Manuel de Espinosa, Juan. Sevilla, 1598 – Tarragona, 12.II.1679. Abad general benedictino (OSB) de la Congregación de San Benito de Valladolid y arzobispo de Tarragona.
Los padres de Juan eran Juan de Espinosa y Catalina Manuel de Medina, descendientes de noble y adinerada familia; al morir sus padres, Juan, que era el primogénito, dejó dote señalada para que sus dos hermanas entraran en religión y él, acompañado de su hermano Luis, ingresó en el monasterio de Nuestra Señora de Montserrat (Barcelona), donde tomó el hábito el 18 de julio de 1619. Emitida la profesión al año siguiente, como era costumbre en la Congregación de San Benito de Valladolid a la que Montserrat pertenecía, estudió en la Universidad benedictina de Irache (Navarra), donde fue ordenado sacerdote, aunque retrasó su primera misa hasta poder celebrarla ante la imagen de la Virgen de su monasterio de Montserrat. Estudió la Teología en los colegios de San Vicente de Salamanca y en San Pedro de Eslonza (León) y, vuelto a su monasterio en 1625, ejerció en él diversos cargos hasta 1633, en que fue destinado a Madrid como vicario de las monjas de San Plácido y procurador de Montserrat. El 5 de octubre de 1637 se doctoró en Teología en Irache; ese mismo año fue nombrado abad de Montserrat, cargo que ejerció hasta 1641.
Durante su abadiato fray Juan realizó importantes obras, pero durante su último año estallaron las desavenencias entre los monjes castellanos y catalanes, que venían de muy atrás. Aprovechando la guerra entre Castilla y Cataluña, los monjes catalanes lograron la expulsión de los castellanos, entre los que se contaba su abad, el 23 de febrero de 1641. El 25 de marzo fray Juan tomó posesión en Madrid de un nuevo monasterio para los monjes expulsos, fundado provisionalmente en una finca cedida por Felipe IV a tal efecto. Con el título de presidente rigió la nueva casa hasta 1645, en que fue elegido general de la Congregación y abad de San Vicente de Salamanca.
Como autoridad suprema de la Congregación, favoreció el traslado del monasterio de Montserrat de Madrid a un nuevo emplazamiento, dentro de la ciudad, del que se tomó posesión el 31 de octubre de 1647. Al finalizar los cuatro años de su generalato, fue nombrado de nuevo presidente del monasterio matritense y encargado, en 1653, acabada la guerra con Cataluña, de visitar la abadía de Montserrat. Allí recibió la noticia de haber sido presentado por el Rey para ocupar la sede episcopal de Seo de Urgel, pero no pudo tomar posesión de su diócesis hasta 1660 por estar ocupada por los franceses. Mientras tanto, por orden de Felipe IV, viajó a Francia como legado suyo para conseguir la paz.
En 1663 fue presentado para el Arzobispado de Tarragona, ciudad en la que entró el 12 de mayo de 1664. Reunió tres concilios provinciales y visitó personalmente dos veces toda la diócesis. Ocho años después de su muerte, su cuerpo fue trasladado al coro de la catedral y sobre su tumba se puso un largo epitafio resumen de su vida y virtudes.
Obras de ~: Sucessos del gran santuario de Nuestra Señora de Montserrate. Salida del P. Abbad y de sus religiosos, entrada en la Corte y mercedes que el rey nuestro Señor les ha hecho, s. f. (ed., en “Expulsión de los benitos castellanos de San Feliu de Guíxols y Montserrat”, en Memorial Histórico Español, XXII, apénd. VII, n.º 491, Madrid, 1889, págs. 282-299).
Bibl.: E. Morera i Llauradó, Tarragona cristiana, vol. IV, Tarragona, Diputación Provincial, 1955; J. Pérez de Urbel, Varones insignes de la Congregación de Valladolid, Pontevedra, Museo Provincial, 1967, págs. 264-267; E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1613-1701), vol. VIII, Silos, Stvdia Silensia, 1982, págs. 169-188; Historia del real monasterio de Montserrat de Madrid, Montserrat, Abadía, 1996 (col. Scripta et Documenta, vol. 51), págs. 24-46; J. Blanch, Arxiepiscopologi de la Santa Església Metropolitana i Primada de Tarragona, vol. II, Tarragona, Diputación Provincial, 1985, pág. 185; VV. AA., Diccionari d’Història Eclesiàstica de Catalunya, vol. II, Barcelona, Generalitat de Catalunya - Claret, 2000, págs. 110 y 111.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB
