Arellano, Deodato. Bulacan (Filipinas), 28.VII.1844 – Benguet, Luzón (Filipinas), 7.X.1899. Miembro fundador y primer presidente del Katipunan (sociedad secreta que organizó el movimiento independentista filipino contra España).
Nacido en el seno de una familia modesta, sólo tuvo acceso a los estudios de primaria y tras realizar un curso de Contabilidad en el Ateneo de Manila, entró como administrativo en el arsenal de artillería.
Se inició en el movimiento independentista como mensajero de la logia masónica Taliba y como miembro de la Liga Filipina, pero fue gracias a su matrimonio con la hermana de Marcelo Hilario del Pilar (perteneciente al grupo de ilustrados filipinos residentes en Madrid), cuando adquiere protagonismo, primero como secretario de la Liga Filipina, y posteriormente con el nacimiento del Katipunan.
En 1892 Deodato Arellano recibió una carta de su cuñado Hilario del Pilar, que había entrado en contacto con el presidente del Oriente Español, Miguel Morayta, con instrucciones precisas para que fundara una sociedad secreta exclusivamente de filipinos. En el mismo año y en la propia casa de Deodato se reunió una serie de filipinos, entre otros Andrés Bonifacio, dando lugar al nacimiento del Katipunan (Venerable Sociedad Suprema de los Hijos del Pueblo). En el Primer Consejo Supremo Deodato Arellano asume la presidencia y Andrés Bonifacio ocupa el puesto de secretario.
La aparición del Katipunan marcó el final de la campaña pacífica y el principio de un movimiento revolucionario militante que impulsó la lucha armada para alcanzar la independencia total de Filipinas. La presidencia de Deodato Arellano en el Katipunan no convenció a las facciones más radicales, en especial a Andrés Bonifacio, que le acusó de moderado, sustituyéndole por Basa Romano, cuyas gestiones tampoco le satisficieron, por lo que se nombró a sí mismo jefe supremo. En 1894 Deodato Arellano, junto a Numerario Adriano, intentó revivir la fenecida Liga Filipina, que tras la deportación de Rizal a Dapitan (Mindanao) prácticamente había desaparecido. Para ello se crea un comité permanente (cuerpo de compromisarios) compuesto por una treintena de socios, entre los que se encuentran Apolinario Mabini, Domingo Franco y Faustino Villaroel, este último fundador de la logia masónica Patria. En principio, la entidad no asume ninguna estructura definida y su principal actividad era distribuir los ejemplares del periódico Solidaridad publicados en España y cuyo director era precisamente Hilario del Pilar.
Durante los años próximos a la guerra, en Filipinas existía cerca de un centenar de logias masónicas distribuidas por todas las islas; sin embargo, a diferencia del Katipunan, el objetivo principal de la mayoría de ellas no era la emancipación total sino conseguir que Filipinas volviera a ser una provincia y no una colonia.
No obstante, cuando estalla el conflicto armado en 1896, muchos de sus miembros se adhieren a las filas del ejército filipino; tal es el caso de Deodato Arellano, que en 1896 se une a la brigada de Bulacan mandada por su cuñado, el general Gregorio del Pilar, que le asigna el cargo de oficial. Las malas condiciones vividas durante los tres años de guerra le llevan a contraer la tuberculosis, enfermedad de la que muere en Benguet (Luzón).
Bibl.: J. M. Castillo, El Katipunan o el filibusterismo en Filipinas: crónica ilustrada con documentos autógrafos y fotograbados, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos, 1897; M. Sastrón, La insurrección en Filipinas y Guerra Hispano- Americana, Madrid, 1901; M. Artigas, Andrés Bonifacio y el Katipunan, Manila, 1916; M. Ponce, Cartas sobre la Revolución, Manila, Bureau of Printing, 1932; T. Agoncillo, The revolt of the masses: The story of Bonifacio and the Katipunan, Quezon City, University of the Philippines, 1956; Memorias de la revolución filipina, Manila, Buró de la Imprenta Pública, 1960; A. Molina, Historia de Filipinas, Madrid, Cultura Hispánica, 1984; T. A. Agoncillo y R. Sagani, History of the Filipino People, Quezon City, Garotech, 1990; A. Castellanos, Filipinas, de la insurrección a la intervención de EE.UU., Madrid, Sílex, 1998.
Alicia Castellanos Escudier
