Ayuda

Diego Álvarez de Toledo

Biografía

Álvarez de Toledo, Diego. ?, ú. t. s. XV – c. 1557. Prior de la Orden Militar de San Juan en Castilla.

Diego Álvarez de Toledo, también conocido como Diego de Toledo, fue el segundo de los hijos de Fadrique de Toledo, II duque de Alba, y de su mujer Isabel de Zúñiga. Se desconoce la fecha y el lugar de su nacimiento. La primera vez que aparece en las fuentes documentales es ya en 1510, cuando su padre solicitó formalmente al rey Fernando el Católico que Diego sucediera como prior de la Orden Militar de San Juan en Castilla al entonces ocupante del cargo, Álvaro de Zúñiga. En 1512 se sabe que acompañó al duque de Alba en la campaña de conquista del reino de Navarra. Precisamente en agradecimiento a los servicios prestados por su padre en la anexión de Navarra, Fernando el Católico se comprometió entonces a convertir a Diego en prior de San Juan en Castilla.

En efecto, tras la muerte de Álvaro de Zúñiga en 1512, Diego Álvarez de Toledo fue nombrado prior de Castilla por el embajador del maestre de la Orden de San Juan en España, Andrea de Amaral, en 1513.

Diego estuvo en posesión relativamente tranquila del cargo hasta la muerte de Fernando el Católico en 1516. Entonces tuvo que hacer frente a la reclamación del priorato planteada por Antonio de Zúñiga, sobrino de Álvaro de Zúñiga. Antonio de Zúñiga había obtenido una bula pontificia para suceder en el puesto de prior de San Juan en Castilla a su tío. Sin embargo, la cerrada oposición de Fernando el Católico había impedido la ejecución de la medida. Tras el fallecimiento del Monarca, Antonio de Zúñiga renovó su reclamación del priorazgo ante el nuevo rey, Carlos I, y su regente en Castilla, el cardenal Cisneros.

Además, contaba con el apoyo de su familia, el importante linaje nobiliario de los Zúñiga, duques de Béjar. En 1517 se estuvo a punto de desencadenar una guerra abierta entre los duques de Alba y de Béjar por esta cuestión. El cardenal Cisneros la evitó entonces disponiendo el secuestro provisional del priorato de San Juan por la Monarquía hasta que la justicia real resolviera el pleito. Diego Álvarez de Toledo intentó resistir a la incautación, pero finalmente tuvo que ceder y entregó la posesión de los señoríos del priorato de forma pacífica al ejército enviado al efecto por Cisneros. Carlos I resolvió el problema de forma salomónica en 1519, dividiendo el priorazgo de San Juan entre ambos candidatos. Los dos compartían el título de prior de la Orden en Castilla y se repartían la jurisdicción sobre las encomiendas sanjuanistas castellanas.

A Diego Álvarez de Toledo le correspondió el control sobre quince situadas básicamente al norte del reino, con una renta anual de dos mil ducados.

Poco después de recuperar la posesión de su parte del priorato, Diego Álvarez de Toledo tuvo que viajar hacia el Mediterráneo oriental. En efecto, en 1522 los turcos asediaron Rodas, el principal centro de la Orden de San Juan. Diego partió entonces desde Cartagena con una carraca en socorro de la isla. En el curso del viaje, la carraca fue atacada por corsarios argelinos, pero finalmente logró refugiarse en Ibiza.

De allí pasó a Mesina adonde llegó el 24 de diciembre de 1522. En esta ciudad se reunió con el maestre de la Orden tras la caída de Rodas en manos de los turcos. En 1523 el maestre le dio licencia para volver a España con el cargo de lugarteniente magistral en Castilla.

Tras su vuelta, dedicó su gestión del puesto a un objetivo principal: conseguir la incorporación a la Orden de San Juan de los antiguos bienes que la Orden del Santo Sepulcro había tenido en Castilla. En efecto, en 1489 el papa Inocencio VIII había disuelto la Orden del Santo Sepulcro y anexionado sus propiedades a la Orden de San Juan. Sin embargo, la medida había quedado sin ejecutar en España debido a la rotunda oposición de Fernando el Católico. Tras la muerte de dicho Monarca, la incorporación se verificó de forma tardía en Castilla gracias en buena medida a las gestiones del prior Diego Álvarez de Toledo. Tras un primer intento fracasado en 1523-1524, Diego consiguió anexionar a la Orden de San Juan en 1531 la principal posesión sepulcrista en Castilla: el priorato del Santo Sepulcro de Toro.

Diego Álvarez de Toledo empleó buena parte de los bienes sepulcristas recuperados en uno de sus proyectos más personales: la fundación de un convento femenino de la Orden de San Juan en la iglesia de Santa María de la Horta en Zamora. En 1534 el prior trasladó a Zamora el antiguo cenobio de monjas sanjuanistas de Santa María de los Villares, que hasta entonces había estado ubicado en Fuentelapeña. Para dotar adecuadamente al nuevo convento, incorporó a su patrimonio varias antiguas propiedades de la Orden del Santo Sepulcro que se encontraban próximas.

Otro de los logros más destacables de Diego Álvarez de Toledo fue la fundación de una nueva población en el interior del extenso señorío de la Orden de San Juan en La Mancha. En concreto, se trató de la creación de la actual localidad de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), que fue organizada por el prior en 1542.

Diego Álvarez de Toledo debió de fallecer hacia 1557, ya que en dicho año redactó su “carta de desapropiamento”, el documento equivalente dentro de la Orden de San Juan a un testamento. En 1558 se sabe que ya había fallecido, puesto que por entonces el maestre de la Orden estaba realizando gestiones para cobrar sus derechos sobre los bienes del difunto. Su cuerpo fue enterrado en la iglesia del convento de Santa María de la Horta de Zamora, que él mismo había fundado.

 

Bibl.: G. Bosio, Dell’Istoria della sacra religione et illustrissima militia di San Giovanni Gierosolimitano, vol. III, Nápoles, Imprenta de Domenico Antonio Parrino, 1684, págs. 13, 15 y 399; F. Saludador Merino, “La Casa de Alba en el Priorato de San Juan”, en Noria, 1 (1962), págs. 17-32; P. Guerrero Ventas, El gran priorato de San Juan en el Campo de La Mancha, Toledo, Diputación Provincial, 1969, págs. 190-195; C. Barquero Goñi, “Aportación al estudio de la repoblación sanjuanista en la Mancha: cartas de población de Villacañas de Algodor y de Villaverde (1248) y capítulos de la población de Argamasilla de Alba (años 1542 y 1563)”, en J. L. Hernando Garrido y M. Á. García Guinea (coords.), Repoblación y reconquista. Actas del III Curso de Cultura Medieval, Aguilar de Campoo, Fundación Santa María La RealCentro de Estudios del Románico, 1993, págs. 170-172; O. Pérez Monzón, “El convento de las comendadoras de Zamora: el proyecto artístico del prior sanjuanista Diego de Toledo”, en Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo (1993), págs. 229-246; M. P. García Pinacho (ed.), Los Álvarez de Toledo. Nobleza viva, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, pág. 190; C. Barquero Goñi, “La incorporación de los bienes del Santo Sepulcro a la Orden del Hospital en España al final de la Edad Media”, en III Jornadas de Estudio. La Orden del Santo Sepulcro, Zaragoza, 2000, págs. 194-197; J. M. Calderón Ortega, El ducado de Alba. La evolución histórica, el gobierno y la hacienda de un estado señorial (siglos xiv-xvi), Madrid, Dykinson, 2005, págs. 26 y 134-136.

 

Carlos Barquero Goñi

Personajes similares