Barrutia, Ignacio Francisco de. Vergara (Guipúzcoa), 21.VII.1685 – c. 1745. Gobernador de Nueva Vizcaya.
Procedente de una ilustre familia hidalga, ingresó joven en la milicia como soldado voluntario del Tercio de la provincia de Guipúzcoa, en 1703. Entre 1704 y 1714 sirvió en la Guardia de Corps de Infantería de Su Majestad, junto al conde de Aguilar.
Durante este tiempo estuvo presente en la batalla de Almansa, así como en la recuperación de Lérida, y en 1708 estuvo presente en el sitio y toma de Tortosa.
El 1713 estuvo en servicio activo en las plazas de Badajoz y Valencia de Alcántara. En 1714 ascendió a cadete, rango que ostentó hasta enero de 1716, cuando ingresó en una nueva compañía formada por los soldados más veteranos, esta vez sirviendo como reformado. En agosto de 1716 se le nombró capitán de caballos del presidio de La Habana, a donde pasó en 1717. En 1718 regresó a España para atender asuntos personales, pero se mantuvo en la metrópoli atendiendo diversos servicios en diferentes lugares.
En 1719, y en virtud de su hoja de servicios y del buen nombre de su familia, le fue otorgado el hábito de Santiago.
El 8 de octubre de 1726 le fue otorgado finalmente el cargo de gobernador de la Nueva Vizcaya, en virtud de sus reconocidos méritos y buen desempeño durante todos los años en que estuvo sirviendo en la milicia. Trasladado al virreinato de Nueva España, tomó posesión formalmente del cargo con fecha 2 de marzo de 1728, una vez hubo llegado a la ciudad de Durango. Como era costumbre, pasó revista a sus territorios y dictaminó que militarmente los presidios bajo su cargo tenían una buena distribución geográfica, pero tenían notables carencias organizativas y de administración. Aunque debía atenerse al reglamento recién aprobado para la disposición y administración de los presidios, obra de Rivera, consideró conveniente atender a las causas y circunstancias particulares que, según él, afectaban particularmente a la Nueva Vizcaya. Elaboró, en este sentido, un informe que elevó al virrey, indicando que en su jurisdicción existían nueve presidios atendidos por trescientos setenta y cinco soldados, pero que las pagas de los soldados, de cuatrocientos pesos, apenas eran lo que en España cobraba una plaza de soldado de a caballo, y eso que en América todo era más caro. Pese a que la determinación de modificar el reglamento partió de Barrutia, quiso contar con la opinión de los capitanes de los presidios, para lo cual celebró junta de guerra el 13 de julio de 1718. Fruto de esta reunión, así como de otras posteriores, fue una serie de elaborados informes acerca de la situación de cada presidio y de las necesidades de cada uno de ellos, tanto desde el punto de vista económico como desde el militar.
Procedió, de igual forma, a visitar todos y cada uno de los presidios para conocer de primera mano su estado.
Trató de influir para que los naturales fuesen aceptados en cargos de responsabilidad política, pero no tuvo el menor respaldo en este punto de las altas autoridades del virreinato. La mayor parte de las medidas encaminadas a mejorar la situación militar de los presidios fueron atendidas.
Trató de mejorar la minería local, favoreciendo la concentración minera y dando protección a los mineros y trabajadores frente a los ataques de los indios provenientes del norte. Hizo frente, en este sentido, a varias revueltas de indios que hicieron peligrar la estabilidad de la minería local, lo que le valió el apoyo de este grupo una vez dejó el cargo de gobernador de la Nueva Vizcaya en 1733.
Se enfrentó a la salida del mandato a un juicio de residencia, que acabó en 1736 sin ningún cargo en su contra. En 1735 fue trasladado a España, ya con el grado de general, y no volvió a ostentar cargo político de importancia.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Escribanía, 358C; Guadalajara, 110, 180, 181, 183; México, 1216; Indiferente, 140.N.20.
P. Rouaix, Diccionario geográfico, histórico y biográfico del Estado de Durango, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1948; L. Navarro García, Don José de Gálvez y la Comandancia General de las Provincias Internas del Norte de Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano- Americanos, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1964; A. Saravia, Apuntes para la historia de la Nueva Vizcaya, México, Universidad Autónoma, 1979; M.ª L. Rodríguez Sala, Los gobernadores de la Nueva Vizcaya en el siglo XVIII. Análisis Histórico-Social de las fuentes primarias, 1700-1769, Durango, Gobierno del estado de Durango, 2001.
José Manuel Serrano Alvarez
