúzcoa la tarea de ordenar y asegurar la conservación de los archivos municipales guipuzcoanos. A ello dedicó toda su larga vida, una labor pionera, que tuvo buenos continuadores. Del estudio de los viejos documentos y expedientes, para clasificarlos y archivarlos debidamente, Serapio Múgica extrajo datos y noticias muy interesantes, a veces obras inéditas enteras (destaca el manuscrito en tres volúmenes de la Noticia de las Cosas Memorables de Guipúzcoa obra del jurista Pablo Gorosabel), que resultaron ser esenciales para el conocimiento del devenir histórico de, o en, Guipúzcoa. [...]