Rabaglio, Vigilio. Gandria, Ticino (Suiza), 23.IX.1711 – 26.V.1800. Arquitecto y constructor.
Habilitado en 1759 por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para ejercer el libre uso de la arquitectura ideando, dirigiendo, midiendo y tasando toda suerte de obras. El documento fue otorgado al final de su carrera profesional en España, el período más prolífico de su actividad transcurrido entre 1737 y 1760. La biografía conocida del arquitecto antes y después de estas fechas es escueta; a la edad de doce años, en 1723, dejó Gandria para aprender un oficio, ausentándose todos los años entre los meses de marzo y diciembre. Se formó durante nueve años en Milán, con un desconocido arquitecto Pagani, y durante tres en Vicenza. Su matrimonio con Laura Bordoni tuvo lugar en 1735 en Gandria; un año más tarde trabajó en la obra de la Consolata de Turín y en Castiglione, en el valle de Aosta. En 1747, después de más de diez años de presencia ininterrumpida en España, volvió a Gandria por un período de un año y medio; el regreso definitivo a su país de origen tuvo lugar en noviembre de 1760.
Su carrera en España comenzó en 1737, cuando fue contratado por el conde Ignazio Rocca de Piacenza para colaborar en la fábrica del Palacio Real de Madrid dirigida por Giovan Battista Sacchetti. Aquí trabajó durante once años en calidad de arquitecto subalterno, un cargo también ocupado por sus compatriotas Giuseppe Lezzeni, Giovanni Tami y Pietro Frasca; cada uno de ellos fue responsable de la construcción de la cuarta parte del edificio, tanto en lo respectivo al funcionamiento de la fábrica como a la ejecución técnica del proyecto. Contemporáneamente, realizó una serie de obras ligadas a la familia real, en algunas de las que intervino también su hermano Pietro (Gandria, 1721 – 1799), de profesión estucador y llegado a Madrid en 1743. Entre 1739 y 1752 para el infante cardenal Luis de Borbón, titular de la diócesis de Toledo, dirigió la construcción de la nueva iglesia de los Santos Justo y Pastor de Madrid, hoy dedicada a San Miguel; para el mismo patrono y entre 1742 y 1746, trabajó en la reforma de una parte del palacio del Buen Retiro. El marqués Annibale Scotti, tutor del Infante Cardenal, le encargó nada más llegar a Madrid la construcción del teatro público de los Caños del Peral, situado frente al Palacio Real y donde se produjeron los primeros espectáculos de ópera italiana. Para la reina Isabel de Farnesio, enviudada en 1746, reformó el palacio de los Afligidos, constituido por dos edificios contiguos, las casas del Príncipe Pío y de Osuna; cinco años después, en 1751, proyectó el palacio de Riofrío, también por encargo de Isabel de Farnesio, y dirigió el inicio de su construcción hasta febrero de 1752. Entre sus obras también se encuentran encargos de privados no ligados al ambiente cortesano: para los menores franciscanos del Convento de la Victoria reestructuró el camarín dedicado a Nuestra Señora de la Soledad, una capilla adyacente a la iglesia del convento.
Durante el ventenio transcurrido en Madrid, fue el estrecho colaborador de Giacomo Bonavia, artista de excepción, original y versátil situado a la cabeza de las empresas constructivas promovidas por el Infante Cardenal. Al igual que Santiago Bonavia, su actividad se situó en todos los sectores ligados al arte de construir, desde la proyección arquitectónica a la decoración de interiores y exteriores. Su obra en España, así como la de su hermano Pietro, están documentadas a través de las más de cuatrocientas piezas sobre papel (planos, ornamentos, bocetos, estarcidos, academias y manuscritos) que forman el fondo Rabaglio conservado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, tipológicamente afines a las de otras colecciones fruto de una azarosa división hereditaria.
Obras de ~: Iglesia de los Santos Justo y Pastor, Madrid, 1739- 1752; Teatro de los Caños del Peral, Madrid; Reforma del palacio de los Afligidos, 1746; Palacio de Riofrío, 1751.
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Silvia Sugranyes Folet
