Longa, Lucas de. Mendaro (Guipúzcoa), s. xviii – 1703. Arquitecto y escultor.
Son dos los arquitectos que llevan este nombre, padre e hijo, y a los que no siempre es fácil diferenciar. Lo que sí puede afirmarse es que sus obras se cuentan entre las más importantes de su época y que trabajaron en las tres provincias vascas, donde ejercieron una notable influencia. Se mantuvieron dentro de una corriente austera y purista, si bien con una de las más marcadas inspiraciones italianizantes de la zona. El padre, según Yrizar, se habría formado en las obras de El Escorial, aunque fue el hijo quien desarrolló la labor conocida más extensa e importante y del que se sabe que en 1684 tenía fortuna.
Su dedicación fue muy amplia y variada y se extiende tanto a la arquitectura religiosa como civil, campo éste en el que proyectaron y construyeron edificios para ayuntamientos, casas y palacios particulares y actuaciones urbanísticas como plazas y obras de ingeniería (canalizaciones, fuentes, muelles o la complicada apertura de la Peña de Orduña, en Vizcaya, un hito en su época). Características suyas son las galerías tripartitas de arcos moldurados sobre toscanas, galerías que se sitúan en unas ocasiones en la planta noble, habitualmente en una fachada secundaria, y en otras formando loggia en la planta baja. Esos arcos, cuyas equilibradas proporciones y molduras constituyen casi su firma, son uno de los pocos elementos decorativos que se permiten, junto a sencillos recercos de vanos, fajas lisas para subrayar la separación de plantas o a modo de capiteles en los sobrios pilares de sus pórticos (civiles o religiosos), así como amplios aleros e inclusión de escudos de armas.
Otro aspecto interesante es su visión urbanística, que se despliega con igual acierto tanto cuando se trata de proyectar una plaza como cuando es posible subrayar la interrelación de un edificio con el espacio en el que se sitúa, potenciando los efectos de perspectiva. Así ocurre en el Ayuntamiento de Vergara (Guipúzcoa) y en la plaza de Lequeitio (Vizcaya), donde saca partido a las irregularidades del terreno, o en esta misma población, en el cementerio cubierto de la iglesia de Santa María. Un caso extraordinario de conjunción entre buen diseño arquitectónico y atinada interpretación espacial es el palacio de Uriarte en Lequeitio; se trataba aquí de dignificar y poner a la moda una casa que a su vez envolvía una torre medieval y estaba sujeta a importantes condicionantes de espacio por los edificios circundantes. Haciendo de esa necesidad de acomodación virtud, se consiguió, gracias al cuidadoso estudio de los ángulos de visión y del recurso de hacer avanzar sobre el estrecho terreno la escalera que da acceso a la vivienda, “esconder” la desigual longitud de los paramentos que la flanquean. El edificio se constituyó en un modelo palacial complejo y único en el entorno: en la fachada principal la triple galería de arcos moldurados sobre toscanas de la planta noble se repite en la baja, precedida por la escalinata axial que penetra en el espacio, tal como éste lo hace en el edificio a través de los huecos del pórtico y galería superior.
Longa hijo construyó en Vergara una de las más interesantes casas consistoriales del País Vasco. En 1677 ya tenía dadas las trazas y condiciones de la obra, que también dirigió. La fachada daba la réplica a la iglesia y colegio de la Compañía de Jesús, componiendo con ambos una interesante escenografía barroca al gusto de la época, hoy en parte desfigurada. El bajo, tránsito entre el vacío de la plaza y el lleno del edificio, es un pórtico de seis arcos de medio punto que descansan en sobrios pilares con basa, que se refleja en la lisa línea de imposta, un recuerdo de orden toscano. Una moldura en bocel lo separa del piso principal, en el que se abren seis amplias puertas-ventanas con balcones sobre ménsulas ricamente labradas. Es en realidad la única planta, porque todo el paramento hasta la cornisa es ciego, aprovechado para colocar tres escudos y, entre ellos, dos columnas, que son los elementos más claramente decorativos y que se sitúan sobre los espacios intermedios de cada ventana inferior, marcando el ritmo de articulación: sobre cada arco, una ventana, sobre cada pilar, un escudo o columna decorativa. Remata en una cornisa pétrea de amplio vuelo sostenida por canes de rico diseño. En 1690 compró el solar adyacente al edificio municipal para edificar su propia casa. Está concebida como una continuidad, con arcos como aquél (aunque cuatro y ligeramente más estrechos) que se constituyen en soportales de utilidad pública, con una intención de configurar un conjunto armonizado, pero manteniendo las diferencias que el decoro impone a edificios de distinto carácter y uso: los escudos que aparecen en el ayuntamiento son sustituidos en la segunda planta de la casa por ventanas con sencillos recercos.
Tanto a uno como a otro se han atribuido otros muchos edificios aún no suficientemente documentados.
Obras de ~: Arquitectura: Sacristía de la iglesia de la Asunción, Jemein (Vizcaya), c. 1611; Palacio de Uribarria, Lequeitio (Vizcaya), 1643; Restauración y ampliación de la iglesia de la Trinidad, Mendaro (Guipúzcoa), 1647; Palacio de Solartekua o Mugartegi (hoy sede del Ayuntamiento), Marquina (Vizcaya), 1666; Palacio Andonaegi, Marquina, c. 1666; Cementerio cubierto de la iglesia de Santa María, Lequeitio, 1669, hoy trasladado al convento de dominicas; Iglesia de la Compañía de Jesús, Vergara (Guipúzcoa), 1673; Palacio Mendiola, Lequeitio, 1675; Ayuntamiento, Vergara, 1677; Palacio Uriarte, Lequeitio, 1678; Convento de Clarisas, Salvatierra (Álava), 1679; Iglesia de San Andrés, Etxebarria (Vizcaya), 1682; Convento de Santa Clara, Azcoitia (Guipúzcoa), 1684; Acondicionamiento de los muelles y canalización de la ría de Bilbao, 1684; Remodelación del muelle, Lequeitio, 1684; Apertura de la Peña de Orduña (Vizcaya), 1685; Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, Albiztur (Guipúzcoa); Pórtico de la catedral de Santiago, Bilbao, 1686; Remodelación de la plaza principal, Lequeitio, 1687; Fuente de Trakamail, Lequeitio, 1687; Nueva portada de la iglesia parroquial, Segura (Guipúzcoa), 1687; Traza para la torre nueva de la iglesia de Santa María, Portugalete (Vizcaya), 1689; Casa de Lucas de Longa, Vergara, 1690; Traza para la torre nueva de la iglesia de Santa María, Lequeitio, 1691; Torre y pórtico de la iglesia de San Bartolomé, Elgóibar (Guipúzcoa), 1693; Cornisa exterior de la iglesia de Santa María, Vergara, 1693; Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Legazpi (Guipúzcoa), c. 1700; Reforma de la iglesia parroquial, Azpeitia (Guipúzcoa); Torre de la iglesia de San Pedro, Beizama (Guipúzcoa).
Escultura: Dos ángeles para el órgano de la iglesia de San Pedro, Vergara, 1670; San Cristóbal, para la ermita de su advocación, Vergara, 1670; Florón con un Niño Jesús para la iglesia de la Compañía, Vergara, 1676.
Bibl.: J. Yrizar, “Los dos arquitectos Lucas de Longa”, en Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País (1945), págs. 109-121; M.ª I. Astiazarain, “El Convento de Santa Clara de Azcoitia, una obra de Lucas de Longa”, en Cuadernos de Sección. Artes Plásticas y Monumentales, 1 (1982), págs. 155- 199; J. Velilla Iriondo, Arquitectura y urbanismo en Lekeitio. Siglos xiii-xviii, Leioa, Universidad del País Vasco, 1996; J. Velilla Iriondo, “El Colegio y la Iglesia de los Jesuitas en Lekeitio: de Lucas de Longa al influjo de Loyola”, en Ondare. Cuadernos de Artes Plásticas y Monumentales, 19 (2000), págs. 339-348; J. Á. Gil Massa, Urbanismo y arquitectura civil en Vergara, siglos xiii-xviii, Vergara, Vergarako Udala, 2001; M.ª J. Arámburu Expósito, Arte y piedad. El arte religioso en Vergara en el Antiguo Régimen, Vergara, Vergarako Udala, 2008.
Jaione Velilla Iriondo
