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Fernando Yáñez

Biografía

Yáñez, Fernando. ?, 1150 pos. – Oseira (Orense), c. 1240. Monje del Císter (OCist.), abad y restaurador.       

Se ignoran los orígenes de este hijo de Oseira, así como el desarrollo de su juventud. Sólo se saben los datos que más le enaltecen, rigurosamente históricos. Los historiadores de Oseira, por lo general, le confunden con otro abad que le precedió con el mismo nombre, haciendo un personaje solo mientras se trata de dos monjes distintos. Las noticias de su vida comienzan en 1196 o 1197, con motivo de haber sido sacrificados los monjes de Alcobaça por los árabes, a raíz de la desastrosa jornada de Alarcos en que los españoles sucumbieron al empuje agareno, y luego éstos se dedicaron a hacer tropelías, una de ellas la que se acaba de decir: al extenderse por Portugal, los monjes de Alcobaça fueron sacrificados en odio a la fe. Deseoso Sancho I de repoblar el monasterio, probablemente recurrió al abad de Claraval, del cual era filiación Alcobaça, y no pudiendo facilitar los monjes necesarios, recurrió a Oseira, que aceptó enviar un grupo de ellos, presididos por un monje muy joven, fray Fernando Yáñez, los cuales renovaron la vida monástica, y cuando todo estaba en marcha y asegurada la continuidad de la abadía, Fernando renunció el cargo y volvió de nuevo a su monasterio de Oseira para integrarse entre sus antiguos cohermanos, dejando allí, entre otros beneficios sin cuento, el recuerdo grato de haber cooperado a la construcción de su grandioso templo.

Vivió varios años en el anonimato, pero llegó un día en que falleció el abad de Oseira, de su mismo nombre —como se ha dicho— posiblemente en 1232, y entonces los monjes, conocedores de los grandes valores del padre Yáñez, le eligieron abad de Oseira, y él aceptó como un servicio más a la Orden, poniendo en práctica las experiencias adquiridas en los dieciséis o dieciocho años al frente de la abadía portuguesa. Coronó el templo abacial de Oseira y procedió a la consagración del mismo en 1239, según indicios manifiestos. No habiendo quedado memoria de la fecha en que sucedió este acontecimiento, posiblemente la dejaron consignada a un lado de la entrada, como era normal, pero luego quedó oculta por las reformas posteriores que ha habido. Hubo la suerte de que en 1628 retejando los obreros el tejado del templo, hallaron una teja grande con esta inscripción que copió e interpretó un historiador notable de la Orden. No está completa, sino sólo dice “[...] dedicó Era MCCLXXVII” que corresponde al año 1239. Tal es la única fuente informativa de este hecho trascendental de su paso por la abadía.

Se cree que el abad Fernando continuó al frente de la comunidad de Oseira hasta el año siguiente en que otra vez renunció al cargo y se sumergió en el anonimato de la vida ordinaria, viviendo aún bastantes años hasta merodear los ochenta y siete a noventa años. En la documentación de Oseira, estudiada en los últimos tiempos, aparece de vez en cuando la firma de un Fernando en la siguiente forma: “Domnus Fernandus quondam Abbas Alcobatiae et Vrsariae”.

 

Bibl.: A. Manrique, Cisterciensium seu verius ecclesiasticorum Annalium a condito Cistercio, IV. Comp. Observantiae Castellae, vols. II (apénd.) y III, Lugduni, sumpt. Haered. G. Boissat & Laurentii Anisson, 1642, pág. 4 (n.º 5) y pág. 289 (n.º 4); T. de Peralta, Fundación, antigüedad y progresos del imperial monasterio de Oseira, Madrid, Melchor Aluarez, 1677, págs. 117-143; M. Dos Santos, Alcobaça ilustrada, Coimbra, 1710, págs. 65-66; A. Brandâo, Monarchía Lusitana, parte 4.ª, Lisboa, 1974, pág. 26; M. Romaní Martínez et al., Colección diplomática do mosteiro cisterciense de Santa María de Oseira, Santiago de Compostela, Torculo, 1989; D. Yáñez Neira, “Protagonismo del monasterio de Oseira en alcobaza”, en Compostellanum, XL (1995), págs. 221-240.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO