Elías, Pedro. ¿Santiago de Compostela? (La Coruña), ú. t. s. xi – Santiago de Compostela (La Coruña), 28.XI.1149. Canónigo, capellán mayor, cardenal, arzobispo compostelano, político.
Suponen los historiadores que nació en Santiago, en cuyas inmediaciones poseía considerables bienes, por cuyo motivo procuró adquirir una formación científica respetable, hasta el punto de haber llegado a oídos del arzobispo Diego Gelmírez sus buenas disposiciones para el estudio, de tal manera que procuró que se perfeccionara más y más, y con este objeto le envió según unos a Francia, y según otros a Italia, resultando un maestro consumado, hasta el punto de que a su regreso fue nombrado canónigo cardenal de la iglesia de Santiago y deán de la misma. Aparece mezclado en los disturbios que tan abundantes fueron en los últimos años del famoso prelado su protector, no apareciendo clara la posición en cuanto al prelado, pues algunos la consideran contraria, mientras López Ferreiro, tan conocedor de la historia de aquellos tiempos, se inclina por lo contrario, que parece lo más normal, ya que tanto le debía.
A la muerte de Gelmírez nombraron para sucederle a Berenguel, obispo de Salamanca, pero fue considerada nula la elección por Inocencio II, a causa de estar en desacuerdo con los cánones vigentes, y al proceder a nueva elección, los vocales parece se inclinaron por el antiguo canónigo cardenal Pedro Elías, quien seguidamente viajó a Roma quizá para lograr del Pontífice la consagración y el palio. Su pontificado, que duró siete años, fue fecundo en extremo. Asistió a los concilios de Toledo (1143) y Palencia (1148) y mantuvo honda amistad con Alfonso VII, del que merecería notables frutos a favor de la iglesia compostelana. Asistió a la boda de la infanta Urraca con el rey García de Navarra, y aún se presume que la bendijo en calidad de capellán mayor del monarca castellano. Acudió igualmente a León en el mes de febrero del mismo año 1148 por un suceso luctuoso, a hacerse cargo del cadáver de la emperatriz Berenguela, para darle sepultura en su iglesia catedral, celebrando por ella durante tres días misas toda la clerecía de la ciudad y diócesis, según habían concertado el prelado y el Emperador. A su gestión corresponde la prosecución de las obras del claustro y torre del reloj de la catedral, así como de la organización de las huestes arzobispales que tomaron parte destacada en la conquista de Baeza y Almería.
Durante su pontificado, quizá en la vacante que precedió a su consagración, tuvo lugar un suceso digno de consignación, por tratarse de una obra considerada hoy poco menos que joya tesoro de la humanidad. Aimerico Picaud, natural de Pathernsi-le-Vieux, al occidente de Poitiers, Olivier de Iscan, de la villa de Santa María Magdalena de Vezelay, con su socia Gilberga, natural de Flandes, ofrecieron a Santiago un ejemplar del códice que había escrito el papa Calixto II, pero muy aumentado y añadido. Se trata del famoso Codex Calixtinus. Aunque no toda la obra fue escrita por el referido Pontífice, hay quienes piensan que Pedro Elías, durante sus años de cabildo compostelano, compuso parte de ella, pero no parece pueda prevalecer esta opinión.
Obras de ~: Gramática latina, s. f. (atrib.).
Bibl.: F. Fita y A. Fernández Guerra, Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia, Madrid, Imprenta Lezcano y Cía., 1880, cols. X-XIV; A. López Ferreiro, Historia de la Santa Iglesia de Santiago de Compostela, t. IV, Santiago, Imprenta del Seminario Conciliar, 1901, col. XI, págs. 221-246; Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (Enciclopedia Espasa), Apéndice n.º 4, pág. 935; S. Portela Pazos, Decanologio de la Catedral de Santiago, Imprenta del Seminario Conciliar, 1944; A. Couceiro Frijomil, Diccionario bio-bibliográfico de escritores, t. I, Santiago de Compostela, Editorial Los Bibliófilos gallegos, 1951, pág. 388; B. C asal Vila (dir.), “Elías, Pedro”, en VV. AA., Gran Enciclopedia Gallega Silverio Cañada, vol. XIV, Lugo, El Progreso Diario de Pontevedra, 2003, pág. 248.
Damián Yáñez Neira, OCSO