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Adrián Cornejo Cortés

Biografía

Cornejo Cortés, Adrián. Córdoba (Argentina), 1610 – 2.X.1677. Sacerdote, defensor de los indígenas.

Nació en Córdoba del Tucumán en 1610, hijo del capitán Adrián Cornejo, natural de Cuyo, y de Catalina Cortés, cordobesa. Nieto del capitán Pedro Moyano Cornejo, compañero de Valdivia en la conquista de Chile y uno de los fundadores de la ciudad de Mendoza.

En su ciudad natal fue vicario y juez eclesiástico y antes había ocupado el curato de Calchaquí. Por considerarlo muy versado en Teología y Derecho, el obispo del Tucumán le otorgó una canonjía en la catedral de Charcas. En 1656 se hizo cargo del gobierno eclesiástico del Paraguay por vacancia de la silla episcopal luego de la salida del obispo fray Bernardino de Cárdenas.

Mientras practicaba la visita de los curatos de Villarrica y su distrito, se produjo el levantamiento de los indígenas de Arecayá en 1660. De inmediato recogió informes sobre lo acontecido y pidió clemencia para los prisioneros. No satisfecho de su actuación, acudió ante el gobernador Alonso Sarmiento de Figueroa para sostener la falsedad del cargo de idolatría.

Afirmó que los indígenas del lugar eran cristianos “bien arraigados en las cosas de nuestra santa fe y no idólatras como se les dice [...] si bien se levantó una voz nacida de odio y de pasión contra don Rodrigo, cacique principal de la encomienda del capitán Francisco de Vega que padeció entre los demás muerte de horca” y agregaba que como resultado de su visita practicada por él personalmente, abrigaba la convicción de que no había existido la tal idolatría, ni indicios siquiera de ella.

Antes de los sucesos de 1660, Cornejo ya había hecho sentir su voz a favor de los indígenas desvalidos, así lo señaló bajo juramento el escribano Fernández Ruano al afirmar que lo sabía por fuentes responsables “que el señor doctor Adrián Cornejo, Gobernador Eclesiástico de este Obispado, les dio a entender a los indios del pueblo de Arecayá, en la visita que en él hizo, que eran libres como cualquier español y que, aunque dicho señor Gobernador les fuese a visitar con suma de españoles, no se les diese nada, ni creyesen cosa en contrario, porque ellos estaban en sus tierras y los españoles eran advenedizos a ellas y no de mejor calidad”.

También el cabildo le atribuyó acusaciones contra los encomenderos por haber dicho de ellos que eran “lobos sedientos de la sangre de los indios”. Cornejo admitió delante del Rey haber dicho a esos indios que eran libres como los españoles, “pues no hay cosa más encargada por Vuestra Majestad. En muchas cédulas, que el amparo de los indios” y al proceder así se basaba en lo acordado en el Concilio de Lima.

A mediados de 1661, cuando estaba de regreso de la visita general del obispado, halló su autoridad menoscabada por versiones que difundía el deán Gabriel de Peralta, relativas a que en Roma se habría declarado nula la jurisdicción del obispo Cárdenas, su comitente. Por ese motivo y tras siete años de actuación en el Paraguay, terminaba sus funciones el doctor Cornejo.

Cuando posteriormente se pudo rehabilitar a los indígenas de Arecayá —los que se salvaron de la horca— se recordó una vez más los méritos de Adrián Cornejo. El obispo franciscano Gabriel de Guilléstigui lo encontraba digno de cualquier obispado al recomendarlo a la Reina Gobernadora.

De regreso a su ciudad natal, estuvo al frente de la catedral. Socavados los cimientos del templo debido a una inundación, murió a causa del derrumbe el 2 de octubre de 1677. Rafael Eladio Velásquez lo reconoce como “campeón de la causa del indio y defensor de su noción de justicia contra toda suerte de adversidades”.

 

Bibl.: E. Udaondo, Diccionario Biográfico Colonial Argentino, Buenos Aires, Editorial Huarpes, 1945; J. F. Aguirre, Diario del Capitán de Fragata D. Juan Francisco Aguirre, t. II, 2.ª parte, Buenos Aires, Imprenta de la Biblioteca Nacional, 1950; R. E. Velásquez, “Rebelión de los indios de Arecayá, en 1660. Reacción Indígena contra los Excesos de la Encomienda en el Paraguay”, en Revista Paraguaya de Estudios Sociológicos (Asunción), año 1 n.º 2 (1965); J. L. Mora Mérida, Historia Social del Paraguay 1600-1650, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1973; W. Priewasser, El Ilustrísimo don fray Bernardino de Cárdenas, Asunción, Academia Paraguaya de la Historia-Fondo Nacional de la Cultura y las Letras, 2000.

 

Margarita Durán Estrago

 

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