Ayuda

Manuel de Madrid y Luna

Biografía

Madrid y Luna, Manuel de. Alcalá de Henares (Madrid), c. 1580 – México, 1623. Letrado, oidor, alcalde del Crimen en Filipinas y México.

Hijo de Sebastián de Madrid y de Mariana de Luna. Contrajo primer matrimonio en los reinos de España con Paula de Vergara, hija del licenciado Vergara, cirujano del Rey, muerto en 1620, y a este matrimonio debería su ingreso a la carrera letrada indiana, porque su suegro presentó memoriales en 1601 para que se le diera una plaza de alcalde del Crimen de México o Lima, pero la Cámara en consulta fechada en Valladolid el 25 de octubre de 1601, junto con proponer sujeto para una alcaldía en México, hacía presente que era muy mozo para una plaza mayor, y en dicha conformidad no fue consultado en esta ocasión para la alcaldía del Crimen de México, proponiéndose en primer lugar al doctor Antonio de Morga, oidor que era en Filipinas, a quien en definitiva se la concedió, pero la resulta que dejaba vacante en dicha Audiencia de Manila se proveyó en el citado licenciado Madrid de Luna, plaza de la que se le libró título por Real Provisión fechada en Valladolid el 13 de diciembre de 1601.

El 4 de junio de 1602 se le concedió licencia para que embarcara rumbo a su destino en compañía de su mujer y de su hija Petronila, y también le acompañó a Filipinas un hermano suyo, que murió en dichas islas, a las que arribó el oidor Madrid y Luna en 1603.

En el año de 1605 fue comisionado para realizar la visita de los navíos procedentes de China, que habían sido dieciocho con cinco mil quinientos chinos a bordo, de los cuales mil quinientos permanecieron en Manila, para trabajar en las obras de reedificación de lo que había destruido una serie de incendios que había asolado la ciudad.

En Filipinas enviudó y, previo parecer favorable de la Real Audiencia, contrajo segundo matrimonio con Beatriz Téllez de Almazán, hija legítima de Cristóbal Téllez de Almazán, oidor de Manila, fallecido poco tiempo antes, lo que dio motivo a que en julio de 1615 el oidor Juan Manuel de la Vega representara ante el gobernador Juan de Silva que el oidor Madrid y Luna había incurrido en las penas legales de privación de oficio por haber contraído matrimonio sin real licencia y por ello, a partir de ese momento, él se abstendría de concurrir al Acuerdo y requería a su colega Andrés de Alcaraz que hiciera cumplir las reales cédulas de prohibición de matrimonios, petición a la que se adhirió el fiscal Alvarado de Bracamonte, ante lo cual el gobernador reunió a una junta de prelados, con cuyo parecer decidió no innovar y no suspender al oidor Madrid y Luna, remitiendo los autos obrados al Consejo.

El 4 de agosto de 1615 el gobernador de Filipinas, Juan de Silva, escribía al Rey para informarle de los escándalos que daban los oidores de la Audiencia y el fiscal, y acompañaba un testimonio, fechado el 13 de agosto de aquel año, que daba cuenta de “algunas palabras de pesadumbres graves y escandalosas” que habían tenido el oidor Manuel de Madrid y Luna y el fiscal Alvarado Bracamonte, pues el primero, al decir de los testigos, dijo: “con mucha cólera, al dicho Sr. Licenciado Madrid Soys un sucio, a lo cual le respondió mentís como bellaco y se volvió para el dicho Sr. Oydor diciendo vos soys el que mentís como bellaco”.

Visto este testimonio, el Consejo de Indias el 7 de junio de 1618, ordenó escribir al gobernador para que en el Real Acuerdo leyera a los oidores y al fiscal una real carta de reprensión “con apercibimiento que demás de que se procederá contra ellos se proveerán sus plazas si no se enmendaren con general satisfacción de aquella república, que tan escandalizada está de su proceder”.

Sobre consulta del Consejo fechada en Madrid el 6 de junio de 1615, fue promovido a una plaza de alcalde del Crimen de la Real Audiencia de México, para ocupar la resulta por ascenso de Diego López Bueno a una plaza de oidor en el mismo tribunal, despachándosele su título por Real Provisión fechada en Valladolid el 9 de agosto de ese mismo año 1615. Salió de Filipinas rumbo a su nuevo destino a finales del año 1617, a pesar de los requerimientos que se le hicieron por el Real Acuerdo para permanecer en Manila mientras duraba la falta de ministros y, después de haber tocado puerto en Acapulco, se dirigió a la Ciudad de México, a la cual arribó el día 2 de marzo de 1618 y tomó posesión de su plaza el día 5 siguiente.

Sobre su vida en México y la que era común a los miembros de la Audiencia, daba algunas noticias en un carta fechada a los pocos meses de su arribo a la capital virreinal: “Gastasse mucho en Mejico, que es temeridad y locura, emos de tener dos coches de caballos de rua y de camino, gran obstentacion de criados y casa, y en mi conciencia que el salario es poco, que con otro tanto no hay suficiente, pues si la persona no trujera bien puesta su casa havia menester treynta mil pesos para ponerla, que trayendo yo todo lo necesario e gastado mas de nueve mil pesos desde que llegue a este Reyno”.

Finalmente, por Real Provisión fechada en Madrid el 24 de julio de 1622 se le despachó título de oidor de la Real Audiencia de México, para ocupar la vacante por ascenso del doctor Galdós de Valencia, oficio que sirvió hasta su muerte.

 

Obras de ~: Relación verdadera de la gran victoria que el Armada Española de la China tuvo contra los Olandeses piratas, que andavan en aquellos mares, y de como le tomaron y echaron a fondo doze galeones gruesos y mataron gran número de gente, Sevilla, 1618.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.272, n. 2, r. 20; Contratación, 5.368, n. 32; Contratación, 5.788, l. 1, fols. 351r.-351v.; Filipinas, 19, r. 4, n. 62; Filipinas, 19, r. 6, n. 96; Filipinas, 20, r. 6, n. 53; Filipinas, 20, r. 9, n. 56 y 58; Filipinas, 20, r. 11, n. 70; Indiferente General, 450, l. A4, fols. 52r.-53r.; Indiferente General, 746; Indiferente General, 2.076, n. 97; México, 1, 2, 1.639; Archivo Histórico de La Paz (Bolivia), Expedientes Coloniales, caja 6, exp. 5.

J. T. Medina, Biblioteca Hispano-Americana, vol. VI, Santiago de Chile, Elzeviriana, 1902, pág. 121; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vol. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, págs. 157, 455, 460 y 520.

 

Javier Barrientos Grandon