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Jesús Rubio y García-Mina

Biografía

Rubio y García-Mina, Jesús. Pamplona (Navarra), 15.VIII.1908 – Madrid, 13.VII.1976. Político y abogado.

Nacido en el seno de una familia con larga tradición en la judicatura —hijo, nieto y bisnieto de magistrados, el padre concretamente del Tribunal Supremo—, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid, donde se licenció y donde también se doctoró en 1932 con Premio Extraordinario. Durante sus estudios fue ayudante de Cátedra de Joaquín Garrigues y posteriormente profesor auxiliar de cátedra.

En 1932 obtuvo, con el número uno de su promoción, una plaza de letrado de las Cortes, cargo que desempeñó a la vez que ampliaba estudios, entre 1932 y 1936, en las Universidades de Múnich, Viena y París.

En estos años conoció a José Antonio Primo de Rivera, con el que colaboró en la fundación de Falange Española, partido en el que ingresó en los momentos de su creación, ocurrida el 29 de octubre de 1933. Al estallar la Guerra Civil, que le sorprendió en Madrid, y temiendo represalias por su condición de falangista, optó por refugiarse en la Embajada de Chile.

En 1939 asumió la Secretaría General de Falange Española Tradicionalista (FET) y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), a la vez que fue nombrado vicepresidente del Consejo Nacional de Educación, cargos que desempeñó hasta la década de 1950. También en 1939 se le designó subsecretario del Ministerio de Educación Nacional, una función que desempeñaría durante los doce años en que fue ministro el católico José Ibáñez Martín (1939-1951).

Como procurador en Cortes, fue ponente del Proyecto de Ley de Reforma de la Sociedad Anónima, que defendió exitosamente en el Pleno en 1951. Paralelamente, desarrolló una carrera académica como profesor de Derecho en la Universidad Central de Madrid, donde en 1954 ganó la Cátedra de Derecho Mercantil.

La crisis universitaria de febrero de 1956 le franqueó el camino hacia la cartera de ministro. Las tensiones entre sectores estudiantiles contrarios al predominio de Falange en la Universidad acabaron estallando el 9 de febrero de aquel año, cuando los enfrentamientos desembocaron en la muerte de un estudiante falangista de un balazo durante una manifestación en Madrid. Franco atajó la crisis cesando al ministro de Educación Nacional, el católico Joaquín Ruiz Giménez, y sustituyéndole por Jesús Rubio, al que avalaba su condición de falangista moderado de primera hora (“camisa vieja”) y su experiencia como técnico del Ministerio, adquirida durante su etapa como subsecretario del mismo.

Como ministro de Educación Nacional que fue entre el 16 de febrero de 1956 y el 11 de julio de 1962, Jesús Rubio tuvo como prioridades la reforma de las enseñanzas técnicas y la mejora del sistema educativo, que acusaba un déficit crónico de medios materiales —con escasez palmaria de escuelas adecuadas— y un bajo nivel, ejemplificable en los ocho millones de analfabetos que todavía había en España en la década de 1950. En el primer ámbito su principal logro fue la aprobación de la ley de 20 de julio de 1957 sobre Ordenación de las Enseñanzas Técnicas, concebida para proporcionar a la economía española los trabajadores técnicos especializados que aquella, embarcada en una rápida industrialización, necesitaba en gran número.

Entre otras medidas, esta norma incorporó las Escuelas de Ingenieros y Arquitectos al Ministerio de Educación y las dotó de una estructura universitaria, dividiéndolas entre Escuelas de Grado Medio y de Grado Superior. En el segundo ámbito, la mejora del sistema educativo, destacó la expansión de la educación primaria y el ambicioso plan de construir veinticinco mil nuevas escuelas en cinco años, objetivo rápidamente superado por las necesidades educativas, especialmente acuciantes en las ciudades, de una España en la que se combinaban un fuerte crecimiento vegetativo y unas importantísimas migraciones internas.

Otras realizaciones de su etapa ministerial fueron la extensión de las enseñanzas medias —que casi duplicaron su alumnado entre 1956 y 1962—, la división del bachillerato en especialidades, la creación de nuevas modalidades de centros educativos públicos, y la introducción de estudios nocturnos, conocidos como “velas”, para trabajadores adultos. El balance más negativo es el relativo al apaciguamiento de la Universidad, que se abordó de manera regresiva y apelando a las fuerzas de orden público, lográndose una impresión de paz temporal desmentida por el desbordamiento posterior de la protesta estudiantil de la década de 1960, cuando ya Jesús Rubio no era ministro.

Abandonó éste la cartera ministerial en la remodelación de gobierno del 11 de julio de 1962, siendo el reconocido químico y farmacéutico Manuel Lora Tamayo su sucesor al frente del Ministerio, que pasó a llamarse simplemente “de Educación”.

Tras su cese como ministro, Jesús Rubio fue nombrado en 1966 presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, organismo que se había creado en julio de 1963, y que presidió hasta el final de la dictadura de Franco. En 1971 leyó su discurso de ingreso como académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Fue además consejero del Banco de España, vicepresidente del Patronato de Museos, consejero electivo del Consejo de Estado, y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Comisión Asesora de la Oficina de Educación Iberoamericana.

Murió en Madrid cuando contaba sesenta y ocho años de edad.

 

Obras de ~: La declaración de quiebra y los créditos pendientes: banca y quiebra. Conferencia pronunciada en la Academia Matritense del Notariado el día 10 de mayo de 1955 por Jesús Rubio García-Mina, Madrid, Instituto Editorial Reus, 1959; Curso de Derecho de sociedades anónimas. Madrid, Sáez Edit. de Derecho Financiero, 1964 (Serie V: Derecho y Economía de la Empresa, 2); Introducción al Derecho mercantil, Barcelona, Nauta, 1969; La responsabilidad civil del empresario. Discurso leído el día 11 de enero de 1971, en su recepción pública, por Jesús Rubio García-Mina, y contestación del Sr. Federico de Castro y Bravo, Madrid, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, 1971.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 182 n.º 2, 183 n.º 2, 187 n.º 2 y 189 n.º 2.

Equipo Mundo, Los 90 ministros de Franco, Barcelona, Dopesa, 1970; Diccionario biográfico español contemporáneo, Madrid, CAH, 1970; M. de Puells Benítez, Educación e ideología en la España contemporánea, Barcelona, Labor, 1980; J. Rubio García-Mina, La responsabilidad civil del empresario. Discurso leído el día 11 de enero de 1971, en su recepción pública, por Jesús Rubio García-Mina, y contestación del Sr. Federico de Castro y Bravo, Madrid, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, 1971; F. Sánchez Cobos y F. Ruiz Cortés, Diccionario biográfico de personajes históricos del siglo xx español, Madrid, Rubiños-1860, 2001; G. Giménez de la Cuadra, “En memoria de un maestro”, en La Toga Online. Versión electrónica de la Revista impresa del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla, 159 (2006), http://www.latoga.es/detallearticulo.asp?i d=100706120824&nro=159&nom=Mayo/Agosto%202006.

 

Carlos Sanz Díaz

 

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