Francisco Pérez Sierra

Pérez Sierra, Francisco. Mar Mediterráneo, c. 1627 – Madrid, c. 1709. Pintor.

Hijo de Martín Pérez y Beatriz Sierra, nació en el trayecto que conducía al matrimonio a Nápoles, ciudad en la que fue bautizado. Según sus primeros biógrafos, su educación artística se debió al italiano Aniello Falcone, pintor especializado en las representaciones de batallas. Después completó su aprendizaje en Madrid con Juan de Toledo, también especialista en la misma temática.

Acudió a Madrid como paje de don Diego de la Torre, secretario del Consejo de Santa Clara de Nápoles y después secretario del Consejo de Italia. Debió llegar antes de 1661-1662, bienio en el que se fechan las decoraciones murales de la Huerta de Sora, el actual Palacio de la Moncloa, en las que colaboró con Juan Carreño y Francisco Rizi. Su primera obra conocida, la Inmaculada del Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid (1665), se enmarca plenamente dentro de la tendencia barroquizante de la pintura cortesana de esos años.

Tras perfeccionar su formación, dejó el servicio del secretario de la Torre y se dedicó por entero a la pintura, sobre todo a paisajes y batallas. Sus contactos estilísticos y personales con los círculos artísticos madrileños se acentuaron entonces. Poco después testificó en la boda del pintor Gabriel de la Corte con Águeda de los Ríos (5 de octubre de 1667). Seguramente fue su concuñado ya que Pérez Sierra casó con Mónica de los Ríos e, incluso, apadrinó a Lucas Felipe de la Corte, hijo de Gabriel (13 de septiembre de 1670). A su vez su sobrina Bárbara Pérez casó con el también pintor Antonio Palomino (1680), siendo él quien se encargó de dotarla.

Parte importante de su producción fueron las decoraciones murales, al temple y fresco, así como la pintura de arquitecturas fingidas. Además del mencionado caso de la Huerta de Sora, intervino en la capilla del Santo Sepulcro del Convento de San Plácido, nuevamente en compañía de Rizi. Realizó el Monumento de Semana Santa que se montaba en la Iglesia del Convento de los Ángeles, en colaboración con Matías de Torres y Dionisio Mantuano; los altares efímeros de la fiesta de canonización de Santa Rosa de Lima en el Convento de Santo Domingo el Real y el que anualmente levantaba el gremio de mercaderes en el de San Francisco, siempre en Madrid.

En cuanto a las pinturas al óleo, también realizó obras para las iglesias de la ciudad. Pintó los lienzos de la capilla de Diego de la Torre, su protector, en el convento de los Ángeles; así como una de las escenas del ciclo de la vida de San Francisco de Paula, en el convento de La Victoria.

Alcanzó un puesto burocrático, agente general de Presidios de España, que le apartó de la carrera artística; si bien se dedicó a la pintura de floreros y bodegones como entretenimiento, temática que acapararía su producción final. Enviudó sin haber tenido descendencia en 1685. En sus últimos años estuvo incapacitado para la pintura.

Obras de ~: Pintura: Inmaculada Concepción, Convento de Trinitarias Descalzas, Madrid, 1655; Floreros, Palacio Real, Madrid; Floreros, Monasterio de San Lorenzo, El Escorial (Madrid); El Escorial (Madrid), Palacio de Pedralbes, Barcelona; San Jerónimo, Granada, Museo de Bellas Artes (atrib.).

Bibl.: A. Palomino, El Museo Pictórico y Escala Óptica. II. El Parnaso Español Pintoresco y Laureado, Madrid, Viuda de J.G. Infanzón, 1724; J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, Real Academia de San Fernando, Madrid, 1800; J. Cavestany, Floreros y bodegones en la pintura española, Madrid, Sociedad española de Amigos del Arte, 1936-1940; J. L. Barrio Moya, “Las capitulaciones matrimoniales de Antonio Palomino (1680)”, en Boletín de la Real Academia, de Córdoba de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras, (1987), págs. 113-118; F. López Sánchez, “Testamento del pintor Francisco Pérez Sierra”, en Archivo Español de Arte, 67 (1994), págs. 405-407”; A. E. Pérez Sánchez, “Floreros de Francisco Pérez Sierra”, en Estudios de Arte. Homenaje al profesor Martín González, Valladolid, Secretariado de publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1995, págs. 543-545; P. Cherry, Arte y naturaleza. El bodegón español en el Siglo de Oro, Madrid, Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico, 1999; A. Aterido, “Mitelli, Colonna, Velázquez y la pintura mural en la corte de Felipe IV”, en A. Serra y J. L. Colomer (dirs.), Bolonia y España. Siete siglos de relaciones artísticas, Madrid, Centro de Estudios Europa Hispánica - Fundación Carolina, 2006, págs. 241-264.