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Pedro Puch y Mompurdo

Biografía

Puch y Mompurdo, Pedro. Barcelona, m. s. XVIII – Madrid, 6.XII.1796. Tallista y vidriero.

Lapidario del Real Gabinete de Historia Natural y de la Real Fábrica de Cristales. Natural de la ciudad de Barcelona y casado con Antonia Quinzá, Pedro Puch y Mompurdo entró a trabajar como lapidario en el Gabinete de Historia Natural en 1784, con la misión de tallar y pulir piedras finas con un sueldo anual de 400 ducados. Ocho años más tarde, el 9 de mayo de 1792, el soberano le concede los honores de su lapidario de cámara, en atención a sus servicios y particular habilidad. (Archivo General de Palacio, AGP, exp., 853/10)

En el año 1787 Pedro Puch entró a trabajar en la Real Fábrica de Cristales con el cometido entre otros encargos de taladrar, labrar y abrillantar las cuentas y los colgantes de las 40 arañas que el soberano Carlos IV encargó un año después para iluminar la escalera y algunas estancias del Palacio Real de Madrid, durante las funciones de entrada pública y coronación de Carlos IV, además de otras destinadas a la Casa del Labrador de Aranjuez, bajo una asignación anual de 6.000 reales, comprometiéndose además a enseñar a tres de los 16 jóvenes de la Real Casa de Desamparados de San Lorenzo. Paralelamente a estos trabajos, Puch lapidaba en pasta de vidrio y en piedras finas diferentes encargos de joyería para la Reina como pulseras, botones, etc.

El taller de Pedro Puch se hallaba ubicado desde sus inicios en San Isidro el Real, luego se trasladó a un cuarto bajo de la calle ancha de San Bernardo y por fin, en el año 1793, se mudó al almacén general de la calle del Turco, a una habitación que había quedado libre tras la marcha de Pedro Megnié a Francia.

Pedro Puch taladraba las cuentas y los colgantes de las arañas ayudado de puntas de diamante engarzadas en brocas de hierro o acero, pues las puntas de acero, aunque más baratas, eran sumamente blandas y se doblaban muy fácilmente al efectuarse los taladros, siendo necesario en estos casos afilarlas constantemente. A falta de estos diamantes empleaba limas pequeñas inglesas utilizadas por los plateros.

Tras su fallecimiento, el 6 de diciembre de 1796, el obrador del lapidario se suprimió, no volviéndose a abrir hasta el año 1804, en este caso bajo la dirección de Gerónimo García, uno de sus discípulos más aventajados, que fue nombrado primer oficial regente y, poco después, maestro principal del obrador con un sueldo de 16 reales diarios. El motivo de su apertura fue debido al encargo de taladrar, labrar en facetas y abrillantar las 7000 perillas destinadas a ornamentar varias arañas de la Casa del Labrador de Aranjuez, de acuerdo al diseño de Joseph Ballerna, por este motivo el nuevo obrador del lapidario se trasladó de Madrid a San Ildefonso. El encargo se ejecutó a lo largo de varios años, hasta 1807, pues la mayoría de almendras eran de tamaños tan reducidos que obligatoriamente debían labrarse a mano.

 

Obras de ~: Taladro de cuentas de 40 arañas, Palacio Real de Madrid, 1787 y Casa del Labrador de Aranjuez.

 

Bibl.: P. Pastor Rey de Viñas, Historia de la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso durante la época de la Ilustración (1727-1810), Madrid, Fundación CNV – CSIC - Patrimonio Nacional, 1994.

 

Paloma Pastor Rey de Viñas

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