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Pedro Manuel Chaparro

Biografía

Chaparro, Pedro Manuel. Santiago de Chile (Chile), 1746 – 28.XII.1811. Religioso, médico, introductor de la vacuna antivariólica en Chile.

Fue hijo de unos padres que ocupaban una posición social relevante y se hallaban emparentados con las principales familias del reino de Chile. No obstante este hecho, sintió una fuerte vocación religiosa y efectuó su entrada en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, dedicada al cuidado de los enfermos. Es curioso que la profesión como religioso la efectuara el día 8 de noviembre de 1767 y que, apenas una semana después, el 16 de diciembre de 1767, formalizara su matrícula en la Escuela o Facultad de Medicina de Santiago de Chile. Como religioso hospitalario no se conformaba con menos que la titulación de médico.

En la Historia general de la Medicina en Chile, del doctor Pedro Lautaro Ferrer, aparece esta síntesis de sus estudios médicos, aparte de la fecha, ya citada, de su matrícula: “Se examinó de primer y de segundo cursos el 27 de enero de 1769, de tercer curso el 25 de agosto de 1770, hizo el examen de bachiller el 27 de febrero de 1771, y se graduó de licenciado y doctor el 20 de julio de 1772” (P. L. Ferrer, 1904: 132).

Parece que hay alguna discordancia con las fechas que da el gran bibliógrafo José Toribio Medina (1906), aunque, con todo, se observa la simultaneidad de estudios de medicina de Chaparro con los de teología: “Se matriculó para oír teología en la Universidad de San Felipe el 20 de enero de 1769, y para medicina el 16 de diciembre de 1767. Tuvo lección de 24 horas en 17 de julio de 1772, graduándose de licenciado y doctor en medicina el 20 de julio de 1770. En 1802 obtuvo en concurso la cátedra de filosofía” (J. T. Medina, 1906: 231).

En lo que sí están de acuerdo estos y otros historiadores es en la temprana iniciación de Chaparro en las técnicas de inoculación antivariólica, antes de matricularse como alumno de Medicina y a la temprana edad de diecinueve años. En efecto, con motivo de una grave epidemia de viruela, en el año 1765, inició en Santiago de Chile las inoculaciones de pus de las pústulas de los variolosos “para prevenir la viruela, con tanto acierto que fue el iris que serenó aquella tempestad. Excedieron el número de cinco mil las personas inoculadas y ninguna pereció. La capital de Chile debió su salud a este digno hijo suyo” (O. Marcos, 1971). El citado doctor Ferrer, en su mencionada obra, dice al respecto: “tocó a Chile, y a uno de sus hijos, el padre Chaparro, el salvar a millares de infelices que eran pasto de la muerte o quedaban desfigurados para siempre. En 1765 inició sus notables experiencias, ‘que fueron su propio invento’, si hemos de dar fe a sus propias palabras en documentos que llevan su firma”. Y, en efecto, en un apéndice de su obra, Ferrer trae documentos que Chaparro presentó a la Real Universidad de San Felipe, “con motivo de su solicitud para obtener el protomedicato, en la cual se dan preciosos detalles sobre la inoculación” (P. L. Ferrer, op. cit.).

Doctorado en Medicina, fue enviado a la ciudad de Valdivia, a petición del capitán general del reino, y en ella permaneció hasta 1774. En Santiago, habiendo sido nombrado médico titular del hospital de la Orden de San Juan de Dios, presentó en 1778 un plan de estudios innovador sobre anatomía patológica y opositó a la cátedra de Prima de Medicina “pero se le regatearon los méritos hasta 1810, en que se le concedió por aclamación”, cuando solamente le quedaba un año de vida.

Una segunda invasión de viruela, ocurrida en octubre de 1805, sirvió para que el padre Chaparro aplicara, por primera vez en Chile, el método de vacunación del doctor Jenner, “con virus llegado de los portugueses del Brasil, estimulando con entusiasmo este sistema en las invasiones de viruela de los años siguientes” (O. Marcos, 1971). También amplía detalles el doctor Ferrer sobre estas nuevas actuaciones antivariólicas: “la primera inoculación tuvo lugar el 8 de octubre de 1805, practicada por el padre Chaparro, en la puerta del Cabildo Metropolitano”. Y remite a documentos de su apéndice, donde aparece una razonada exposición del Protomedicato al gobernador, fechada el 11 de abril de 1807, firmada conjuntamente por el padre Chaparro y otro médico.

Respecto a los últimos meses de vida del padre Chaparro, cabe decir que en la Junta Nacional de Gobierno (llamada enseguida Tribunal Superior de Gobierno) que se constituyó en Chile el 18 de septiembre de 1810, fue nombrado diputado por Santiago; en ella intentó salvaguardar los intereses de España, por lo que fue separado de la misma el 4 de septiembre de 1811. Poco después, el benemérito padre Chaparro moría tranquilamente en su conventohospital de Santiago de Chile.

 

Bibl.: P. L. Ferrer, Historia general de la Medicina en Chile [...], vol. I, Talca, Imprenta Talca, 1904, págs. 130-134, 269-275, 279-286; J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial de Chile [...], Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 231; E. M. Lavan, Vida y obra de Fr. Pedro Manuel Chaparro, médico chileno del siglo xviii, Santiago de Chile, 1958; O. Marcos: “Chaparro, Pedro Manuel”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1971, pág. 673; C. Gispert (dir.), Gran Enciclopedia de Chile, vol. V, Barcelona, Océano, 2003, pág. 1588; y vol. VI, pág. 1845.

 

Fernando Rodríguez de la Torre