Vidal, San. ¿Tielmes (Madrid)?, s. III – ¿Campania (Italia)?, f. s. III. Santo y mártir.
No hay ningún dato fidedigno sobre la vida y muerte de san Vidal. El Acta Sanctorum recoge que en el Actis S. Sebastiani, en el capítulo XI, se agrupa a un conjunto de mártires, muertos en tiempos de Diocleciano: Ariston, Crescentianus, Eutychianus, Urbanus, Vitales, Justus, Felicissimus, Felix, Marcia, Symphorosa, todos ellos citados como “Martyr in Campaniafelice (S)”. Esta Passio S. Sebastiani, atribuida a san Ambrosio, pero de un autor del siglo v, tiene muy poco rigor histórico. De todo este grupo de mártires, Vidal y Urbano se trasladaron al Martyrologium Hispanicum que sirve de base a varios autores, entre ellos a Tamayo Salazar, para tejer una leyenda que se basa en pseudocronicones.
Aceptando esto y, según la tradición, san Vidal siguió la carrera de armas en Italia, donde se casó por primera vez; de regresó a España enviudó y volvió a contraer matrimonio, esta vez con una cristiana, que le dio dos hijos, Justo y Pastor, martirizados también, cuando eran niños, por orden del pretor Daciano en el año 306 a su paso por Complutum (Alcalá de Henares). Otros autores mencionan a los dos niños como hijos de san Marcelo de León.
De nuevo en Italia sirvió bajo las órdenes de Sebastián, futuro mártir, junto al que se perfeccionó en el cristianismo. A causa de la persecución de Diocleciano se retiró, con sus compañeros, a la Campania y, después de un tiempo fueron detenidos y juzgados, siendo martirizados cerca de Padua. Su fiesta se celebra el 3 de julio.
Bibl.: Acta Sanctorum Database, Antuerpiae-Bruxellis, Sociedad de Bollandistas, 1643-1940, julio I, col. 0307-0308, acta.chadwyck.com (en línea).
Elena Sainz Magaña