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Isabel Álvarez Montes

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Biografía

Álvarez Montes, Isabel. Duquesa de Castro Enríquez. Madrid, 29.V.1848 – 23.II.1915. Aristócrata.

Fue hija de Ángel Juan Álvarez Alonso, I marqués de Valderas —título que heredó—, secretario particular de Isabel II, y de Susana Montes Bayón, I condesa de la Santa Espina. Nació en el Palacio Real y fue su madrina de bautismo la reina Isabel II.

En 1864 fue pintada por Bernardo López García, con traje blanco y aderezo de esmeraldas.

Casó el 8 de diciembre de 1867, en el oratorio particular del domicilio de su tía la duquesa de Castro Enríquez, Grande de España —título que heredó—, marquesa viuda de Gaviria, en la calle del Arenal de Madrid con José María Arróspide Marimón, marqués de Serdañola, conde de Plasencia y de la Revilla, Grande de España, gentilhombre de Su Majestad con ejercicio, doctor en Derecho, natural de Barcelona.

La ceremonia fue oficiada por fray Cirilo, cardenal de Alameda y Brea, arzobispo de Toledo, primado de las Españas, y fueron sus padrinos Sus Majestades los Reyes, representados por la duquesa de Castro Enríquez y Manuel Pavía y Lacy, marqués de Novaliches.

En 1867 volvió a ser pintada por Federico de Madrazo y su retrato, de cuerpo entero y vestida con traje blanco adornado de bandas y lazos azules, se encuentra en la actualidad en el Museo del Prado.

El 22 de mayo de 1868 fue nombrada dama noble de la Orden de María Luisa. En 1883 fue de nuevo retratada de perfil con traje azul por Rafael Benjumea.

Desde su inauguración, en 1888, ostentó la presidencia del Patronato de las Escuelas Públicas y asilo de la Santa Espina, en Valladolid, fundadas por su madre. Fue camarera mayor de Nuestra Señora del Carmen en la parroquia de San Ginés de Madrid.

En 1891, denunciada por malos tratos a una criada, y siendo su abogado Eduardo Dato, fue probada su inocencia. Su encarcelamiento dio lugar a una gran polémica que llegó hasta el Senado y el Congreso. El enfrentamiento que surgió entre Romero Robledo y Silvela, ambos convencidos de su inocencia, pero éste en desacuerdo por la intromisión en el poder judicial, provocó la dimisión del último.

De su matrimonio tuvo diez hijos, de los cuales solamente sobrevivieron cuatro: Carmen, marquesa de Serdañola; José María, duque de Castro Enríquez y conde de Plasencia, Grande de España; Isabel, marquesa de Valderas, y Francisco, conde de la Revilla.

 

Bibl.: A. Gutiérrez Cuñado, Un Rincón de Castilla, Madrid, Imprenta Ibérica E. Maestre, 1913 (ed. facs., Valladolid, Fundación La Santa Espina, 1989); Monte-Cristo, “Vida aristocrática. El palacio de Castro-Enriquez, hoy de los Condes de la Revilla”, en Blanco y Negro, Madrid, 18 de febrero de 1923; C. Martul (coord.), Madrazo, Madrid, Sarpe, 1990; J. L. Comellas, Cánovas del Castillo, Barcelona, Ariel, 2001.

 

Carmen Pérez-Olagüe