Antonio Vico Camarero

Vico Camarero, Antonio. Santiago de Chile (Chile), 16.IV.1904 – Madrid, 20.III.1972. Actor.

Descendiente de una gloriosa saga de actores: nieto de Antonio Vico y Pinto; hijo de José Vico Villada y Asunción Camarero. Precisamente nació durante una gira de sus padres por la América hispana. En cuya compañía teatral empezó su intensa carrera, a la tempranísima edad de ocho años. Con quince entró en la compañía de Juan Bonafé. A los dieciséis estuvo en la de Concha Catalá como galán joven. Y sucesivamente, con el transcurso del tiempo, pasó temporadas en las compañías de María Palou, Ernesto Vilchs e Irene López Heredia, Carmen Díaz y la suya propia que formó con su esposa, Carmen Carbonell. Hubo una época en la que coincidieron en los escenarios con Concha Catlá y Manuel Díaz González, que se anunciaban como “Los cuatro ases”, en atención al requerimiento popular, que los consideraba extraordinarios en su oficio.

Antonio Vico se dedicó más al teatro que al cine, aunque hiciera compatibles sus trabajos en ambos medios. Entre sus más sobresalientes éxitos escénicos: Raquel (1928); El negro que tenía el alma blanca (1930); Rosas de otoño (1940); Todo Madrid (1944); Amores y amoríos (1945); Juan Puerto (1945); Johnny Lobito, Yo tengo veinte años y Dos mujeres a las nueve (1949); Sobre la cuerda floja (1950); La señal que se espera (1952); La culpa es tuya (1954); Prohibido en otoño (1957); Trampa para un hombre solo (1960); La dama del alba (1961); Un paraguas bajo la lluvia (1965); Pedro de Urdemalas (1968); El enfermo imaginario (1969) y El décimo hombre (1970). En 1960 recibió el Premio Nacional de Teatro por su trabajo en Trampa para un hombre solo.

Su primera película, muda, fue El doctor Rojo, de Ramón Caralt y Fructuoso Gelabert, en 1917. A lo largo de su vida rodó alrededor de treinta y cinco películas, en las que logró emotivas interpretaciones, dentro de un estilo tragicómico, que utilizó tantas otras veces en el teatro. Fue un actor de los llamados “de la vieja escuela”. Supo combinar con éxito la risa y la tragedia.

Estuvo trabajando hasta sus últimos días y de él podría decirse que “murió en un escenario”. Una noche en vísperas de la primavera de 1972, al acabar la función del estreno de La noche de los cien pájaros, de Jaime Salom, en el madrileño teatro Reina Victoria, se sintió indispuesto y fue trasladado desde su camarín a un hospital donde pocos días después se extinguió para siempre.

Su hijo, Jorge Vico, también actor, falleció en 1977. Un nieto, Antonio Vico, ha continuado la tradición familiar en el teatro.

Obras de ~: Filmografía: Actor en: R. Caralt y F. Gelabert (dirs.), El doctor Rojo, 1917; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Patricio miró a una estrella, 1934; E. Neville (dir.), El malvado Carabel, 1935; F. Delgado (dir.), Currito de la Cruz, 1936; B. Perojo (dir.), Mariquilla Terremoto, 1938; I. F. Iquino (dir.), El difunto es un vivo, 1941; , F. Delgado (dir.), Fortunato, 1941; L. Vajda (dir.), Marcelino, pan y vino, 1954; L. Vajda (dir.), Mi tío Jacinto, 1957; F. Giraldi (dir.), Un minuto para rezar, 1968.

Bibl: M. Román, Los cómicos, vol.I, Barcelona, Royal Books, 1995, págs. 103-104; C. Aguilar y J. Genover, Las estrellas de nuestro cine, Madrid, Alianza Editorial, 1996, págs. 657-658; M. Gómez García, Diccionario del teatro, Madrid, Ediciones Akal, 1997; A. J. Castro Jiménez, Sagas españolas del espectáculo, Madrid, Centro Cultural de la Villa, 2003, pág. 127.

Manuel Román