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Antonio Álvarez de Castro

Biografía

Álvarez de Castro, Antonio. España, c. 1565 – Ciempozuelos (Madrid), 22.V.1680. Letrado, oidor, presidente de Audiencia y consejero de Indias.

Hijo legítimo del licenciado Fernando Álvarez de Castro, fiscal de la guerra en Galicia.

Inició sus estudios en la Universidad de Santiago de Galicia, por la cual se graduó de bachiller en cánones y luego pasó a la de Sigüenza en la que se graduó de licenciado en la misma facultad; también asistió a la Universidad de Salamanca, trasladándose posteriormente a la corte, fue recibido como abogado por los Reales Consejos y ejerció como protonotario apostólico y juez de la curia del Nuncio.

Sobre consulta de 12 de enero de 1635 fue provisto en plaza de oidor de la Real Audiencia de Manila, para ocupar la vacante del fallecido Matías Salgado de Flores, despachándosele su título el 9 de febrero de 1635, y se le encomendó en el mes siguiente que tomara residencia a Alonso Fajardo de Tenca y a Fernando de Silva, del tiempo que habían sido gobernadores de Filipinas.

El 28 de marzo de 1635 se le dio licencia para pasar a Manila en compañía de un criado y arribó a su destino a mediados del año siguiente, pues tomó posesión de su empleo el 30 de junio de 1636. En Filipinas, como comisario de medias anatas y del papel sellado, entendió activamente en la introducción del papel sellado y en la venta del oficio del tesorero, actuaciones por las que se le dieron gracias por real cédula fechada en Zaragoza el 1 de octubre de 1645 y despachó también como juez de bienes de difuntos y ejecutorias reales, como consultor del Santo Oficio de la Inquisición de México, y como juez de almonedas reales y visitas de escribanos y fieles ejecutores.

Casó, secretamente en Manila, con Magdalena Ruiz de Gaona, viuda del tesorero de las Reales Cajas de Manila, Silvestre de Aybar, de lo que dio cuenta al rey el gobernador Sebastián Hurtado de Corcuera en 1644. Muerta Magdalena en 1675, tomó nuevamente estado con María de Baeza, quien, a la muerte de su marido, se hallaba encinta.

Fue promovido a oidor en la Real Audiencia de México, plaza de la que se le extendió título el 4 de abril de 1647, y mientras despachó en la capital virreinal rindió información en 1652 para ser recibido como familiar del Santo Oficio, y el 1 de enero del año siguiente fue designado por el virrey para que asistiera a las elecciones de oficiales de la república de naturales de Santiago de Tlatelolco, y por real cédula fechada el 13 de marzo de 1660 se le encomendó la residencia del conde de Peñalva, gobernador que había sido de Yucatán.

Tras la renuncia a la presidencia de Guadalajara de Pedro Fernández Vaca, se le confió el gobierno de aquella provincia el 10 de septiembre de 1654, y luego por real provisión fechada en Madrid el 3 de abril de 1662 se le despachó título de presidente de la Real Audiencia de Guadalajara, vacante por muerte de Antonio de Ulloa y Chaves.

Durante su presidencia se levantaron diversos cargos en su contra, por lo que en 1668 fue enviado como su visitador para averiguar sus actuaciones el oidor de México Juan Manuel de Sotomayor, pero como muriera continuó la pesquisa el oidor Juan Miguel de Agurto, y una vez pasados los autos al Consejo de Indias, sobre consulta de 22 de febrero de 1670, habiendo resultado grandes cargos contra él, se acordó que no continuase en el servicio de la presidencia de Guadalajara, pues en la causa criminal en el Consejo por cargos y capítulos que se le habían puesto, por sentencia de vista estaba condenado en privación perpetua de la presidencia de Guadalajara y en destierro perpetuo de las Indias y en más de veintidós mil pesos.

El 23 de junio de 1670 le avisó el virrey de la Nueva España que pasare a la ciudad de México, y el 25 de julio ordenó el virrey al oidor Luna que notificase a Álvarez de Castro que saliera de Guatemala dentro del tercer día, lo que se le notificó el 7 de agosto de 1670, y así emprendió viaje a México, adonde arribó el 4 de septiembre de 1670 y de inmediato pidió licencia al Consejo para pasar a la corte a proseguir su defensa, la que le fue concedida el 10 de noviembre de 1671, pero de la que sólo pudo hacer uso cuatro años más tarde, precisamente cuando el Consejo daba cuenta al monarca el 15 de enero de 1675 que en la sentencia de su visita había resultado culpado en noventa y tres cargos, por lo cual había sido condenado en sentencia de vista en ocho años de suspensión de oficios de justicia, y en sentencia de revista de 22 de enero de 1675 fue condenado en 1.580 pesos de ocho reales de plata.

A pesar de lo anterior, ofreció al monarca servir con 32.000 pesos por la merced de una plaza honoraria en el Consejo de Indias, de los que entregó de contado 20.000 pesos, y así, por real provisión fechada en 20 de abril de 1676 se le despachó título de una plaza togada en el Consejo de Indias, la que sirvió hasta su muerte, y entre los bienes que dejaba se hallaba su corta librería que constaba de sesenta y tres volúmenes, que correspondían a cincuenta y seis obras, de las cuales sólo doce eran de derecho.

 

Obras de ~: Por el Licenciado Don Antonio Álvarez de Castro, del Consejo de Su Magestad, Presidente de la Audiencia de Guadalajara, y Governador de la Nueva Galicia, en respuesta a los autos que por comisión del Consejo hizo don Iuan Manuel de Sotomayor, oydor de México, y por su muerte continuó don Iuan Miguel de Agurto, alcalde de Corte, para que sean castigados los Oydores, y Fiscal que escribieron contra él, y los testigos falsos, y demás culpados, y se le vuelvan los salarios de mas de 16 mil pesos con otras costas y honre el Consejo al Presidente, México, 1670.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias, Contratación, 5539, l. 5, fol. 242v; Contratación, 5789, l. 1, fols. 177r.- 178v.; Filipinas, 21, r. 12, n. 67; Filipinas, 21, r. 16, n. 78; Filipinas, 22, r. 1, n. 1, fols. 432r.-433v.; Filipinas, 285, n. 1; Filipinas, 330, l. 4, fols. 174v.-175r., 262v.-263v.; Filipinas, 522; Guadalajara, 11, r. 10, n. 53; Guadalajara, 13, r. 2, n. 27; Guadalajara, 303; Indiferente General, 113, n. 159; Indiferente General, 441, l. 28, fols. 229r.-230v.; Indiferente General, 456, l. A27, fols. 22v.-25r.; Indiferente General, 1.846 A; México, 45, n. 24; México, 1.639; Archivo General de la Nación (México), Indios, exp. 5, fol. 4r.; Inquisición, 456, exp. 5, fols. 155r.-158r.; Reales Cédulas, 5, exp. 33 y 34; Reales Cédulas, 10, exp. 33; Reales Cédulas, 26, exp. 133, fol. 136v. y exp. 294, fol. 271r.

J. T. Medina, La Imprenta en México, t. III, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1908, pág. 253; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, t. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, págs. 456, 493 y 521; J. L. Barrios Moya, “La librería de don Antonio Álvarez de Castro, presidente de la Audiencia de Guadalajara (México) durante el reinado de Carlos II”, en Anuario de Historia del Derecho Español, LIX (1990), págs. 489-496; M. Luque Talaván, Un universo de opiniones. La literatura jurídica indiana, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2003, pág. 278.

 

Javier Barrientos Grandon

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