Peña, Pío. Virtus (Burgos), 23.I.1761 – Madrid, 3.II.1826. Religioso, escolapio (SChP), pedagogo, vicario general de las Escuelas Pías de España.
A la edad de diecisiete años vistió el hábito de la Orden, el 21 de septiembre de 1778. Terminados los estudios literarios, los de Filosofía y Teología, inició el ejercicio de la enseñanza en las clases de leer, escribir, y, más tarde, de Gramática Latina e Historia de España.
Fue director de los internados escolapios de San Fernando de Lavapiés, Getafe y San Antón (Madrid).
A él se debe el prestigio del que empezó a gozar el Real Colegio de Escuelas Pías de San Antón, fundado con la beneficencia de Carlos III y Carlos IV. Para completar su formación y la de sus alumnos, a los treinta y seis años se perfeccionó en los estudios de Matemáticas, Física, Geometría y Geografía Astronómica.
Nombrado rector del mismo Colegio de San Antón, en 1808, al ver cerrados los colegios de Madrid por orden de los invasores extranjeros, y no sabiendo vivir sin el contacto con la escuela, se dirigió al Colegio de Villacarriedo (Cantabria). Le fue encomendada la dirección del internado. Allí volvió a topar con los obstáculos escolares interpuestos por las tropas francesas.
Tras sufrir el Colegio varios saqueos, el padre Pío, valiéndose de amistades, obtuvo del general francés que el Colegio no se cerrara más que momentáneamente.
Desde 1908 hasta 1814 los padres pudieron continuar la enseñanza en aquel prestigioso internado, aunque sin comunidad propiamente dicha.
En 1814 volvió a San Antón, la segunda vez como rector. No escatimó tiempo y salud en la reconstrucción de las instalaciones, aulas escolares, biblioteca e iglesia. Tal era su entusiasmo escolapio, que se atrevió a encargar a Francisco de Goya un lienzo de la Última comunión de san José de Calasanz, que se pudo colocar en la iglesia en mayo de 1819. Por su parte, Goya, discípulo de los escolapios de Zaragoza, obsequió a la comunidad con otro óleo de pequeñas dimensiones, La Oración del Huerto. Ambos se conservan hoy en el Museo Escolapio de Madrid, en la calle Gaztambide, n.º 65.
Como reconocimiento a tantos méritos, el padre Pío fue nombrado provincial de la provincia escolapia de Castilla, pero su modestia y quebrantada salud le impulsaron a renunciar a aquella dignidad. Sin embargo, comisionado por la provincia al capítulo general de las Escuelas Pías, convocado en Zaragoza, debió resignarse a aceptar otro cargo de mayor responsabilidad, el de vicario general de las Escuelas Pías en España, para el que fue elegido por los capitulares en 1825. Emprendió con denuedo la tarea encomendada.
Escribió cartas circulares a los colegios, con ordenanzas de carácter educativo, relativas a la capacitación pedagógica y escolar de los religiosos para la enseñanza, y a la organización didáctica de los colegios.
Pero, a los cuatro meses de vicariato y sesenta y tres años de edad, falleció en su querido Colegio de San Antón.
Obras de ~: Examen de Sintaxis, Madrid, Tipografía Pedro Martín, 1789; Compendio de Historia de España, Madrid, 1801.
Fuentes y bibl.: Archivo Provincial de las Escuelas Pías (Madrid), Necrología, c. 0098/01; Otros datos, cc. 0015/09, 0519/02; Archivo de la Vicaría de las Escuelas Pías (Madrid), Circulares, c. 70, leg. 2-A.
C. Lasalde, Historia Literaria y Bibliográfica de las Escuelas Pías de España, ts. I y III, Madrid, Imprenta de Impresores y Libreros, 1893, págs. 349-352 y 483 y pág. 191, respect.; E. Llanas, Escolapios Insignes, t. IV, Madrid, Imprenta San Francisco de Sales, 1900, págs. 483-490; Index Bio-Bibliographicus Scholarum Piarum, t. III, Romae, Typ. Vaticana, 1911, pág. 425; C. Rabaza, Historia de las Escuelas Pías de España, t. III, Valencia, Tipografía Moderna, 1917, págs. 108- 124; V. Caballero, Orientaciones pedagógicas de S. José de Calasanz, t. II, Barcelona, Imprenta Elzeviriana de Borrás, 1921, págs. 304 y ss.; I. Díaz, Historia del Colegio de Villacarriedo, Reinosa, Imprenta A. Andrey, 1924, págs. 173 y 190; J. A. Carmona Guillén, El Real Colegio de Escuelas Pías de San Antonio Abad, Madrid, Imprenta Din. Impresores, 2004, págs. 136-139.
Valeriano Rodríguez Sáiz, SChP