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Diego Calderón Serrano

Biografía

Calderón Serrano, Diego. Granada, 18.VI.1640 – Manila (Filipinas), 1687. Letrado y oidor en Filipinas.

Hijo de Juan de la Cruz Calderón, natural de Granada, familiar y alguacil mayor del Santo Oficio en Pinos Puente, y de María Serrano y Elvira, natural de Illora.

En 1656 ingresó con beca en el Colegio de Santiago de la Universidad de Granada por la que se graduó de bachiller en Leyes. El 22 de agosto de 1663 ingresó en el Colegio de Santa María de Jesús de Sevilla, graduándose en su universidad de licenciado en Leyes el 13 de diciembre de 1663, y de doctor el 16 de diciembre del mismo año, y en ella fue catedrático de Prima y Vísperas de Cánones y de Decreto.

Sobre consulta de Cámara de 9 de noviembre de 1672 fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Manila para ocupar la vacante del suspendido Juan Manuel de la Peña Bonifaz, plaza de la que se le despachó su título en Madrid el 14 de enero de 1673.

Ese mismo año embarcó rumbo a su destino, y se hallaba en México en febrero de 1674, desde donde escribía a su colegio para noticiarle que allí había sido recibido por el también colegial de Santa María de Jesús, Andrés Sánchez de Ocampo, quien le había “hecho merced de ponerme casa”, y además informaba que se encontraba de partida para Filipinas, adonde arribó algunos meses después.

En Manila sirvió como consultor del Santo Oficio de la Inquisición y llevó una vida colmada de padecimientos y dolores, de los que daba cuenta por cartas a su gran amigo y compañero de colegio Juan Palacios de la Bastida que se hallaba de oidor en Guatemala, y a sus compañeros en Sevilla. A la llegada del nuevo gobernador Juan de Vargas Hurtado, recibió el oidor Calderón Serrano la comisión para residenciar al anterior Manuel de León, y este servicio le ganó nuevos enemigos, que trataron de sobornarle, y como no lo consiguieron se dieron en atacarle. Estos nuevos disgustos y el no tener noticias de un próximo ascenso le hicieron solicitar la jubilación: “Yo pedí en particular en el se me admitiese la dejación desta plaza y licencia para volverme a mi casa. Punto sobre que ensisto este año, no sé si lo he de conseguir como lo pretendo aora dos años”.

No consiguió el pretendido retiro, y aun debió soportar nuevos disgustos, pues en 1684 participó, junto a sus colegas y el gobernador Vargas y Hurtado, en los enfrentamientos contra el arzobispo Pardo, y concurrió con su voto a la declaración de destierro en contra del prelado y de varios religiosos dominicos, lo que motivó una serie de quejas, y la investigación por parte de la Corona, que culminaron con el envío del juez pesquisidor Francisco de Campos Valdivia y con la suspensión del oidor Calderón Serrano, quien, junto a Vargas Hurtado y los oidores, fue llevado, bajo custodia, a los lugares donde habían estado desterrados el arzobispo y los dominicos.

En enero de 1687 se declaró por vacante su plaza, proveyéndose en su lugar a Juan de Ozaeta, y se mantuvo suspenso hasta su muerte.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5439, n. 78; Filipinas, 90, n. 1; Filipinas, 273, n. 17; Filipinas, 331, l. 8, fols. 167v.-168r., 294v.-195v.; Filipinas, 348, l. 5, fols. 212v.-214v.; Filipinas, 3, 522; Indiferente General, 128, n. 125; Archivo Histórico Universidad (Sevilla), Sº. 19, pza. 8; Sº. 58, fol. 231; Sº. 334; lib. 629, fols. 188v.-189r.

Ch. H. Cunningham, The Audiencia in the Spanish colonies. As illustrated by the Audiencia of Manila (1583-1800), Berkeley, University of California Press, 1919, págs. 268-273; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vol. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, pág. 522; J. Barrientos Grandon, “Estado moderno y judicatura letrada en Indias. Colegiales del de Santa María de Jesús de Sevilla en plazas togadas”, en Ius Fugit, 3-4 (1994-1995), pág. 302.

 

Javier Barrientos Grandon