Vidal, José. Galicia, 1764 – Nueva Orleáns (Estados Unidos), 20.VIII.1828. Capitán del fuerte de Natchez y cónsul en la misma ciudad.
Ingresó de soldado aventurero en el Ejército en busca de fortuna y honor, ya que no pertenecía a una familia de tradición militar. Siendo muy joven aún, estuvo embarcado en varios paquebotes durante la campaña militar de 1779 a 1783 en América, estando presente en varias acciones en la Luisiana. En octubre de 1787 era guarda almacén del conocido fuerte de San Marcos Apalache, en la Florida, donde sirvió con gran dedicación y esmero. Sus buenos servicios, su carácter dado al buen entendimiento con sus superiores y sus innatas dotes de militar le granjearon varias subidas en los escalafones de empleos políticos y militares en muy poco tiempo.
Así, en 1789 era ya secretario interino en el gobierno de Natchez, y en 1792 y 1793 estuvo presente en los Tratados de Natchez y Nogales sirviendo de intermediario entre las naciones indias y sus superiores. En 1794 obtuvo en propiedad el empleo de secretario, meses antes de que le nombraran en el apostadero de Nogales como comandante militar de la galera La Victoria, todo ello gracias al apoyo del gobernador de la Luisiana Gayoso. Al año siguiente, fue nombrado capitán de milicias de Natchez y en 1798, y durante la peligrosa revolución acaecida en el mencionado fuerte, estuvo al mando de las fuerzas de artillería del fuerte Pamure. Reestructuró militarmente el fuerte y cuidó de su organización para que pudiera hacer frente a la presión a la que los americanos sometían las posesiones españolas en ese territorio. Cuando en 1798 las fuerzas españolas se vieron obligadas a abandonar la ciudad y el fuerte de Natchez, se quedó en ella ejerciendo de cónsul español, manteniendo una amplia correspondencia con el gobernador de la Luisiana acerca de los movimientos de los americanos.
En 1802 obtuvo el mando político y militar del Fuerte de la Concordia, de que fue su fundador, justo frente al antiguo de Natchez. Gracias a sus servicios políticos y militares consiguió una importante concesión de tierras en los alrededores de la ciudad de Natchez, tanto para él como para sus hijos. Su influenza en la zona era muy importante ya que conocía perfectamente el territorio y el trato con los indios. Fue un excelente administrador, e incluso en vida, recibió importantes reconocimientos. Así, cuando se creó una nueva circunscripción parroquial en el área de Natchez, se le otorgó el nombre de Concordia y el fuerte del mismo nombre pasó a denominarse Vidalia en su honor.
Casó con una criolla de quien tuvo tres hijos. Parece que estuvo afiliado a la masonería. La toponimia le recuerda en varios lugares de la actual Luisiana, siendo el militar español que más nombres ha dejado en la zona: la ciudad de Vidalia, el Bayou Vidal, la isla Vidal, el pueblo de Saint Joseph y el lago del mismo nombre.
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José Manuel Serrano Álvarez
