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Francisco Javier Venegas de Saavedra y Rodríguez de Arenzana

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Biografía

Venegas de Saavedra y Rodríguez de Arenzana, Francisco Javier. Marqués de la Reunión de Nueva España (I). Zafra (Badajoz), 2.XII.1754 – Madrid, 18.II.1838. Teniente general, virrey del Nuevo Reino de Granada y de Nueva España, caballero Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando y marqués de la Reunión de Nueva España.

Era hijo de Francisco Venegas de Saavedra y Melgar y de Francisca de Borja Rodríguez de Arenzana y Mora. Trasladada la familia a Montilla (Córdoba), inició sus estudios en el Colegio de los padres Jesuitas, trasladándose a Granada para continuarlos tras la expulsión de la Orden.

Ingresó en abril de 1722 como cadete en el Regimiento de Murcia, de guarnición en Orán, donde permaneció hasta abril de 1775, resistiendo los ataques de los moros. Pasó entonces a aprender Matemáticas en la Academia Militar de Barcelona, estudios que tuvo que interrumpir para tomar parte con su Unidad en la expedición a Argel, en la que resultó herido de bala en el pecho. Al término de la campaña pudo reincorporarse a la citada Academia y terminar sus estudios, en los que mereció la calificación de sobresaliente. En 1776 fue promovido al empleo de subteniente.

En agosto de 1779 intervino en el bloqueo de Gibraltar y dos años después en la reconquista de Menorca, volviendo en 1782 a Gibraltar, ya con el empleo de teniente del Regimiento Provincial de Badajoz, consiguiendo durante el sitio plaza de capitán en el Regimiento de Crillón y seguidamente en el provincial de Jaén. Al año siguiente, en 1783 fue ascendido a teniente coronel.

Hacia 1787 contrajo matrimonio con María Josefa de Torres Mantilla, natural de Arahal (Sevilla), hija de Francisco de Torres Mantilla y Calderón y de Ángela de Castro y Quiñones.

En 1791 se halló en la defensa de Ceuta, pasando al año siguiente de guarnición al Campo de Gibraltar y trasladándose en octubre a Cataluña. Entre 1793 y 1795 participó en la campaña del Rosellón, tomando parte en numerosas acciones al mando de un batallón de cazadores, recibiendo en Montesquion dos heridas de fusil, una en el costado izquierdo y otra en el muslo derecho, que le impedirían continuar en el servicio activo y le obligarían a solicitar el retiro en 1795, con el empleo de coronel, pasando a residir en Montilla (Córdoba).

En 1801 se le ofreció el puesto de ayudante general para el Ejército que se formaba contra Portugal, pero, al estar impedido para escribir, tuvo que rechazarlo.

Al estallar la Guerra de la Independencia seguía en situación de retirado, poniéndose a disposición de la Junta de Defensa de Sevilla, que le ascendió a brigadier en mayo de 1808 y colocó al frente de la Junta de Córdoba; al mes siguiente defendió el puente de Alcolea ante las tropas de Dupont.

Puesto a las órdenes de Castaños, éste le nombró segundo jefe de la 1.ª División del Ejército de Andalucía, mandando el 19 de julio, durante la batalla de Bailén, las vanguardias de las Divisiones 1.ª y 2.ª. Según el parte dado por Castaños, “hizo en este día servicios muy distinguidos, y contribuyó singularmente a que el enemigo fuese batido en aquel punto”. En recompensa, fue promovido al empleo de mariscal de campo en el mes de agosto.

Seguidamente marchó al Norte, donde, encuadrado en la 1.ª División del Ejército del Centro, intervino el 23 de noviembre en la batalla de Tudela (Navarra), protegiendo a continuación la retirada desde Calatayud a Guadalajara y haciendo gala de gran valor en la acción de Bubierca (Zaragoza), librada seis días después.

Reorganizado el Ejército en Cuenca, recibió la orden del duque del Infantado de caer sobre Tarancón (Cuenca), como así hizo el 25 de diciembre, pero, amenazado por el mariscal Víctor, tuvo que retirarse a Uclés (Cuenca), donde el 13 de enero de 1809 fueron derrotadas las tropas españolas, volviendo a resultar herido, esta vez de un balazo en el pecho.

El 6 de abril se le dio el mando del Ejército de La Mancha y dos meses después fue ascendido a teniente general. Combatió en junio en la acción de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) y el 5 de agosto impidió a las tropas francesas el paso del Tajo en Aranjuez, pero habiendo conseguido el enemigo vadearlo por Toledo y Añover y llegar hasta Nambroca, el 11 cayó derrotado en la batalla de Almonacid (Toledo). En noviembre fue nombrado gobernador de Cádiz, correspondiéndole a él rechazar la propuesta de rendición de la plaza hecha por los franceses.

En febrero de 1810 fue nombrado por la regencia virrey del Nuevo Reino de Granada, cesando en agosto del mismo año para pasar al mes siguiente a serlo de Nueva España, manteniéndose en este cargo hasta marzo de 1813 y consiguiendo reprimir la insurrección que había estallado en México. Al término de su mandato regresó a la Península, donde, en premio a su actuación en aquellas tierras, el Rey le concedió el 11 de octubre de 1816 el título de marqués de la Reunión de Nueva España.

Por Real Cédula de 30 de mayo de 1815 le fue concedida la Gran Cruz de la Orden de San Fernando en premio a los servicios prestados durante la Guerra contra Napoleón y al mes siguiente fue encargado del virreinato del Perú, pero no pudo aceptar este cargo debido a su deficiente estado de salud, teniendo que conformarse con desempeñar cargos de inferior relevancia.

Se le concedió en 1818 la Capitanía General de Galicia, donde le sorprendió en febrero de 1820 el levantamiento liberal, siendo arrestado y encerrado en el castillo de San Antón (La Coruña), para un mes después pasar deportado a Algeciras, pero a su llegada a Gibraltar fue puesto en libertad y pudo trasladarse a Madrid, donde permaneció en situación de cuartel al tiempo que desempeñaba el cargo de vocal de la Junta de Indias.

Desde 1820 no tuvo mando militar alguno, siendo empleado por el Rey en diversas comisiones. Fue presidente de la Junta Militar de Indias, consejero de Estado, decano de la Asamblea de la Orden de Isabel la Católica y vocal de las de San Fernando y San Hermenegildo.

En mayo de 1824 se le nombró presidente de la Junta que debería redactar el reglamento del Colegio General Militar, creado el 29 de febrero en Segovia, y del que sería director en 1829, cesando en 1837 tras la invasión de la ciudad por los carlistas.

Estaba en posesión de las Grandes Cruces de San Fernando, San Hermenegildo, Isabel la Católica y Carlos III, y fue prócer del Reino en la legislatura 1834-1835.

A su fallecimiento en la Corte en febrero de 1838, le sucedió como marquesa de la Reunión de Nueva España, su única hija, Antonia de Venegas de Saavedra y Torres Mantilla, nacida en 1788 y casada en 1769 con José María Guajardo-Fajardo y Careaga.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar, Secc. 1.ª, leg. B-1712.

J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001; A. de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Cevallos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.

 

José Luis Isabel Sánchez

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