Fernández-Villaverde y Roca de Togores, José. Marqués de Pozo Rubio (IV), marqués de Santa Cruz (XIV). Madrid, 4.IV.1902 – 15.VI.1988. Diplomático y aristócrata.
Nacido en familia de tres hermanos y cuatro hermanas, hijos de Raimundo Fernández Villaverde, que fue ministro de Hacienda y presidente del Consejo de Ministros, y de Ángela Roca de Togores. Estudió en el Instituto San Isidro de Madrid y se licenció en Derecho por la Universidad Central de la capital.
Su educación y su carrera profesional estuvieron muy vinculadas a Inglaterra. Allí iba a pasar los veranos durante su juventud. Entre 20 de febrero y mediados de junio de 1920 vivió en el New College de Oxford, uno de los fundadores de esa Universidad y el primero en erigirse alrededor del patio llamado “quadrangle”. Su primer puesto diplomático fue de agregado a la embajada en Londres (1921), adonde volvió como secretario entre 1933 y 1936.
Al estallar la Guerra Civil del 18 de julio 1936 estaba destinado en Londres, y Fernández-Villaverde se unió al embajador López Oliván en proclamar su lealtad al régimen constitucional republicano, pero dimitió a principios de agosto, por lo que fue separado del servicio por el Gobierno republicano (11 de agosto de 1936). El general Franco le incluyó en la lista de diplomáticos del nuevo régimen aneja al Decreto-ley del 11 de enero de 1937.
Continuó en Londres destinado como secretario (1937-1939 y 1939-1944) y consejero (1944-1948) con el duque de Alba y con Domingo de las Bárcenas.
Luego fue ministro residente en Copenhague (1948-1950), enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en La Haya (1950-1953), embajador en El Cairo (1953-1955), subsecretario de Asuntos Exteriores (de 21 de enero de 1955 a 9 de febrero de 1958) y embajador en Londres (1958-1972).
En este último puesto tuvo una destacada participación en la elaboración y ejecución de la política sobre Gibraltar del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, documentada sobre los “libros rojos” de 1965 y 1968, y plasmada en diversas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas, que invitan a los gobiernos de España y del Reino Unido a mantener conversaciones para poner fin a la colonia sobre la base del principio del respeto a la integridad territorial de España, como las resoluciones AG 2070 (XX), de 16 de diciembre de 1965, y AG 2353 (XXII), de 19 de diciembre de 1967, entre otras.
Se da la curiosa circunstancia de que su abuelo materno, Mariano Roca de Togores y Carrasco, fue uno de sus predecesores como embajador en Londres (1865-1866). Se le reconoce como uno de los diplomáticos españoles de más prestigio y contactos entre las clases dirigentes británicas en toda la historia de las relaciones bilaterales entre España y el Reino Unido, uniéndose su nombre en lugar muy alto a otros pocos, como los de Chapuys, Gondomar, Rubens, Rancés, Merry del Val y Puig de la Bellacasa.
Asimismo, fue procurador designado por el jefe del Estado en la V legislatura de las Cortes Españolas (de 14 de mayo de 1955 a 15 de mayo de 1958) y consejero de Estado, primero electivo (1972) y luego permanente (1973), llegando a ser presidente de su sección primera en 1983, puesto que desempeñó hasta su muerte. Alcanzó el grado de embajador de España y se le concedió la Gran Cruz de Carlos III.
Fue uno de los miembros de la alta aristocracia que unió la adhesión al general Franco con su fidelidad a don Juan, conde de Barcelona. Esto último le llevó a colaborar en el renacimiento del Consejo y Tribunal de las Órdenes de Caballería de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa como una asociación de la Ley de 1964, siendo nombrado ministro-consejero del mismo (29 de mayo de 1978) y comendador mayor de Calatrava (15 de octubre de 1981).
Heredó, tras la muerte de sus dos hermanos varones mayores, Raimundo y Pedro, el título de marqués de Pozo Rubio, concedido a su madre a los quince días de casarse. Sin embargo, era conocido social y profesionalmente por el título principal de su mujer, Casilda de Silva y Fernández de Henestrosa, XIV marquesa de Santa Cruz, con la que tuvo cuatro hijos: Álvaro —que siguió la carrera diplomática—, Casilda, José Carlos y Rafael.
Fuentes y bibl.: Oxford University Archives, UR 2/1/107, OUA.
Staats Almanaak, 1951, pág. 72; Die Haghe Jaarboek, 1953, pág. 194; J. P. Alzina, Embajadores de España en Londres, Madrid, Misterio de Asuntos Exteriores, 2001, págs. 303- 305; Santiago en St James’s, Madrid, Palafox y Pezuela, 2001, págs. 20-22; Embajadores de España en los Países Bajos, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 2004, págs. 127-128; J. L. Pérez Ruiz, Las depuraciones de la carrera diplomática española (1931-1980), Burgos, Dossoles, 2005, págs. 94 y 104.
José Pablo Alzina de Aguilar
