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Fermín Jaúdenes y Álvarez

Biografía

Jaúdenes y Álvarez, Fermín. La Coruña, 7.VII.1836 – Logroño (La Rioja), 11.II.1915. Militar, gobernador general de Filipinas.

Hijo del intendente del ejército Francisco de Jaúdenes y de Ramona Álvarez, en mayo de 1852 ingresó como cadete en el Colegio de Infantería, donde cursó los tres años de estudios reglamentarios con las correspondientes prácticas en el Regimiento de Infantería de Zaragoza; sus primeros destinos transcurren en distintas guarniciones peninsulares (Vitoria, Oviedo, Alicante, Valencia, Cartagena, Ávila, etc.).

En 1859 pasó destinado al ejército de África y desembarcó con su Regimiento en Ceuta, donde había estallado un conflicto armado (Guerra de África, 1859-1860) como consecuencia del ataque de los cabileños a dicha ciudad. Participó con las tropas que se batían contra los moros, al mando del teniente general Juan de Zabala, en defensa del reducto de Isabel II; herido de gravedad, fue recompensado sobre el campo de batalla con el grado de capitán, además de la Medalla de la Campaña de África y el nombramiento de Benemérito de la Patria. Restablecido de sus heridas y firmada la paz con Marruecos, ocupó varios destinos en las guarniciones peninsulares (San Sebastián, Burgos, Pamplona, Vitoria) y en 1866 contribuyó a sofocar los especiales acontecimientos ocurridos en Madrid (pronunciamiento de Villarejo dirigido por Prim y sublevación del cuartel de San Gil). Su actuación fue recompensada con la Cruz del Mérito Militar de 1.ª Clase.

A partir del 1867 fue enviado a diversas guarniciones del norte, cuya principal misión era vigilar la frontera para evitar la entrada de partidas carlistas.

Fue ascendido en 1872 a comandante por méritos de guerra. Durante los siguientes años participó activamente en numerosos combates contra los carlistas levantados en armas (Tercera Guerra Carlista); fue ascendido a teniente coronel de Infantería, de nuevo, por méritos de guerra (1874) y, un año después, mandaba su propio batallón distinguiéndose en numerosos hechos de armas (Pobleta, Artajona, Armas del Rey, Cantavieja, Villarreal de Álava, Techa, Peñacerrada, levantamiento del bloqueo de Bilbao, Orduña, Murgia, etc.). Por los méritos contraídos en la campaña carlista se le concedió la Encomienda de Carlos III y la Medalla de Alfonso XII con los pasadores de “Pamplona” y “Cantavieja”. Ya como coronel en 1876 mandó el Regimiento de Infantería de Zaragoza n.º 12, y un año después alcanzó el grado de brigadier. Fue nombrado jefe de la Brigada de Burgos y gobernador militar de la provincia de Logroño.

En 1889 ascendió a general de brigada y en 1895 a general de división, desempeñando diversos cargos de responsabilidad (comandante general de la 1.ª división del 4.º Cuerpo de Ejército, gobernador militar de Logroño, comandante general de la 2.ª división del 6.º Cuerpo de Ejército, gobernador militar de Gerona, Tarragona y Álava, etc.).

El 25 de septiembre de 1897, Fermín Jaúdenes fue destinado a Filipinas a disposición del entonces gobernador general Fernando Primo de Rivera, quien le asignó el cargo de comandante general del ejército de Luzón. En estas fechas se estaba negociando la Paz de Biac-na-bató que iba a poner fin a la primera fase de la guerra desencadenada el año anterior (agosto de 1896). Su experiencia en los distintos conflictos armados (Guerras de África y Carlista) llevó a Primo de Rivera a nombrarlo (enero de 1898) segunda autoridad del archipiélago (2.º cabo), subinspector de armas de Infantería y Caballería así como jefe de la Guardia Civil. Su efectiva actuación contra las partidas rebeldes que no se habían acogido al pacto de Biac-na-bató sería recompensada con la Medalla de Filipinas.

Jaúdenes, como segunda autoridad del archipiélago, vivió la destrucción de la escuadra española en Cavite, bajo las órdenes del gobernador general Basilio Augustín. Asumió el 6 de junio la defensa de la plaza de Manila y el día 4 de agosto de 1898 sustituyó al gobernador general Basilio Augustín. En estas fechas la guerra entre España y Estados Unidos alcanzaba su momento más crítico; aniquilada la escuadra española en Cavite por la norteamericana (1 de mayo), fuerzas norteamericanas y filipinas se disponían a tomar Manila. A los tres días de tomar el mando, Jaúdenes recibió un comunicado del comodoro Dewey y del general en jefe del ejército norteamericano, por medio del cual anunciaban que en el plazo de cuarenta y ocho horas comenzarían las operaciones navales y terrestres para la toma de Manila. Ante la grave situación, Jaúdenes reunió a la Junta de Autoridades y expuso la conveniencia de rendirse con el fin de evitar la muerte de civiles, pero ante la falta de acuerdo de ésta, Jaúdenes telegrafió al Gobierno de Madrid, que le pidió que “aguante” hasta firmarse el protocolo que pondría fin a la contienda.

El 13 de agosto, Manila fue bombardeada por la escuadra norteamericana, a pesar de que la guerra había terminado un día antes. El día 14 se firmaron las capitulaciones en el Ayuntamiento de Manila entre Jaúdenes y el general norteamericano Merrit.

Por Real Decreto de 5 de octubre de 1898 Jaúdenes fue destituido de todos sus cargos y, tras su regreso a Madrid, juzgado en Consejo Supremo de Guerra y Marina con motivo de la capitulación de la plaza de Manila. Como resultado, fue separado del servicio e incapacitado para desempeñar destino alguno.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), hoja de servicios del general de división F. Jaúdenes y Álvarez.

I. Salinas y Angulo, Defensa del general Jaúdenes hecha por el general de brigada Ignacio Salinas y Angulo: Leída el 29 de septiembre de 1899 ante el Consejo Supremo de Guerra y Marina, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1899; E. Reverter, La Insurrección de Filipinas, Barcelona, Centro Editorial de Alberto Martín, 1899; M. Sastrón, La insurrección en Filipinas y Guerra Hispano-Americana, Madrid, 1901; S. Gómez, La guerra hispano-americana: Puerto Rico y Filipinas, Madrid, 1902; A. Ubieto, J. Reglá, J. M. Jover y C. Seco, Introducción a la Historia de España, Barcelona, Teide, 1986; J. Barón, La guerra hispano-norteamericana de 1898, Sada (La Coruña), Ediciós do Castro, 1993; A. Bullón, Las guerras carlistas en sus documentos, Barcelona, Ariel, 1998; A. Castellanos, Filipinas de la Insurrección a la intervención de EE. UU., Madrid, Sílex, 1998.

 

Alicia Castellanos Escudier

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