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Antonio de Urresti

Biografía

Urresti, Antonio de. Durango (Vizcaya), c. 1701 – Monterrey (México), 16.I.1767. Gobernador de Nuevo León.

Nacido en España de padre militar, realizó sus primeros años en la milicia en la década de 1720. Tras varios destinos en España e Italia, fue ascendido a capitán en 1738 para pasar al virreinato de Nueva España, donde, tras varios empleos menores, fue nombrado en 1749 sargento mayor por el virrey conde de Revillagigedo. Primero sirvió en Nueva Vizcaya, donde, dada su adscripción vasca, tenía redes previas de contactos con diversas familias de Durango. Hizo varias campañas militares contra los indios tanto en Nueva Vizcaya como en Coahuila.

Aumentó su éxito profesional con la reorganización de las milicias del presidio de Sacramento, lo cual le valió que el general Francisco Ignacio de Larralde lo designara como administrador de sus haciendas y custodio de sus bienes. En 1754 obtuvo la administración de los diezmos de la Catedral de Guadalajara y adquirió por compra el cargo de alguacil mayor del Santo Oficio. Dos años más tarde era capitán del presidio de San Agustín de Ahumada.

Tras su boda con la hija de Larralde, aumentó su influencia en Nuevo León, hasta el punto de que en 1759 fue nombrado alcalde de primer voto de Monterrey, lo que constituía el mayor cargo del Cabildo local. En mayo de ese mismo año era nombrado teniente de gobernador, al tiempo que alférez y regidor.

Fue uno de los que subvencionó la expedición de 1758-1759 de San Sabá y San Antonio de Béjar, ya en la gobernación de Texas, lo que le valió el ascenso a general y la exaltación de su gente. Durante el Gobierno de Villavicencio, entre 1757 y 1762, debido a las permanentes ausencias de su titular, ostentó numerosas veces el cargo de gobernador, hasta que finalmente en 1762 llegó incluso a ser nombrado oficialmente gobernador interino.

Mantuvo el cargo interino hasta la llegada del nuevo gobernador titular en 1763, Carlos de Velasco, y durante este breve mandato mejoró el servicio de correos, aumentó las defensas de las milicias y se ocupó del orden interno con gran garantía y seguridad. Una de sus medidas fue obligar a los hacendados a entregar un caballo para el servicio de las milicias.

En 1765 pasó sin problemas el juicio de residencia habitual. Además de su labor política y militar, era un gran hacendado, cuya mayor propiedad, la hacienda de Nuestra Señora de Guadalupe, tenía más de veinticinco mil ovejas y abundante ganado mayor.

Tras su muerte fue enterrado en la Catedral de Monterrey.

 

Bibl.: L. Navarro García, Don José de Gálvez y la Comandancia General de las Provincias Internas del Norte de Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1964; R. S. Weddle, San Juan Bautista: Gateway to Spanish Texas, Austin, University of Texas Press, 1968; E. del Hoyo, Historia del Nuevo Reino de León, Monterrey, 1972; H. J. Muller, José de Escandón, Colonizer of Nuevo Santander, Edinburg, Texas, Nuevo Santander Press, 1980; I. Cavazos Garza, Diccionario biográfico de Nuevo León, Monterrey, Universidad Autónoma de Nuevo León, 1984, 2 vols.

 

José Manuel Serrano Álvarez