Ortiz de Urrutia, Sancho de. Valmaseda (Vizcaya), c. V.1478 – ?, p. m. s. xvi. Comerciante, regidor de Puerto Príncipe, tenedor de los Bienes de Difuntos de La Española, descubridor.
Según se precisa, al carecerse de partidas de nacimiento anteriores a 1536 en los registros de Valmaseda, puede aceptarse como de gran interés el único dato que se tiene al respecto, como es la declaración que realizó el propio Sancho el 18 de diciembre de 1517. De igual forma, se desconoce el nombre de sus progenitores, aunque es probable que su padre fuera el escribano real y también propietario de Valmaseda, Sancho Ortiz de Urrutia.
El control y la regulación que los Reyes Católicos impusieron sobre el comercio y la emigración a los recientemente descubiertos territorios de América, convirtió a Sevilla en el único lugar autorizado para expedir los permisos para realizar los viajes a América y fletar los barcos. Por esta misma cuestión, los dos hermanos viajaron a Sevilla. Juan se quedó en la ciudad, pero su hermano Sancho, en torno a 1507, realizó su primer viaje al Nuevo Mundo. Por entonces contaba aproximadamente con treinta años, estaba casado y con dos hijos: Juan y su hermanastro Diego.
Al parecer, en La Española emprendió pronto una intensa actividad comercial trabajando de forma asociada con su hermano desde Sevilla y renunciando a la actividad agraria y al derecho que le daba la cédula de vecindad obtenida el 1 de marzo de 1508 para disfrutar de una encomienda. Como demuestran los registros comerciales del 25 de enero de 1513, Juan enviaba a Santo Domingo mercancías, como: barriles con herrajes, cuchillos de Vergara, puñales vizcaínos, lienzos, terciopelos, camisas, sombreros, etcétera, utilizando la misma nave que empleaban otros comerciantes vascos desde Sevilla dentro del régimen establecido de convoy de flotas.
Sus negocios comerciales vivieron una revitalización cuando se asoció con los Matienzo, célebre saga comercial y de juristas: el oidor de Santo Domingo, Juan Ortiz de Matienzo, su hermano Pedro y el primo de ambos Pedro Ortiz de Matienzo. Al concluir la conquista de Cuba, Sancho y sus socios emprendieron negocios en esta feraz isla. También durante esas fechas comenzó a entablar relación con Domingo de Ochandiano, después contador de la Casa de Contratación, a quien acabó otorgando en 1517 un poder general para que llevase sus negocios en Sevilla. Domingo no regresó a la capital, Santo Domingo, hasta el 17 de abril de 1519. Mientras tanto su asociación con Ochandiano le permitió proseguir con el comercio de oro, perlas y piedras preciosas.
En 1519 Sancho reapareció como armador de viajes de rescate a la costa de Cumaná participando en expediciones perlíferas muy lucrativas.
En 1521 Sancho Ortiz de Urrutia y Juan Ortiz de Matienzo armaron una carabela para llegar a las islas Lucayas. En dicha expedición, el piloto perdió el rumbo y descubrió nuevas tierras, llegando a 30º al Norte de La Española, tierras a las que bautizaron como San Juan, por ser el día de san Juan Bautista, y en donde dejaron “cruces de piedra y marcas en nombre de S. M”. Este descubrimiento se relata en la Audiencia de Santo Domingo, en donde el licenciado Lucas de Ayllón, tras transmitirlo más tarde a la Corte española, por astucia y legalidad consiguió licencia de poblamiento y gobernación de las nuevas tierras. Esta usurpación originó un pleito que se alargó al tiempo de su sobrino Juan de Urrutia.
En 1525 de nuevo armaron dos carabelas con coste de 600 pesos de oro, para explorar las nuevas tierras (islas) descubiertas, recorriendo más de 250 leguas de costa que marcaron y señalizaron. La obtención de la Real Provisión autorizándoles para la gobernación y la población de las nuevas tierras descubiertas (islas) quedó ralentizada por pleitos con el oidor Ayllón y las difíciles relaciones entre Carlos I y el rey de Francia.
Todos estos problemas y su mala salud le llevaron a delegar sus actividades en su hijo y en su sobrino Juan. En 1525 se estableció finalmente en Sevilla, en donde transcurrieron los últimos años de su vida.
Bibl.: E. Otte, Los mercaderes vizcaínos Sancho Ortiz de Urrutia y Juan de Urrutia, Caracas, 1963; J. M. Urrutia Llano, La casa de Urrutia en Avellaneda, Bilbao, 1968; I. Arana Pérez, Los Vascos y América: Ideas, hechos, hombres, Madrid, Espasa Calpe, 1990; J. Gomez Prieto, “Una familia Vizcaína en los inicios de la trata de negros en el siglo xvi: Los hermanos Urrutia”, en Comerciantes, Mineros y Nautas: Los Vascos en la Economía Americana, Vitoria, Servicio Editorial del País Vasco, 1996, págs. 191-201; M. Cerutti, Vascos: Agricultura y empresa en México, México, Miguel Ángel Porrúa, 1999.
Begoña Cava Mesa