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Gabriel de Roy

Biografía

Roy, Gabriel de. Artois (Francia), 1570 – Bruselas (Bélgica), 1645. Diplomático.

Gabriel de Roy era hijo de una familia noble del condado de Artesia. A los veinte años entró en el servicio de Pedro Coloma, un amigo de su padre y en aquel entonces contador del sueldo del Ejército de Flandes. Fue sucesivamente secretario del almirante de Aragón, Francisco de Mendoza; de 1598 a 1602, mayordomo mayor de los archiduques Alberto e Isabel y maestre de campo general. Como formaba parte del clan del almirante, fue implicado en la lucha entre éste y el duque de Lerma, lo que llevó incluso a su arresto y a unos meses de prisión en Madrid.

Pero el choque con Lerma no parece haber frenado el desarrollo de su carrera. Fue encargado de negocios de Felipe III en Colonia y desde allí pudo seguir de cerca los desarrollos en Holanda, sobre todo en cuanto a sus actividades coloniales. Roy se manifestó como un feroz adversario de la joven República. Consideró su intervención en el Sacro Imperio Romano durante la Tregua de los Doce Años como un acto enemigo que desestabilizaba el poder habsburgo. En su correspondencia con Madrid designó sistemáticamente la República como la principal amenaza universal para España en los ámbitos de la política, la economía y la religión.

Poco a poco fue considerado en Madrid el experto más autoritativo en materias referentes al noroeste europeo.

Hablaba y escribía el neerlandés, el francés, el español, el alemán y el latín. A lo largo de varios viajes había conocido personalmente los países escandinavos y el norte del Sacro Imperio Romano. Así puso los fundamentos de una larga y rica carrera diplomática al servicio de España.

Después de la Tregua de los Doce Años en 1621 se apeló a sus servicios para organizar la guerra económica contra la República de las Provincias Unidas. Madrid quería excluir a los comerciantes de la República del comercio entre las ciudades hanseáticas y Europa occidental, por un lado, y entre Europa occidental y la Península Ibérica por otro. Así se creó en 1624 el Almirantazgo de los Países Septentrionales de Sevilla y su equivalente en Bergues Saint-Winoc y luego (1626) Dunkerque. A continuación Gabriel de Roy tuvo que crear una compañía hanseática ibérica (para controlar el comercio entre el Báltico y la Península Ibérica) y una Armada que debía asegurar a los Habsburgo el control sobre el Báltico desde el puerto de Wismar.

Estas iniciativas mercantilistas no tuvieron larga vida. El Almirantazgo de Sevilla ya se suprimió en 1635, y la existencia efímera de la Armada del Báltico no llegó más allá de 1631 cuando el puerto de Wismar fue tomado por los suecos. Sin embargo, la guerra económica era un arma importante y efectiva, principalmente contra la República, y siguió desempeñando un papel esencial en la estrategia española.

Hasta mediados de 1640, Gabriel de Roy seguiría siendo la figura central de estas operaciones y sería más que nadie el responsable de implementar los proyectos mercantilistas españoles en el norte de Europa.

A partir de 1633 residía en la ciudad danesa Gluckstadt.

Desde allí, con sus colaboradores controló el comercio entre Dinamarca y las ciudades hanseáticas por un lado, y con la Península Ibérica por otro.

Al mismo tiempo hacía de representante diplomático permanente de España en Dinamarca. Estaba en el origen del tratado comercial hispanodanés de 1641.

En 1627-1628, Roy también recibió los cargos de secretario del Consejo Supremo de Flandes y Borgoña en Madrid y de encargado del Consejo de Finanzas de Bruselas. Conservó estas funciones (y los sueldos correspondientes) durante sus misiones diplomáticas en el Norte de Europa. Aún así, la confianza de Madrid en el noble de Artois no era completa ni incondicional A partir de 1631-1632 fue sospechoso de malversación de fondos. En 1638, cuando residía temporalmente en Colonia, tuvo orden de seguir el viaje a Bruselas para justificar los gastos de los amplios recursos financieros que se habían puesto a su disposición en el marco de sus funciones. Se desentendió de la orden y volvió a Gluckstadt. A continuación, sus bienes en los Países Bajos fueron temporalmente inmovilizados. Pero teniendo en cuenta que Gabriel de Roy seguía siendo imprescindible para los proyectos de Felipe IV y Olivares, se hizo la vista gorda y permaneció en su puesto de Gluckstadt. Finalmente, en 1644, dio cuenta de sus gastos. El resultado de la investigación no fue del agrado de Madrid y Bruselas, ya que en 1645 fue arrestado.

Falleció unas semanas más tarde en prisión.

 

Bibl.: H. Lonchay, J. Cuvelier y J. Lefèvre, Correspondance de la Cour d’Espagne sur les affaires des Pays-Bas au xviie siècle, Bruxelles, 1923-1937, passim; A. Domínguez Ortiz, “El Almirantazgo de los Países Septentrionales y la Política Económica de Felipe IV”, en Hispania, 7 (1947), págs. 272- 290; E. Stols, De Spaanse Brabanders of de handelsbetrekkingen der Zuidelijke Nederlanden met de Iberische wereld 1598-1648, Bruxelles, Palais des Académies, 1971; J. Alcalá Zamora y Queipo de Llano, España, Flandes y el Mar del Norte (1618- 1639): la última ofensiva europea de los Austrias madrileños, Barcelona, Planeta, 1975; J. I. Israel, “The Politics of International Trade Rivalry during the Thirty Years War: Gabriel de Roy and Olivares’ Mercantilist Projects (1621-1645)”, en The International History Review, 8 (1986), págs. 517-549; R. A. Stradling, The Armada of Flanders. Spanish Maritime Policy and European War, 1568-1668, Cambridge, University Press, 1992; A. Vanhaelst, De Hoge Raad voor de Nederlanden en Bourgondië. Leden en bevoegdheden (1627-1665), Gante, Universidad, 2002 (inéd.); H. Smessaert, De zetel van de Admiraliteit Duinkerken, 1626-1658. Zijn bestaansreden, zijn functie en zijn relaties, Gante, Universidad, 2005 (inéd.); R. Vermeir, En estado de guerra. Felipe IV y Flandes, 1629- 1648, Córdoba, Caja Sur, 2006.

 

René Vermeir

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