Navarro Márquez, Ernesto. Cuevas de Almanzora (Almería), 17.V.1899 – Madrid 17.VI.1984. Piloto, aviador.
A los dieciocho años ingresó en el Cuerpo de Topógrafos, y en 1918, con veinte años, consiguió una beca del Aeroclub de Madrid y se hizo piloto en la Escuela de Pilotos del Aeródromo de Getafe. En mayo de 1920 consiguió la titulación de piloto internacional de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI).
En 1921 fue llamado para cumplir el servicio militar y se le destinó al 18 Regimiento de Almansa- Tarragona. Solicitó ir como voluntario a la campaña de Marruecos, pero teniendo en cuenta su historial aeronáutico fue destinado a la Escuela de Pilotos de Guadalajara para obtener el título de piloto militar. Hizo su transformación a piloto militar en el aeroplano Avro 504. La promoción de aviadores de 1920, a la que pertenecía Navarro, fue una de las mejores de aviadores militares y civiles.
Ascendió a sargento al terminar el curso de piloto militar. A continuación fue destinado a la Escuela de Alcalá de Henares, donde efectuó el curso de transformación en aparatos Ansaldo, DH 4 y 6. Por último recaló en Cuatro Vientos donde consigue la cualificación para pilotar los aeroplanos Bristol y DH 9. Por sus excelentes notas en los cursos de pilotaje fue destinado a las escuadrillas de aeroplanos DH- Napier que tenían su base en el Aeródromo de Nador, en Melilla. Permaneció dos años en dicho destino y realizó sesenta servicios de ataque y bombardeo.
En 1923 fue ascendido a alférez. Le concedieron, por Real Orden de 27 de diciembre de 1924, la Medalla Militar con distintivo rojo por sus seis campañas en Marruecos.
En 1923, el 16 de noviembre conquistó la marca de distancia española elevándola a 670 kilómetros con avión francés Samson y llevando de pasajero a Antonio de Lezama. El recorrido fue de Barcelona a Granada.
En 1924 obtuvo el licenciamiento de Marruecos e ingresó en las Líneas Aéreas Latecoere que efectuaban servicios de correo desde Tolosa (Francia) al cabo Juby en el África Occidental Española, línea que se prolongó hasta Dakar.
Fue destinado a Alicante y transportaba el correo en los trayectos desde Tolosa (Francia) a Barcelona y Málaga. Fue el único español contratado como piloto en las líneas aéreas francesas Latecoere. En su tiempo libre participó en numerosos festivales, promocionando la aviación.
En 1925 fue enviado a Irún como técnico civil del Ministerio de Fomento, para inspeccionar los terrenos de un futuro aeropuerto. De 1925 a 1929 prestó sus servicios en el Ministerio de Fomento. En 1929 se creó el Consejo Superior de Aeronáutica y Navarro ingresó en julio de 1929, como técnico civil, con otros dos compañeros, Jáuregui y Gómez Lucia y alcanzó la categoría de jefe de negociado de 1.ª Clase.
Intervino en la sublevación de los militares en Cuatro Vientos el 15 de diciembre de 1930, para forzar un cambio de régimen. Al fracasar la intentona contra la Monarquía, fue procesado y encarcelado, hasta que, al proclamarse la República en 1931, una amnistía le dio la libertad. Desde hacía tiempo era miembro del Real Aeroclub de España y tenía a su nombre dos avionetas Avro de 130 y 125 CV, con las cuales daba clases de pilotaje en Madrid.
En 1929 preparó un viaje de estudio a las islas Canarias, eligiendo como aeroplano la avioneta CASA, diseñada por el ingeniero Luis Sousa Peco y que fue fabricada por Construcciones Aeronáuticas. El día 21 de diciembre, con intensa niebla, emprendió el viaje desde el aeródromo de Getafe, siendo auxiliado por los faros de los automóviles para ayudarle en el despegue. Alcanzó Casablanca y el haciendo escala en cabo Juby, alcanzó el aeropuerto de Gando en la isla de Gran Canaria. En este viaje demostró su gran preparación como piloto, en una avioneta que sólo estaba propulsada por un motor de cien caballos de potencia y realizando etapas de gran dificultad como la de Casablanca al cabo Juby, trayecto muy desértico y sobrevolando terrenos donde habitaban tribus rebeldes.
Durante su estancia en Las Palmas fue muy agasajado y estudió la idoneidad de los terrenos de Gando como futuro aeropuerto comercial. A finales de diciembre se trasladó en vuelo a la cercana isla de Tenerife, donde estudió los posibles campos de aviación para uso por las líneas aéreas comerciales españolas. El aeródromo de Los Rodeos lo consideró muy peligroso por sus frecuentes nieblas, recomendando el de la bahía de Los Cristianos.
En el mes de enero se autorizaron oficialmente, como aeropuertos comerciales abiertos al tráfico aéreo el de Gando y el de Los Rodeos. En febrero de 1930 se inauguró la línea a las islas Canarias con un aeroplano Ford de las Líneas Aéreas Postales Españolas, obra muy personal de Navarro.
El 14 de abril de 1931 fue ascendido a capitán de complemento. En mayo de 1931 pasó a depender del recién creado Ministerio de Comunicaciones. En julio de 1932 fue nombrado consejero de las Líneas Aéreas Postales Españolas. En 1933 pasó a la Dirección General de Aeronáutica. El 9 de mayo de 1936, Navarro fue nombrado inspector de explotación de aeropuertos con una gratificación anual de 2.500 pesetas.
En julio de 1936, estallada la Guerra Civil, se le nombró jefe del Aeropuerto de Madrid-Barajas y al mando de la flota de transportes civiles.
En agosto de 1936 fue ascendido a comandante por Decreto aparecido en la Gaceta de Madrid. Realizó numerosos vuelos de guerra y posteriormente le nombraron jefe del Grupo 12 de escuadrillas de bombardeo ligero “Katiuskas”, con base en La Mancha (San Clemente), donde se le sitúa el 5 de agosto de 1936. En 1937 pasó a Cataluña, donde fue nombrado ayudante de campo del general Pozas, jefe del frente de Aragón. En 1938 estuvo destinado en la Sección Operaciones de la Jefatura de Aviación de Barcelona. En 1939 se trasladó a Francia, pero regresó a la Región Centro donde ocupó el cargo de jefe de la Secretaría Técnica de la Subsecretaría de Guerra. Al terminar la guerra marchó a Francia y de allí a México, donde permaneció hasta 1967. Pasó muchas calamidades, realizando diversos trabajos como escritor de artículos técnicos relacionados con la aviación y dando clases.
Regresó a España el 17 de mayo de 1967 y se jubiló en 1969. No se le concedió pensión militar por no haber estado en servicio activo según el Reglamento Orgánico de Aeronáutica Militar. En 1980, en Madrid, cobraba una pensión de topógrafo, pues de Aviación Civil no le quedó ninguna pensión.
Falleció en Madrid, en el Hospital de la Cruz Roja, el 17 de junio de 1984. Tenía dos hijos, Alberto y Gonzalo. En la esquela figuraba como teniente coronel de Aviación de la Segunda República.
Obras de ~: Elementos de Aviación, Madrid, Editorial Aguilar, 1973.
Bibl.: ALAS (Madrid) (1923, 1925 y 1929); Anuario de Aeronáutica, Madrid, Dirección General de Navegación y Transportes Aéreos, 1929; Diario de las Palmas, 21 de diciembre de 1929 al 18 de enero de 1930; “La sublevación de Cuatro Vientos”, en ABC, 15 de diciembre de 1930; G. Cabanellas, La guerra de los mil días, vol. I, Buenos Aires, Editorial Heliasta, 1975 (2.ª ed), págs. 128-156 y 166-167; A. González-Betes, Grandes Vuelos de la Aviación Española, Madrid, Espasa Calpe, 1983; Historia Gráfica de la Aviación Española, Madrid, COIAE, 1998.
Antonio González-Betes Fierro
