Vigil de Quiñones y Alfaro, Rogelio. Marbella (Málaga), 1.I.1862 – Cádiz, 7.II.1934. Médico.
Procedente de una familia de tradición militar, en 1886 obtiene la licenciatura en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada, ejerciendo en varios pueblos de la Alpujarra, antes de alistarse en el Ejército como médico provisional del Cuerpo de Sanidad Militar (octubre de 1897); destinado al Ejército de Filipinas, llega a Manila en enero de 1898, y tras unos días en el hospital militar de Malate, sale para Baler con el batallón de Cazadores n.º 2 y se le asigna la organización de una nueva enfermería militar en Baler.
Este pequeño pueblo de Baler, no muy alejado de Manila y cabecera de gobierno político-militar del distrito del Príncipe, ya se había sublevado en octubre de 1897, y el destacamento español tuvo que hacerse fuerte en la iglesia; logró finalmente reducir a los rebeldes gracias a los refuerzos que acudieron en su ayuda, aumentando como precaución la fuerza del destacamento a cincuenta hombres, más los oficiales.
En las fechas en que Vigil de Quiñones llega a Baler, Aguinaldo, líder independentista, se encontraba exiliado en Hong Kong, y tras haber llegado a un acuerdo con España (Biac-na-bato), se disponía a reanudar la guerra con el apoyo militar de los Estados Unidos. Desencadenada la guerra hispanoamericana y destruida la escuadra española por la estadounidense en Cavite (1 de mayo de 1898), fuerzas norteamericanas y filipinas fueron cerrando el cerco a los españoles, cuyos efectivos se concentraron en Manila; no obstante, numerosos destacamentos españoles permanecieron incomunicados por toda la geografía, acosados por las fuerzas filipinas como fue el caso del destacamento de Baler, artífice de una verdadera epopeya.
El 30 de junio de 1898 comienzan los ataques de los rebeldes filipinos y el asedio a la iglesia, donde días antes se había fortificado el destacamento español; Vigil de Quiñones, además de sus cometidos profesionales como médico, tomó parte activa en la defensa del pequeño reducto, repeliendo los ataques a diario y realizando guardias de vigilancia armada. Herido de gravedad en octubre, se vio obligado a seguir prestando asistencia médica al resto del contingente víctima de una epidemia de beri-beri, causa por la que fallecen varios militares, entre ellos, el teniente del destacamento, Alonso Zaya, y el capitán de las Morenas, comandante político militar del Príncipe; en diciembre, Vigil de Quiñones enfermó también de beri-beri, sobreviviendo finalmente gracias a sus recetas caseras y fortaleza física.
Después de casi un año de haber finalizado la guerra y de trescientos treinta y siete días de asedio, agotadas las municiones, víveres y mermados el número de combatientes, el destacamento de Baler capituló, siendo honrada su proeza por el mismo Emilio Aguinaldo, quien en su condición de presidente de la primera República de Filipinas, les concedió el honor de salir de la iglesia, no como prisioneros, sino portando las armas que tan eficientemente habían manejado durante los días de asedio.
De vuelta a la Península, Vigil de Quiñones ingresa en el Cuerpo de Sanidad Militar (1901) como médico segundo, tras haber superado la correspondiente oposición y alcanzada por antigüedad la categoría de médico de primera en 1906; tras desempeñar diversos destinos en la Península fue enviado a África, participando en la campaña del Rif, donde destacó y fue galardonado, y pasó destinado posteriormente al Hospital Militar Alfonso XIII de Melilla.
Ascendido a comandante médico y tras desempeñar diversos destinos en la Península y en África, en enero de 1926 abandona el servicio activo, fijando su residencia en San Fernando (Cádiz), falleciendo en febrero de 1934.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Hoja de Servicios.
M. Sastrón, La insurrección de Filipinas y la guerra hispanoamericana en el Archipiélago, Madrid, 1901; S. Martín Cerezo, El sitio de Baler, Guadalajara, Taller Tipográfico del Colegio de Huérfanos, 1904; S. Martín Cerezo, El sitio de Baler, Madrid, Biblioteca Nueva, 1946; R. Fernández de la Reguera, Héroes de Filipinas, Barcelona, Planeta, 1963; A. Vigil de Quiñones, “España en Filipinas. La muy heroica defensa de Baler”, en Revista de Historia Militar, 56 (1984); M. Velamazán et al., “Rogelio Vigil de Quiñones. Un médico militar entre los últimos de Filipinas”, en El lejano Oriente Español. VII Jornadas nacionales de Historia Militar, Sevilla, Cátedra General Castaños, 1997; A. Castellanos, Filipinas, de la Insurrección a la intervención de EE UU, Madrid, Sílex, 1998; A. Beláustegui Feernández, Rogelio Vigil de Quiñones y otros médicos militares ejemplares, Madrid, Ministerio de Defensa, 2007; J. Valbuena García, Más se perdió en Filipinas. La épica resistencia de los héroes de Baler, Madrid, Ediciones Encuentro, 2021.
Alicia Castellanos Escudier