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Ventura Moiños Rocha

Biografía

Moiños Rocha, Ventura. Ciudad Rodrigo (Salamanca), 14.VII.1761 – 30.VI.1796. Maestro arquitecto.

Hijo de María Ramos Rocha Gamito, natural de San Felices de los Gallegos (Salamanca), y del maestro de albañilería Manuel Moiños García, “natural de San Salvador de la Lama, reino de Galicia, jurisdicción de Caldevergazo, obispado de Tuy”, Ventura, en realidad Buenaventura Joaquín, Moiños Rocha fue bautizado el 19 de julio de 1761 en la iglesia de San Andrés. En esa parroquia se casó en 1779 con Marcelina Ledesma Martín, natural de Ciudad Rodrigo, nueve años mayor que él y con la que tuvo seis hijos: Joaquina, Juan Aniceto, Diego, Ana María, María Clotilde y Juana, estas dos últimas gemelas. Todos, excepto María Clotilde, le sobrevivieron.

Formado a la sombra de las obras que a finales de la década de 1770 y en el primer lustro de la de 1780 se levantaban en Miróbriga proyectadas por Juan de Sagarbinaga (1710-1797) y bajo su dirección o la de su hijo, Juan Marcelino de Sagarvínaga (que en esos años era su principal colaborador, sobre todo en Ciudad Rodrigo), Ventura Moiños acabó convirtiéndose en su discípulo más aventajado y en el mejor continuador de su forma de entender la arquitectura en Ciudad Rodrigo. Quizás la primera obra que se deba poner en el haber de Ventura Moiños sea el pórtico sur de la iglesia de San Pedro y San Isidoro en Ciudad Rodrigo, levantado en 1783. Desde diciembre de 1785 hasta el mismo mes de 1794 desempeñó, de forma casi ininterrumpida y casi siempre junto al maestro de obras Carlos de Almeida, el cargo de veedor de obras, teja y ladrillo en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo.

Proyectada la renovación del convento de Santa Clara, sobre todo de su iglesia y coro en la década de 1770 por Sagarbinaga, su materialización se retrasó hasta 1785, año en el que Moiños, maestro de albañilería y cantería, y Diego Vicente se encargaron de su ejecución. En 1791 Moiños llevó a cabo la portada y cerca exterior de acceso al recinto monacal.

Desde 1787 hasta 1795 Moiños dirigió, siguiendo su propio proyecto tras ser aprobado por Sagarbinaga, la tercera y última campaña constructiva que a lo largo de la segunda mitad del siglo xviii se efectuó en el monasterio premostratense de La Caridad, muy próximo a Ciudad Rodrigo. Centrada en la realización de la celda abacial, el refectorio y varias celdas de la crujía meridional y de la occidental, acabó por establecer la imagen definitiva de este conjunto monacal.

Informó en varias ocasiones en largo pleito (1786- 1793) entablado entre el convento de San Agustín y José García Osorio, dueño de la casa tangente al coro de la iglesia, y en 1788, año en el que la junta del Hospital de la Pasión le requería para reconocer la sala de curación del hospital, llamada de San Isidoro, Moiños ya se titulaba maestro director de las reales obras de fortificación de Ciudad Rodrigo y sus Cuarteles y de las de su ilustre Ayuntamiento. En febrero de 1789 la junta de la Academia de San Fernando decidía examinar a Ventura Moiños planteándole como tema una puerta de ciudad con habitación inmediata para los guardas. Un mes más tarde, tras demostrar su pericia y desempeño en la prueba indicada y en otra sobre construcción y geometría, se acordó concederle el título de maestro de obras aprobado, junto a José Téllez Nogués y Francisco Orsolino. Esa estancia en Madrid le supuso un gran esfuerzo personal y económico, paliado en parte por su madre que, según consta en su testamento, otorgado en 1801, le dejó ciertas cantidades de dinero y a su familia para su mantenimiento seis fanegas de trigo. Moiños hizo uso muy pronto de su nueva condición y en septiembre de 1789 se declaró arquitecto aprobado por la Academia de San Fernando. Sólo dos meses antes, a finales de julio, contrataba la realización, siguiendo las condiciones dictadas por el arquitecto Jerónimo García de Quiñones, de la reforma de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Mogarraz (Salamanca).

En el otoño de 1789 (la obra se remató en el verano de 1795) Moiños levantó su obra más interesante, la capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, heredera y fiel reflejo del hacer y del estilo de Sagarbinaga, a quien, por otra parte, se le había sido asignado tradicionalmente, y en la que destaca su fachada, resuelta con un elegante pórtico hexástilo.

En 1790 se hacía llegar a la Academia de San Fernando el plan redactado por Moiños para la construcción de las casas consistoriales, cárcel y capilla de Ciudad Rodrigo. Un año más tarde el Consejo de Castilla se decidió por el proyecto redactado en 1788 por el ingeniero Pedro Giraldo, centrado en la reparación y ampliación de la cárcel y en la construcción de la capilla en el edificio ya existente en la Plaza Mayor, recayendo la dirección de la obra, al estar Giraldo ya destinado en Badajoz, en Moiños. En el transcurso de las obras se comprobó que también era necesario levantar de nueva planta la fachada principal. Todo parece indicar que su traza, y con seguridad su realización, corrió a cargo de Moiños, estando concluida en marzo de 1792. Poco después Moiños indicaba que se hacía necesario intervenir en el edificio contiguo, la llamada casa principal, propiedad del Ayuntamiento, y para el que ya había ejecutado el oportuno plan.

En 1795 el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo le eligió para que informara sobre el estado del acueducto que traía el agua para abastecer a la población desde los montes de San Giraldo, distantes varias leguas.

Moiños recibió por su trabajo 120 reales, que el consistorio decidía pagarle quince días antes de su muerte. Falleció en Ciudad Rodrigo, siendo enterrado en la iglesia de San Andrés, tras una dilatada enfermedad que le llevó a contraer diferentes deudas, de las que tenía perfecto conocimiento su mujer, según indica en su testamento, firmado el 10 de junio de 1796, donde además apuntaba su deseo de que se pagaran cuanto antes y en el mejor modo que fuera posible.

 

Obras de ~: Pórtico sur de la iglesia de San Pedro y San Isidoro, Ciudad Rodrigo (Salamanca), 1783 (atrib.); Dirección de la obra de renovación de la iglesia y coro del convento de Santa Clara, Ciudad Rodrigo, 1785; Proyecto y dirección de la celda abacial, refectorio y varias celdas de las crujías meridional y occidental del monasterio de La Caridad, próximo a Ciudad Rodrigo, 1787-1795; Reconocimiento de la sala de curación del hospital de la Pasión, Ciudad Rodrigo, 1788; Dirección y realización de la reforma de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, Mogarraz (Salamanca), 1789; Capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, Ciudad Rodrigo, 1789-1795; Portada y cerca exterior del convento de Santa Clara, Ciudad Rodrigo, 1791; Reparación y ampliación de la cárcel, Ciudad Rodrigo, 1791-1792.

 

Bibl.: M. Hernández Vegas, Ciudad Rodrigo. La Catedral y la Ciudad, Salamanca, ¿1935? (ed. facs., t. II, Salamanca, Cabildo de la Catedral de Ciudad Rodrigo, 1982, pág. 297); J. Pinilla González, El arte de los monasterios y conventos despoblados de la provincia de Salamanca, Salamanca, Universidad, 1978, págs. 164, 181-183 y 209; A. Casaseca Casaseca, La provincia de Salamanca, Madrid, Editorial Lancia, 1984, pág. 81; J. R. Nieto González y M.ª T. Paliza Monduate, Arquitecturas de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, 1994, págs. 109-116; F. J. de la Plaza Santiago y M.ª J. Redondo Cantera, “Arquitectura neoclásica”, en Historia del Arte de Castilla y León. Tomo VII. Del Neoclasicismo al Modernismo, Valladolid, Ámbito, 1998, págs. 76 y 82; J. R. Nieto González, Ciudad Rodrigo. Análisis del Patrimonio Artístico, Salamanca, Durius, 1998, págs. 129 y 185; L. Martín Sánchez, “Mogarraz”, en VV. AA., Jardines, Sitios y Conjuntos Históricos de la Provincia de Salamanca, Salamanca, Diputación, 2002, pág. 130.

 

Eduardo Azofra Agustín