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Diego Pérez Sarmiento

Biografía

Pérez Sarmiento, Diego. Señor de Ribadavia y conde de Santa Marta de Ortigueira (I). ?, p. s. xv – Mucientes (Valladolid), II-9.III.1466. Adelantado mayor de Galicia.

Hijo de García Fernández Sarmiento, adelantado mayor de Galicia, a quien sucedió a la altura de 1427.

Ese mismo año contrajo matrimonio con Teresa de Zúñiga, hija de Diego de Zúñiga, mayordomo mayor de la infanta Catalina, y sobrina de Pedro de Zúñiga, justicia mayor del Rey. Su compromiso con los infantes de Aragón en la pugna que mantenían con Álvaro de Luna, favorito real, le acarrearía un serio disgusto. Tras la derrota de los de Aragón en 1430, Diego fue capturado y confinado por orden del favorito real en Medina del Campo y sus bienes confiscados. Poco después era liberado gracias a la mediación de Pedro de Zúñiga, si bien sus bienes aún permanecerían algún tiempo secuestrados. En años venideros, volvió a gozar del favor real. Gracias a ello, se le devolvió la villa de Ortigueira y recuperó Ribadavia, integrada al realengo en tiempos de su padre. Su ascenso alcanzó su punto culminante en 1442. Ese año Juan II le convirtió en el I conde de Santa Marta de Ortigueira, autorizándole además a transmitir este título a sus descendientes. También al lado de este Monarca combatió en la batalla de Olmedo en 1445. La recompensa a su fidelidad llegó en 1451 con la concesión de las jurisdicciones de Tierra de Montes, Ribas de Miño y Castro Caldelas de Orcellón.

En Galicia, Diego se implicó en la luchas de bandos que convirtieron las calles del Orense del siglo xv en un campo de batalla. El conde de Santa Marta protagonizó una ofensiva nobiliaria contra el prelado orensano. En ella, Sarmiento fue un activo partícipe cuyos hombres llegaron a causar graves daños.

Contaba además con sólidos apoyos entre algunos miembros del clero. A uno de ellos, el arcediano Fernando Eáns, acusó el concejo orensano de haber entregado al conde de Santa Marta, en 1444, las fortalezas de la ciudad junto con las torres y palacios episcopales.

Este expansionismo que se manifiesta también en los deseos de ampliación de su base territorial, pronto chocó con las aspiraciones de otros dos linajes en alza: los Ulloa y los Soutomaior. Los primeros reclamaban a Diego la devolución de varias feligresías por las que mantenían una encarnizada rivalidad. La solución que ambas partes ratificaron en 1453 contemplaba el matrimonio entre Juan de Zúñiga, sobrino del conde de Santa Marta, y Mayor de Ulloa, hija de Lope de Ulloa. En el caso de los Soutomaior, la enemistad entre ambas estirpes procedía del progresivo reforzamiento de la posición de los Sarmiento en el área tudense, zona de influencia natural de los primeros. Pese a los esfuerzos conciliadores, este conflicto fue subiendo de tono hasta desencadenar una guerra abierta mediada la década de 1450. El resultado se saldó con el asalto de Rivadavia por las tropas de Álvar Páez de Soutomaior y la captura del conde de Santa Marta por éste. Las condiciones para su liberación resultaron humillantes: cesiones territoriales y económicas, un perdón firmado para todos los que participaran en la toma de Rivadavia, etc. Diego intentaría en años venideros el desquite aliándose con Alonso Pimentel, conde de Benavente, pero sin éxito.

Al carecer de descendencia legítima, el conde de Santa Marta recurrió para asegurar la sucesión de su casa a vástagos fruto de sus relaciones extraconyugales.

Uno de éstos, llamado García Sarmiento, figuraba desde 1436 como su legítimo sucesor. Decisión que volvió a ratificarse en 1453 al suscribir un acuerdo matrimonial para el casamiento de su hijo con Mencía Sarmiento, hija de Pedro Sarmiento, repostero mayor del Rey. Pero el enfriamiento de las relaciones entre padre e hijo, llevaría a Diego a sustituir a García por su otro hijo Bernardino Pérez Sarmiento.

Éste fue confirmado como su legítimo sucesor en su testamento en 1465, señalando a su esposa, Teresa de Zúñiga, como su legítima tutora y curadora mientras no alcanzase la mayoría de edad.

El fallecimiento de Diego se produjo en Mucientes entre finales del mes de febrero y antes del 9 de marzo de 1466, fecha en la cual su esposa es confirmada por Enrique IV como tutora y curadora de la persona y bienes de su hijo Bernardino.

 

Bibl.: J. García Oro, La nobleza gallega en la Baja Edad Media. Las casas nobles y sus relaciones estamentales, Santiago de Compostela, Bibliófilos Gallegos, 1981; G. F. Fernández Suárez, La nobleza gallega entre los siglos xiv-xv: los Sarmiento, condes de Ribadavia, Santiago de Compostela, El Eco Franciscano, 2002.

 

Gonzalo Francisco Fernández Suárez