Penayo de Castro, Carlos. Asunción (Paraguay), 1710 – Yaguarón (Paraguay), 1772. Maestro de obras.
Artífice de la obra del templo colonial de Yaguarón.
Hijo primogénito del sargento mayor Rafael Penayo de Castro, vecino feudatario de la misma ciudad, y de María Ana de Rojas Aranda. Fueron sus abuelos paternos el sargento mayor Alonso Penayo de Castro, asturiano, nacido alrededor de 1637 y avecindado en Villa Rica hacia 1664, donde tuvo encomienda y fue alcalde de la Santa Hermandad y más tarde de Asunción, donde igualmente fue encomendero, y María Cantero. Los maternos, el capitán Isidro de Rojas Aranda, descendiente del gobernador Irala, y María de Servín, sobrina del doctor José Bernardino Servín.
Su familia, de mucha raigambre en el país, principalmente los Rojas de Aranda, tuvo meritoria actuación en el Cabildo, en las expediciones al Chaco y a los campos de Santiago de Jerez y en el movimiento comunero, pues el padre cumplió comisiones de confianza durante el gobierno de Antequera y desde comienzos del siglo XVIII parece haberse radicado en el medio rural, en un amplio feudo en el valle de Pirayú, adquirido por el abuelo paterno hacia 1690.
Carlos Penayo de Castro fue alumno del Colegio Montserrat de Córdoba en 1729, diez años más tarde ya era cura propietario de la reducción franciscana de Yaguarón, entregada al clero secular desde comienzos del siglo XVII. Fue comisario del Santo Oficio de la Inquisición para los pueblos del interior y provisor y vicario general del obispado. Su labor más destacada la desarrolló entre los indígenas de Yaguarón quienes lo conocían, según la tradición, como Pa‘í Caró, por guaranización de su nombre. Por sus títulos, sus aptitudes y sus vinculaciones pudo haber aspirado a dignidades y prebendas en el Paraguay, o en otros territorios, sin embargo prefirió permanecer casi en el anonimato en su referido pueblo, empeñado totalmente en la atención espiritual y más tarde se encargó de la administración de temporalidades de la comunidad. Bajo su gestión y desde 1750, Yaguarón se convirtió en centro de producción del tabaco negro, rubro agrícola que junto con sus estancias y otros bienes hicieron posible la renovación del templo. Éste se había proyectado inicialmente con paredes portantes y bóveda de material cocido, pronto se destacó el criterio realista del doctor Penayos y se lo construyó al estilo del país con estructuras de maderas duras, techo a dos aguas y artesonados planos y de falsa bóveda, pero todo de grandes proporciones, de la mayor magnificencia.
Para el retablo del altar mayor se contrató al tallista portugués José de Sosa Cavadas, el artífice de la capilla de San Roque de los terciarios franciscanos de Buenos Aires y que al parecer también trabajó en el Paraguay los retablos de Capiatá y Valenzuela.
La obra es exclusiva del clero secular ya que los franciscanos que fundaron dicho pueblo la entregaron al obispado a comienzos del siglo XVII. Comenzó en 1755, según se indica en una piedra que antes estaba cerca del basamento en un ángulo de la pared delantera y hoy se halla colocada a un costado de la puerta principal, y se concluyó en 1772, a tiempo para que el doctor Carlos Penayos de Castro fuera allí sepultado.
El retablo del altar mayor, aparte de constituir la más rica e importante manifestación del barroco colonial paraguayo que se conserva, tiene un alto valor didáctico para la catequesis del indígena, pues todos sus elementos se hallan correlacionados de tal modo que transmiten un mensaje y una enseñanza a una población iletrada. Durante el gobierno de Carlos Antonio López, en 1854 y por su orden, los dos altares laterales de dicho templo fueron conducidos en catorce carretas hasta Ybyray para dar realce y majestuosidad a la iglesia que mandó construir muy cerca de su casa en el barrio Trinidad, de Asunción. A pesar de los reiterados pedidos de la comunidad de Yaguarón a las autoridades civiles y eclesiásticas, no se han devuelto los dos altares laterales arrebatados desde hace más de siglo y medio al templo construido por el doctor Carlos Penayos de Castro.
Bibl.: J. F. Aguirre, Diario del Capitán de Fragata D. Juan Francisco Aguirre, t. II, 2.ª parte, Buenos Aires, Imprenta de la Biblioteca Nacional, 1950; E. Cardozo, Historiografía Paraguay.
I. Paraguay Indígena, Español y Jesuita, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1979; R. E. Velásquez, “Clero Secular y Evangelización en el Paraguay Colonial”, en La Evangelización en el Paraguay. Cuatro Siglos de Historia, Asunción, Ediciones Loyola, 1979; M. Durán Estrago, Presencia Franciscana en el Paraguay. 1538-1824, Asunción, Biblioteca de Estudios Paraguayos de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, 2005 (2.ª ed.).
Margarita Durán Estrago