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Diego Gutiérrez

Biografía

Gutiérrez, Diego. Madrid, ? – Costa Rica, c. 1544. Gobernador y capitán general de Nueva Cartago.

Hijo de Alonso Gutiérrez, tesorero real y hermano de Felipe Gutiérrez. Diego Gutiérrez fue nombrado en su puesto de gobernador, por Real Cédula de 29 de noviembre de 1540. Se le otorgó el título con carácter hereditario el 16 de diciembre de 1540. Estuvo en funciones de 1541 a 1544. Murió en el lugar llamado Tayutic, de la provincia de Costa Rica, en diciembre de 1544.

Llegó a Nicaragua con unos pocos hombres, habiendo desertado en el viaje casi todos los que salieron con él de España. Tuvo disputas con el gobernador Rodrigo de Contreras sobre los límites de sus respectivas gobernaciones, que motivaron una sentencia del Consejo de Indias relativa al Río San Juan.

Esta y otras dificultades le obligaron a permanecer cerca de dos años en Nicaragua. Por fin se hizo a la vela en Granada en 1543 con dos bergantines y sesenta soldados. Salió al mar por el Desaguadero, entrando en Costa Rica por el río Suerre o Reventazón, y a seis millas de su desembocadura fundó Villa Santiago.

Los indios lo recibieron en paz y le obsequiaron oro; pero se quedó pronto sin víveres y casi todos los soldados huyeron. A punto de regresar a Nicaragua le llegó un barco con refuerzo, bastimentos y municiones, por lo que determinó quedarse en el puerto de Suerre mientras le venía otra embarcación de Nombre de Dios.

Cambió luego de propósito, volviendo aguas arriba del río, y el 4 de octubre de 1544 fundó en la región de Suerre la ciudad de San Francisco, a treinta millas de la costa. Los indios lo recibieron bien; pero como no le regalaron oro hizo llamar a los caciques Camaquire y Cocorí, que lo habían visitado en la villa de Santiago. No obstante haberles prometido que no les haría ningún daño, los redujo a prisión echándoles cadenas y los amenazó con la muerte si no le daban una gran cantidad de oro. Camaquire consiguió fugarse, dando pruebas Cocorí en la prisión de gran valor y energía. Exasperados los indios de Suerre por la cruel y villana conducta de Gutiérrez, incendiaron sus palenques y huyeron a los montes llevándose las cosechas para dejar a los españoles sin comida. Gutiérrez salió tras ellos, anduvo varios días por las llanuras de Santa Clara y pasó la cordillera central por las faldas del volcán Turrialba, yendo a parar de nuevo al río Reventazón. Después de atravesarlo continuó su marcha hasta un sitio en que se bifurcaba el sendero que había venido siguiendo. Interpeló a un indio carguero sobre la dirección que debía de tomar, y como éste le respondiera que no lo sabía, le hizo cortar la cabeza. Por haber contestado lo mismo, ordenó que decapitase también a Cocorí; pero éste mostró tal serenidad y valor al oír su sentencia de muerte, que le perdonó la vida.

Al cabo de otros dos días de marcha llegó la expedición a un bosque donde los indios la atacaron de pronto y con gran resolución, matando a Diego Gutiérrez y a veinte de los cuarenta soldados que le acompañaban. Los que quedaron con vida huyeron por el mismo camino que traían. Esto sucedió en diciembre de 1544 en el lugar llamado Tayutic o Teotique de los indios güetares de oriente que se habían confederado con los de Suerre para defenderse de los españoles.

Se interesó por conseguir las autorizaciones y nombramientos del caso para venir a explorar las mismas tierras en las que su hermano Felipe había sufrido grandes infortunios, y en efecto, obtuvo licencia para conquistar y poblar, de mar a mar, el territorio comprendido entre la bahía de Zorobaró (hoy llamada Almirante) y el cabo Camarón, en Honduras. Pero en esta empresa fue tan inhábil como su hermano Felipe Gutiérrez.

El nombramiento de Diego Gutiérrez es de mucha importancia para Costa Rica, que hasta ese momento estaba comprendida en la provincia de Veragua, y no tenía denominación ni límites propios. La Real Cédula de 29 de noviembre de 1540 creó la provincia de Cartago, que vino a ser el fundamento de la jurisdicción territorial de la provincia de Costa Rica, la cual quedó desprendida para siempre de la gobernación de Tierra Firme, y adquirió su propia personalidad.

El Rey, a través de la cédula de asiento y capitulación ya mencionada, le otorgó el permiso para conquistar y poblar las tierras de la provincia de Veragua, así como le permitía conquistar las islas que hubiere en dicho paraje, hacia el mar del Norte, que no estuviesen conquistadas, y siempre y cuando no entrasen en la jurisdicción de la provincia de Nicaragua o en la de otros gobernadores. Le concedía, para ello, llevarse del reino la gente, los navíos y las demás cosas necesarias, sin que tuviese por esto que pagar o devolver los gastos que en la empresa hiciere.

Asimismo, la Corona real de Castilla le prometía hacerle gobernador y capitán general de “dichas tierras é yslas por todos los días de vuestra vida, é de un heredero, qual por vos fuere nombrado é señalado, con salario de mill é quinientos ducados, é quinientos de ayuda de costa, que son por todos dos mil ducados”.

Se le mandaba también a construir una fortaleza en dicha tierra, y por ello se le otorgaba un salario anual de cien mil maravedís, de los cuales gozarían él y luego sus sucesores o herederos, cuando estuviese lista la fortaleza.

También le hacían merced de títulos de tierra y vasallos en el territorio y las islas conquistadas. A su vez, le ofrecían licencia para que de los reinos y señoríos de Portugal e islas de Cabo Verde y Guinea, él o quien él ordenara, podía llevar a la dicha tierra cien esclavos, la tercera parte de ellos mujeres, siempre y cuando no los llevara a otras tierras.

Entre otras muchas concesiones, se le permitía a Diego Gutiérrez que si sus armadas tomaban a algún príncipe o señor de las tierras donde se hacía la guerra, el rescate del señor y cacique le pertenecería junto a los muebles, tesoros de oro, plata, piedras, perlas y demás cosas halladas. De los tesoros encontrados en templos de indios y sitios religiosos, se debía enviar la mitad a la Corona y la otra mitad era para quien los hallare. A pesar de las muchas licencias otorgadas, el destino de la empresa de Diego Gutiérrez no fue muy distinto del de su hermano Felipe tiempo atrás. Seguía el severo ejemplo de éste en cuanto a limitar las provisiones de alimentos a los soldados de la expedición.

También de forma trágica, Diego Gutiérrez fue desbaratado y muerto por los indios.

 

Bibl.: R. Fernández, Diccionario biográfico de Costa Rica. Época del Descubrimiento y la Conquista, San José, Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica, Publicación N.1, Editorial Trejos Hermanos, 1941; Historia de Costa Rica: El Descubrimiento y la Conquista, San José, Editorial Lehmann, 1941; R. Obregón, De nuestra historia patria: los gobernadores de la colonia, San José, Universidad de Costa Rica, 1979; C. Meléndez (recop.), Reales Cédulas relativas a la Provincia de Costa Rica (1540-1802), San José, Comisión Nacional de Conmemoraciones Históricas, 1992.

 

Carmela Velazquez

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