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Teótimo Escudero y Coll

Biografía

Escudero y Coll, Teótimo. Azara (Huesca), 20.IV.1769 – Madrid, 20.I.1841. Alcalde de Casa y Corte, consejero de Castilla, magistrado del Tribunal Supremo.

Hijo de José Escudero y de María Coll, naturales de Azara y Calasanz, respectivamente. Bachiller, licenciado y doctor en Leyes y Cánones por la Universidad de Cervera. A los veinte años colaboró en la docencia de dicho centro como presidente de repasos a los estudiantes de tercer curso, obteniendo diez años después la cátedra de Clementinas. Participó activamente en la vida universitaria. Fue elegido varias veces vocal del claustro de diputado contador, examinador de tránsitos, visitador de la librería y juez para la provisión de cátedras. El 6 de octubre de 1797 aprobó el examen de letrado para el Consejo.

El 2 de septiembre de 1801 suplicó al Rey que le concediera una plaza de ministro en la Chancillería de Granada, vacante por el fallecimiento de Vicente Mateo de Gorribas. De nuevo, el 27 de noviembre pidió otra para Valencia. No obtuvo ninguna de ellas. Finalmente, accedió a la magistratura dos años más tarde como alcalde de cuadra en la Audiencia de Sevilla, donde asumió en 1808 el cargo de oidor. Durante la ocupación francesa no abandonó la capital hispalense y continuó sirviendo al Gobierno intruso como miembro de su Junta criminal. Concluida la contienda militar, tuvo que someterse a purificación. En particular fue acusado de dictar sentencia capital contra el reo José Vallecillo. No obstante, no sólo demostró su inocencia en este asunto, al haber firmado un voto particular contrario a la pena de muerte, sino que también probó su colaboración con el Gobierno nacional. En estas fechas ayudó a los presos españoles mitigando sus penurias y facilitándoles su fuga, llegando, incluso, a evitar que sus causas fueran juzgadas por las comisiones militares. Esta conducta mereció el castigo de las autoridades galas, quienes le separaron de su empleo y le deportaron preso a la ciudad de Córdoba. Estos informes fueron suficientes para ser rehabilitado por las Cortes a mediados de 1813.

En la época del Trienio Liberal se pronunció públicamente en defensa de los derechos inalienables de Fernando VII, manifestaciones que motivaron su persecución, traslado y suspensión. Por aquel entonces ejerció el gobierno de la sala de Alcaldes de la Audiencia sevillana. El 29 de agosto de 1822 es destinado a Extremadura, sin embargo el cambio no llegó a materializarse, ya que unos meses más tarde, al restablecerse el absolutismo, continuó como oidor decano en la ciudad del Guadalquivir.

Su fidelidad al Deseado, así como su labor y celo en el desempeño de sus funciones, le hicieron merecedor de la plaza de regente de la Audiencia de Valencia en 1826. Sustituiría en el puesto al almeriense Gonzalo Heredia Bejines de los Ríos. Por resolución regia de 8 de noviembre de 1828 fue promocionado al Consejo de Castilla en lugar del finado Luis de León. Su nombramiento se hizo sin contar con el parecer del Consejo de la Cámara que propuso en la terna a Ignacio Marín Sánchez, regente de la Audiencia de Sevilla, Juan Nicolás Undarreitia, regente de la de Canarias, y Antonio Caspe, alcalde de Corte. En este tiempo intervino en importantes comisiones, destacando su participación en octubre de 1829, junto a Pérez de Juana y Llorens, en un proceso sumario contra una conspiración liberal frustrada. El 21 de diciembre de 1832 asumió las funciones de gobernador de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte, volviendo dos años más tarde a servir su plaza en el Consejo de Castilla.

El 24 de marzo de 1834 se creó el Tribunal Supremo de España e Indias. Por Decreto de 1 de abril de ese mismo año, Escudero, junto a Andrés Subiza, José Martínez de Areta, José Montemayor, José Villanueva, José Mier, Matías Herrero Prieto, Francisco Redondo y José María Calatrava, fue nombrado magistrado de este Alto Tribunal. Dos años más tarde, una disposición regia de fecha 21 de septiembre formó una Junta de calificación de magistrados y jueces de todos los tribunales. Consecuencia directa de esta orden será el cese del oscense el 26 de enero de 1837.

El 16 de abril de 1804 contrajo matrimonio por poderes en la ciudad de Cervera con María Josefa de Pedrolo Gomar, nupcias ratificadas dos meses más tarde en Carmona. De esta unión nacieron cuatro hijos: Francisco, Pilar, Josefa y Concepción. Escudero falleció en 1841 como consecuencia de una dolencia pulmonar, y fue enterrado en Madrid en el cementerio de la iglesia parroquial de San Martín. Por orden de 8 de marzo de ese mismo año se concedió a sus hijas solteras una pensión de orfandad por importe de 12.000 reales, que percibieron desde el día siguiente al del fallecimiento.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Ministerio de Hacienda, legs. 527 y 5090; Ministerio de Justicia, Jueces y Magistrados, leg. 4397; Diario de Sesiones de las Cortes, legislatura 1810-1813, sesiones de 22 de febrero, 23, 26 y 27 de junio de 1813.

Arias Teijeiro, Diarios, Pamplona, Universidad de Navarra, 1966, vol. I, págs. 129, 137, 140, 192 y 261; vol. II, págs. 32 y 284; vol. III, págs. 36 y 83; L. Moreno Pastor, Los orígenes del Tribunal Supremo, 1812-1838, Madrid, Ministerio de Justicia, 1989, pág. 187; P. Molas Ribalta, La Audiencia borbónica del reino de Valencia (1707-1834), Alicante, Universidad, 1999, págs. 112, 113, 132 y 136; Los magistrados de la Ilustración, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2000, págs. 133-136; B. Díaz Sampedro, La politización de la Justicia. La designación de los magistrados del Tribunal Supremo (1836-1881), Madrid, Dykinson, 2005, pág. 38.

 

José Antonio Pérez Juan

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