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Antonio de Echevarría y Elexaga

Biografía

Echevarría y Elexaga, Antonio de. Larrabetzu (Vizcaya), 15.II.1785 baut. – ?, m. s. XIX. Arquitecto.

Hijo de Juan de Echevarría y Zavala y de María Antonia Elexaga Castillo.

Contrajo matrimonio en Aulestia (Vizcaya) con María Teresa Lequerica Albinagorta el 27 de julio de 1811.

Estudia en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde consigue el título de Arquitecto en 1824 con un “brillante ejercicio”. Tiene entonces treinta y ocho años y ya había trabajado y dirigido obras con anterioridad. Se enmarca en la segunda generación de arquitectos neoclásicos.

Una de las primeras obras importantes en las que trabaja es en el antiguo hospital de Bilbao (octubre de 1818-1835), en el barrio de Achuri, actuando primero como sobreestante (al parecer desde su inicio), cuando aún no había conseguido el título de Arquitecto.

Hay cierta confusión sobre la autoría del proyecto original y la del edificio finalmente construido.

En la dirección de la obra se sucedieron Agustín de Humaran, quien con seguridad trazó planos, Silvestre Pérez, que le sustituyó en diciembre del mismo año del inicio, y a su fallecimiento, en 1825, Echevarría.

Los planos que se conservan son en todo caso de Echevarría, si bien indica que son copia del original dispuesto en 1825, sin precisar el autor. Se trata de un edificio que adopta las medidas más avanzadas en su época, tanto en el terreno de la utilitas (en este caso higiene y comodidad) como de la venustas, haciendo de la sobriedad y proporción sus mejores cualidades. No rompe la requerida armonía la irregular disposición de su fachada, que se gira con respecto al eje del edificio. Producto de necesidades técnicas de acomodación al terreno, es también la evidencia de un acertado sentido urbanístico, dado el ángulo con el que se vería desde el estrecho callejón por el que la villa se comunicaba con el arrabal de Achuri. Su parte central avanza formando un severo pórtico tetrástilo de orden dórico completo, sustituyendo el frontón por un escudo con las armas de la villa.

Su obra más importante es la Plaza Nueva de Bilbao, aunque la autoría no sea exclusivamente suya.

La primera idea, sin concretarse formalmente, surge a finales del XVIII, en el llamado Plan Loredo. En su planificación participaron arquitectos de talla, como Alejo de Miranda, Agustín de Humaran (1816 y 1818) o Antonio de Goicoechea (1822). Pero los más directamente responsables fueron Silvestre Pérez, por su diseño general (1821), quien sin duda tuvo presente el ejemplo de Juan de Villanueva en la Plaza Mayor de Madrid, y Antonio de Echevarría por la realización de obra, que asumió en 1825, aunque hay dibujos suyos anteriores. Propuso nuevos planos en 1828, que debe rectificar, a sugerencia de la Academia, en 1829, y en diciembre de ese año se coloca la primera piedra. En 1832 presenta a esa institución sancionadora los planos para el edificio de la Diputación, que se dispondrá en uno de los lados menores de la plaza. El conjunto se plantea bajo los preceptos clásicos de regularidad, uniformidad y desornamentación; su planta es ligeramente rectangular y el elemento más característico, como es habitual en este tipo de plazas, es el pórtico que recorre sus cuatro lados: sesenta y cuatro arcos sobre pilares a los que se adosan columnas, siguiendo, como el propio Echevarría señala, el “dórico del Teatro Marcelo, según las reglas de Vitruvio”. El edificio de la Diputación constituye el único elemento levemente diferenciado de la plaza gracias a la dignidad que le confiere la inclusión de un frontón y su coronamiento con el escudo de Vizcaya. Pequeñas modificaciones fueron introducidas posteriormente por Antonio de Goicoechea y Antonio de Armona.

Prueba de que ya gozaba de gran prestigio es el encargo que recibió para proyectar un edificio de gran simbolismo para los vizcaínos: la Casa de Juntas de Guernica, para la que dio planos en 1827, luego modificados en 1839. En realidad se trata de un conjunto no llevado a término en su integridad. La Casa de Juntas, con la iglesia de Santa María de la Antigua, actual Salón de Plenos de las Juntas Generales de Vizcaya, tiene una fachada en la que se dispone un austero pórtico in antis toscano. El Templo de los Patriarcas, junto al árbol ante el que los reyes de Castilla juraban respetar los fueros, es octástilo, de orden corintio completo.

Si la preocupación por la salud pública, tan presente en la época, se centraba prioritariamente en los hospitales, tenía un complemento en los balnearios.

Echevarría dio los planos para el de El Molinar, en Carranza (Vizcaya). Los primeros son de 1831, que se completarán con otros para la casa de baños, en 1839. El proyecto es de clara inspiración palladiana, en su versión más sencilla y siempre dentro de un estilo clasicista.

Su actividad se completa con una interesante aportación teórica. Se trata de un manuscrito inédito (53 x 36 cm), redactado y dibujado en Bilbao entre 1823 y 1841. En la actualidad es propiedad de la Institución Sancho el Sabio, de Vitoria. Consta de dos partes. La primera está formada por treinta y siete hojas con dibujos y comentarios sobre los órdenes clásicos.

La segunda son setenta y tres hojas que presentan modelos de diferentes tipos de edificios, con dibujos (algunos coloreados) y explicaciones. El manuscrito confiesa una finalidad pedagógica: “Facilitar el estudio a los principiantes que desean seguir el Estudio hermoso de la Arquitectura Griega y Romana”.

A través de sus comentarios se puede descubrir su concepción de la arquitectura, que “es la ciencia de construir los edificios observando buenas proporciones y las leyes del Arte, empleando oportunamente los adornos más elegantes que sean posibles”. Su modelo es la arquitectura grecorromana, “la más hermosa por la armonía de sus proporciones, buen gusto de sus perfiles, oportuna aplicación, y riqueza de sus adornos elegantes, y estilo grandioso así en el todo como en sus partes”. La cualidad de belleza que caracteriza a la arquitectura la encuentra “en el orden que se observa en las obras de la naturaleza”, entre las cuales la más perfecta es el cuerpo humano. Cita a Vitruvio, a Vignola, Palladio y Durand.

 

Obras de ~: Antiguo Hospital Civil de Achuri, Bilbao, 1818 (sobreestante), 1825 (director de obra); Plaza Nueva, Bilbao, 1825; Casa de Juntas, Gernika (Vizcaya), 1827; Balneario de El Molinar, Carranza (Vizcaya), 1831 y 1839.

Escritos: [Sin título], Bilbao, 1823-1841 (inéd.).

 

Bibl.: J. González de Durana, “Antiguo Hospital de Achuri-Bilbao”, en VV. AA., Monumentos de Bizkaia, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1987, págs. 279-291; J. Á. Barrio Loza, “Aproximación a la arquitectura del Neoclasicismo en Bizkaia”, en VV. AA., Arquitectura Neoclásica en el País Vasco, Vitoria-Gasteiz, Gobierno Vasco, 1990, págs. 77-113; J. Velilla Iriondo, “Noticia sobre un manuscrito de modelos del arquitecto Antonio de Echevarría”, en Actas del X Congreso del CEHA. Los clasicismos en el Arte español, Madrid, Departamento de Historia del Arte, UNED, 1994, págs. 549-554; N. Basurto Ferro, P. Rodríguez-Escudero y J. Velilla Iriondo, “La Plaza Nueva y las propuestas de Antonio de Echevarría”, en VV. AA., El Bilbao que pudo ser, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 2000, págs. 13-26; J. Laborda Yneva, El proyecto de arquitectura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: las pruebas de examen de los aspirantes vascos, 1776-1855, Vitoria (Álava), Gobierno Vasco, 2011, págs. 196-197; N. Basurto Ferro, “La arquitectura de las sedes de la Diputación de Bizkaia. De la Casa de Juntas de Gernika al Palacio de la Gran Vía de Bilbao”, en VV.AA., Historia de la Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 2014, págs. 481-512.

 

Jaione Velilla Iriondo