Bretón del Río y Fernández de Jubera, Manuel. Conde de la Riva y Picamoixons (I). Arnedo (La Rioja), 26.I.1780 – 5.I.1859. Teniente general, caballero Gran Cruz y laureado de San Fernando.
Era hijo de Juan Crisóstomo Bretón del Río y Eguizábal y de María Benita Fernández de Jubera y Fernández de Cenzano. Tras realizar estudios en la Universidad de Zaragoza, el 10 de mayo de 1804 ingresó en la Compañía Americana de Reales Guardias de Corps, con la que prestó servicio en Madrid y los Reales Sitios.
Estuvo presente en el motín de Aranjuez y en el alzamiento de Madrid el 2 de mayo. Cayó prisionero de los franceses, pero consiguió fugarse y salvar los estandartes de su Cuerpo. Se unió entonces al ejército de Castilla, con el que tomó parte en las acciones de Cabezón de la Sal (12 de junio de 1808) y Rioseco (14 de julio de 1808), y en la retirada desde Navarra hasta Cuenca.
En el año 1809 luchó en el ataque de los Yébenes y en la acción de Ciudad Real en el mes de marzo; combatió en la batalla de Talavera durante los días 27 y 28 de julio y en la retirada de Puente del Arzobispo.
Posteriormente se retiró a Cádiz y a la isla de León, que defendió ante los ataques franceses. Dos años después fue nombrado ayudante de campo del general Castaños, combatió en la batalla de La Albuela —por su comportamiento en ella recibió la distinción de Benemérito de la Patria en grado heroico y eminente— y estuvo presente en los sitios de Ciudad Rodrigo, Badajoz, Astorga y Burgos.
El 17 de octubre de 1812 ascendió a capitán y fue destinado al Regimiento de Granaderos a Caballo, de Galicia. El 26 de noviembre de 1812 pasó a la 1.ª Compañía, en la cual permaneció hasta la extinción del Cuerpo el 30 de junio de 1813, período en que fue ayudante de campo del general Castaños. Un año después, Bretón del Río operó con el Regimiento de Cazadores de Sevilla en Andalucía y La Mancha.
Al término de la guerra, en 1815 volvió a ser ayudante del general Castaños, con quien entró en Francia al regresar Napoleón del exilio. En febrero del siguiente año pasó al Regimiento de Almansa y el 22 de octubre de 1816 recibió el grado de teniente coronel.
Entre 1817 y 1820 residió en Barcelona a las órdenes de Castaños. Tras proclamarse la Constitución solicitó y obtuvo el retiro.
Volvió al servicio activo en 1823, fue nombrado gobernador militar de Manresa y operó en Cataluña contra los realistas, destacando por su valor en la acción de Calaf (Barcelona), el 25 de junio de 1823, por lo que recibió la Cruz de San Fernando de 2.ª clase, Laureada, concedida por Real Cédula de 19 de mayo de 1825. Al año siguiente obtuvo el empleo de coronel, con el que desempeñó el cargo de teniente de Rey de Barcelona, de cuya plaza fue gobernador militar con carácter interino. Cesó en estos cargos en 1826.
Nombrado en enero del año siguiente ayudante de campo del general Sarsfield, éste le designó gobernador militar de Mataró. Se enfrentó a continuación a los absolutistas y se le premió con el empleo de brigadier, con el que fue gobernador de la Ciudadela de Barcelona.
Desempeñó en 1832 el cargo de gobernador militar interino de Madrid y al año siguiente de Tortosa. Luchando contra los carlistas ganó la Cruz de San Fernando de 4.ª clase, Laureada, el 1 de diciembre de 1833 por el heroísmo demostrado durante la toma de Morella.
Continuó operando en Cataluña hasta que, en noviembre fue nombrado gobernador militar de Cartagena, puesto en el que se mantuvo hasta que al ascender a mariscal de campo, fue enviado al Ejército del Norte como comandante general de la Caballería y posteriormente de la División de Vanguardia, a cuyo frente cayó herido de bala en Mañeru.
Nombrado en 1836 gobernador militar de Zaragoza, operó en el Maestrazgo contra los carlistas. En noviembre del año siguiente pasó a hacerse cargo del Gobierno Militar de Barcelona.
En 1840 emigró a Francia, pero regresó para participar en el levantamiento de octubre de 1841, tras lo cual volvió a emigrar. Retornó a España una vez depuesto Espartero y fue nombrado a su llegada comandante general de Logroño. Seguidamente fue segundo cabo de Castilla la Vieja y capitán general de Aragón y Navarra.
En 1844 alcanzó el empleo de teniente general.
Entre 1845 y 1847 estuvo al frente de la Capitanía General de Cataluña, oponiéndose duramente al levantamiento carlista a pesar de hallarse enfermo de los ojos. Obtuvo como recompensa, el 31 de diciembre de 1847, el título nobiliario de conde de la Riva y Picamoixons, en memoria de su comportamiento en la campaña que allí culminó. En noviembre de 1848 fue nombrado capitán general de Castilla la Nueva, cargo en el que cesó en julio del año siguiente por haberse quedado ciego; entonces pasó de cuartel a Arnedo.
Poseía las Grandes Cruces de Carlos III (1845), San Fernando (1846), Isabel la Católica y San Hermenegildo.
Fue gentilhombre de Su Majestad y senador vitalicio a partir de la legislatura 1845-1846.
Fue, asimismo, miembro de la Real Academia Aragonesa de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza y de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. B-3741; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Consejos, 8982, A. 1848, exp. 133.
P. Chamorro Baquerizo, Estado Mayor General del Ejército español, t. I, Madrid, Fortanet, 1851-1854; A. de Ceballos- Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.
José Luis Isabel Sánchez