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Jerónimo de Bobadilla

Biografía

Bobadilla, Jerónimo de. Sevilla, c. 1636 – 22.VI.1709. Pintor.

Nació en Sevilla hacia 1636. Dentro del complejo panorama artístico de la primera mitad del siglo XVII, que empieza capitalizado por Zurbarán y acaba con la irrupción del joven Murillo, evoluciona un grupo de artífices de segunda fila en el que hay que consignar a Bobadilla, quien gozó de cierta reputación entre sus conciudadanos: suyos eran los seis lienzos de la Vida de la Virgen —“Seys liensesitos de la vida de Nuestra Señora, de mano de Bobadilla”— que poseía el familiar del Santo Oficio, Pedro Serrano de Castro (1704). Incluso Palomino le dedicó una biografía en su Parnaso Español, retratándolo como hombre de talento y célebre ingenio. Ello no ha favorecido su conocimiento, que sigue siendo muy escaso. Se reconoce, no obstante, su singularidad. Según Palomino, Bobadilla nació en Antequera, “criándose” en Sevilla. Pero las fuentes documentales contradicen esta versión del origen del pintor, al dar noticia de su naturaleza sevillana. De lo que no parece haber dudas es de su aprendizaje en el taller de Zurbarán, un hecho referido en la historiografía y avalado por la obra. El período de aprendizaje ha de situarse entre los años 1645 y 1654. En esta última fecha está documentada su estancia en Antequera, donde contrae matrimonio y efectúa un cambio de escenario posiblemente motivado por la necesidad de buscar un nuevo ámbito para el desarrollo de sus negocios, el que ofrecía un lugar donde había una creciente demanda artística. En esta localidad, donde confluían las escuelas andaluzas, pudo recibir otras influencias notables. En 1660, de vuelta en Sevilla, figura en la nómina de asistentes a la Academia de la Lonja. En este ambiente abierto tuvo la oportunidad de acercarse a Murillo, viéndose entonces afectado por las maneras que acabarán imponiéndose en su pintura. Por entonces pintó la única obra que puede adjudicársele con seguridad, la serie de la Vida de Cristo, con dos Adoraciones, La circuncisión y La huida a Egipto. Este último lleva la firma “Bobadilla”, al dorso. Algunos autores fijan las fechas de realización entre los años 1655 y 1660.

En 1675 culmina su ascenso profesional en el medio sevillano, con el nombramiento de alcalde alamín del oficio, fruto del talento que Palomino le atribuye. Ceán Bermúdez insiste en la popularidad del pintor y recuerda que “sus obras fueron abundantes por los conventos y casas particulares”. Casas como la del platero sevillano Salvador de Baeza, que le compró, como recuerda el biógrafo, una serie de seis lienzos de la vida de Cristo. En 1689 firma un dibujo de San José con el Niño que evidencia su plena integración en la corriente murillesca, más del gusto de la sociedad sevillana del momento. Es posible que Bobadilla se desprendiera del tegumento zurbaranesco al contactar con Murillo en el seno de la propia academia, o bien tras relacionarse con su círculo inmediato. Por ejemplo, tuvo amistad con el más cercano de los seguidores del maestro, Francisco de Meneses Osorio. Esta época dorada declinaría a fines de siglo, cuando puso a su hijo Jerónimo como aprendiz de escultor de Agustín de Perea (1699). El hecho de alejar a su discípulo natural del taller propio podría estar dibujando un nuevo panorama, menos favorable. En efecto, la última década de vida del artista ha sido presentada como un período decadente, en el que se mezclan los hechos luctuosos familiares, el deterioro físico del propio pintor con las carencias materiales. En su testamento, otorgado el 21 de mayo de 1708, dispuso que su segunda esposa, con la que se había casado en 1685, arreglara el entierro “con toda moderación que se pudiere atento a que yo no tengo bienes, ni efectos, ni caudal alguno”.

Quedan por añadir a las pocas obras referidas dos dibujos, uno de ellos firmado, que representa a San Lucas (Londres), de su etapa murillesca, y otro que describe el episodio del retorno del hijo pródigo en un marco arquitectónico de gran desarrollo.

 

Obras de ~: Adoración de los Reyes, 1655-1660; La circuncisión, 1655-1660; La huida de Egipto, 1655-1660; San José con el Niño, 1689; San Lucas, f. s. XVII; El retorno del hijo pródigo, f. s. XVII.

 

Bibl.: A. Palomino, El Museo Pictórico y Escala Óptica, Madrid, 1724 (reed., Madrid, Aguilar, 1974); J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, vol. I, Madrid, 1800; J. Gestoso y Pérez, Diccionario de Artífices que florecieron en Sevilla desde el siglo XIII al XVIII inclusive, vol. III, Sevilla, Imprenta Andalucía Moderna, 1908; J. Brown, Murillo and His Drawings, Princeton, The Art Museum, 1976; A. Clavijo, “Un zurbaranesco olvidado: el sevillano Jerónimo de Bobadilla”, en Boletín de Arte (Málaga), 6 (1983), págs. 49-71; F. Quiles, “Noticias de pintura (1700-1720)”, en Fuentes para la Historia del Arte Andaluz, vol. I, Sevilla, Guadalquivir, 1991; A. E. Pérez Sánchez (dir.), Tres siglos de dibujo sevillano, catálogo de exposición, Sevilla, Focus, 1995.

 

Fernando Quiles García