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Martín Cortés de Albacar

Biografía

Cortés de Albacar, Martín. Bujaraloz (Zaragoza), c. 1510 – Cádiz, 1582. Marino, geógrafo y cosmógrafo.

Poco se conoce de la vida de este eminente científico, ya que son muy escasos los datos biográficos existentes y mínimos los que pueden ser probados documentalmente.

Se sabe que nació en la comarca de los Monegros, una de las tierras más secas de España, en una época en que, debido al auge de las exploraciones marítimas y a las navegaciones transoceánicas con las posibilidades asociadas de un rápido cambio de fortuna, los problemas de la mar interesaban a todos los españoles. Sus padres fueron Martín Cortés y Martina Albacar, pertenecientes a nobles familias aragonesas, como lo acredita el blasón de su linaje que campea en su obra relativa al arte de navegar y también en su retrato.

En la segunda mitad del siglo xv tienen lugar las exploraciones de la costa occidental africana y el descubrimiento de las islas Azores y Madeira por los portugueses y el de América por España. Estas navegaciones estaban sustentadas tanto por los avances en la construcción naval, disciplina en la que, desde finales de la Edad Media se habían logrado grandes progresos en tamaño y forma, llegándose a la “carabela”, verdadero buque oceánico, como por el consiguiente desarrollo de las artes náuticas y por la invención de instrumentos tales como el astrolabio, la ballestilla y el cuadrante, necesarios para medir la altura de los astros indispensable para determinar la posición del buque durante la navegación oceánica.

El descubrimiento y explotación de América y la consiguiente dependencia económica española de la plata traída del Nuevo Mundo influyen decisivamente en reafirmar la condición marítima del Imperio Español. La hegemonía española en el mundo conocido durante el siglo xvi no sólo fue debida a su superioridad militar sino también a su superioridad intelectual.

En efecto, y aunque al principio el bagaje de conocimientos científicos de los que tenían la responsabilidad de conducir los bajeles era escaso, la creación de la institución de la Casa de Sevilla vino a remediar la deficiencia con los nombramientos de piloto mayor examinador y de cosmógrafos catedráticos, procurando un mínimo de conocimientos necesarios a los pilotos y maestres, tales como el arte de navegación y parte de la cosmografía, de tal manera que la obtención de tales títulos quedaba supeditada a la obtención de los siguientes conocimientos: la esfera celeste, la altura del sol, el uso de la carta náutica, el manejo de instrumentos como la brújula, el astrolabio, el cuadrante y la ballestilla y el uso del reloj.

Este auge de conocimientos hizo surgir escritores más o menos notables que recopilaron las reglas y preceptos de la profesión con la finalidad de facilitar la adquisición de los conocimientos por los navegantes.

El primero de ellos fue el bachiller Martín Fernández de Enciso que imprimió en Sevilla en 1519 la obra titulada Suma de geographia; le siguió Francisco Falero, portugués al servicio de España con un Tratado del Esphera y del marear, también impreso en Sevilla.

Martín Cortés comprendió la importancia de los descubrimientos y, así, hacia 1530, siendo aún muy joven, y con un bagaje científico adquirido en la capital zaragozana, donde al parecer estudió filosofía y artes, o quizás también en la levantina, Valencia, se instaló en Cádiz, que en aquella época era escala fundamental de las navegaciones atlánticas y disputando con Sevilla la primacía como lugar de salida de las flotas de Tierra Firme y Nueva España, y donde existía un centro dedicado a la enseñanza del arte de navegar. Es en Cádiz donde pasó la mayor parte de su vida dedicado a la enseñanza de la Geografía y la Cosmografía, materias en las que llegaría a ser un experto.

A mediados de siglo, Cortés junto con Pedro Medina dieron un giro radical a la historia de la literatura náutica, mejorando grandemente los trabajos existentes hasta la fecha, redactados como meros manuales escolares. Así, en 1545, mientras que Pedro Medina publicó su obra, El Arte de Navegar, Cortés escribió la suya, Breve compendio de la sphera y del arte de navegar, con nuevos instrumentos y reglas exemplificados con muy subtiles demostraciones, que fue impresa en Sevilla en 1551. Esta obra, de la que cinco años más tarde se hizo la segunda edición en la misma capital bética, constituyó una de las más importantes aportaciones técnicas a la náutica de la Era de los Descubrimientos.

La obra constituye un auténtico tratado sistemático del arte de navegar que, tanto por la altura científica de su contenido como por su estructura y extensión, ejerció una influencia en Europa que desbordó los límites estrictos del mundo de la navegación. Fue traducida al inglés por Richard Eden y editada en Londres en 1561; la obra alcanzó tal popularidad en Inglaterra que se hicieron nueve ediciones hasta 1630, afirmando en su prólogo el traductor: “porque en Inglaterra no había libro alguno que con un método sencillo contenga tantos y tan raros secretos”.

De esta versión en inglés se hicieron otras cinco ediciones en el siglo xvi (1572, 1579, 1584, 1589 y 1596) y otras tres en el siglo xvii (1609, 1615 y 1630), lo que da una idea de la importancia que tuvo la obra en Inglaterra, usada, entre otros, por el famoso pirata Francis Drake.

El libro es considerado por muchos autores como el más importante de los tratados de su género en España, tanto por su rigor como por su originalidad. La obra está escrita con estilo claro y con una exposición metódica y ordenada que incluye aportaciones originales a la ciencia, como es el caso del establecimiento de la variación de la declinación magnética para los distintos lugares del globo.

La obra, de acuerdo con la tradición, comienza con una carta del autor al monarca Carlos V en la que además de constituir un panegírico describe la importancia de la náutica e incluye una pequeña historia de los avances en el campo de la navegación, también incluye un prólogo al marqués de Santa Cruz y aparece además una carta al cosmógrafo valenciano Johan Parent, lo que hace suponer que en su tránsito de Zaragoza a Cádiz, Cortés le detuvo por algún tiempo en Valencia.

La obra, que está ilustrada con numerosos planos y cartas, tiene uno de los aspectos más destacables en la teoría sobre el magnetismo terrestre, ya que Cortés estudió la declinación magnética y comprobó que era diferente en los distintos lugares del mundo, esto le llevó a postular que los polos magnéticos no coincidían con los geográficos, cosa que era negada en todos los libros de la época, particularmente por los cosmógrafos españoles Pedro Medina y Pedro Sarmiento.

Las hipótesis de Cortés referidas al magnetismo terrestre fueron, sin duda, un claro antecedente de los trabajos que desarrollarían dos siglos más tarde científicos como Halley y Euler.

Otro de los aciertos de Cortés fue el de exponer el problema que surgía en la elaboración de las cartas planas como consecuencia de la redondez de la tierra y la necesidad de ir aumentando la separación entre paralelos conforme aumentaba la latitud, fundamento seguido en las cartas de navegación actuales (proyección Mercator). Aunque esta teoría no fue original suya, tuvo el mérito de darla a conocer de una forma clara y sencilla.

Es de señalar la gran influencia que ejerció esta obra en los primeros tratados de náutica publicados en otros países. Gonzalo Antonio Serrano (citado por Latassa) dice en el prólogo de su Antología Universal “que nuestro Cortés fue insigne en astronomía y experto en la náutica, y que su obra tiene orden y claridad, siendo útil para los que desean saber la náutica”.

Martín Cortés de Albacar está considerado como uno de los científicos más importantes del Renacimiento español en uno de los campos más importantes de su siglo, “el arte de navegar”, debido a la necesidad de conocer los secretos de la navegación de altura, necesaria para impulsar los descubrimientos de la época.

 

Obras de ~: Breve compendio de la sphera y del arte de navegar, con nuevos instrumentos y reglas, exemplificados con muy subtiles demostraciones, Sevilla, A. Álvarez, 1551.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Museo Naval, Noticias biográficas sobre Martín Cortés y otros, ms. 1874, doc. 6.

J. M.ª López Piñero, El arte de navegar en la España del Renacimiento, Barcelona, Labor, 1986; F. J. González, Astronomía y Navegación en España, siglos xi-xii, Madrid, Mapfre, 1992; M. Fernández de Navarrete, Biblioteca Marítima española, Barcelona, Palau & Dulcet, 1995; G. Menéndez- Pidal, Hacia una nueva imagen del mundo, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2003.

 

José Manuel Palencia Luaces

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